Por primera vez, los hondureños cruzaron sin temor los umbrales de Casa Presidencial, en un acto de fiesta y protesta, en respaldo a la presidenta Xiomara Castro, quien denunció intentos de golpes de Estado y un “golpe electoral en curso”.
Redacción Central/EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Por primera vez en la historia, la presidenta Xiomara Castro abrió las puertas de la Casa Presidencial al pueblo hondureño, y una marea de ciudadanos se aglomeró frente al edificio, teñida de rojo y negro, hondeando la bandera del Partido Libertad y Refundación (Libre).
El 17 de diciembre de 2025 quedará para la historia; la Casa de Gobierno dejó de ser un símbolo distante y se convirtió en el corazón palpitante de Honduras, donde juventud y pueblo, unidos por la historia y el presente, reafirmaban su derecho a decidir su propio destino, respondiendo al llamado de la presidenta Castro, quien denunció ante Honduras y el mundo otro intento de golpe de Estado.
A lo largo de distintas administraciones, el poder legislativo permaneció cercado, distante y protegido, pero fue Libre quien rompió ese muro simbólico, permitiendo que la ciudadanía caminara por los espacios que durante décadas estuvieron reservados solo para la élite política.
La multitud exigía justicia: «¡No al fraude, no al fraude!» y «¡No volverán!», mientras pedían al Consejo Nacional Electoral (CNE) un conteo voto por voto y el respeto absoluto a la voluntad popular.
Los asistentes no solo condenaron el fraude electoral, sino también la injerencia internacional, denunciando la presión ejercida por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que, según manifestaron, buscó alterar el libre sufragio del pueblo hondureño.
La jornada también estuvo marcada por fuertes exigencias políticas ; los presentes reclamaron la salida inmediata del Consejo Nacional Electoral (CNE) de la representante del Partido Nacional, Cossette López, a quien responsabilizan de irregularidades en el proceso electoral.
Entre gritos y consignas, la multitud no solo pidió su destitución, sino también que enfrente la justicia y responda ante los tribunales.






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