Desde la tierra “de los Confines”, el mal conspira, avistó con amargura el triunfo de la “escoria rebelde” y el nacimiento de la Nueva República, desde aquel borde exterior el “señor obscuro” reapareció por la democracia que años atrás liquidó, el mal se refleja en el rostro de Evelio y los muertos son experiencias en la fe, quiso ser presidente como Palpatine emperador, cada uno ganó a su manera e impusieron la dominación política a través de la superstición.
Ambos personajes tienen mucha similitud, Evelio hasta parece haber sido escrito por George Lucas, nacen de la vanidad ambos escondieron muy bien su naturaleza, uno era un “lord Sith” malévolo y enemigo de todo lo bueno, el otro lleva la obscuridad en la sangre, su primo Juan Hernández yace encerrado en su “montaña de sufrimiento”.
Palpatine y Evelio, llevan la traición en las venas, nacieron malos, el primero liquidó a su maestro que era un sabio del balance natural; el segundo, no tiene fe en el cielo, ni en el Salvador que le encargó un solo mandamiento “ama a tu prójimo”. Los muertos del golpe “fueron aprendizaje”, dice el Evelio ¿A que Dios sirve?
Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. En una galaxia no tan, tan, tan lejana, un pastor sin gracia se eleva sobre los demás, portando la bandera de salvación, su rebaño creció después de su protesta en huelga de hambre en los bajos del Congreso, exigiendo justicia, pocos advirtieron que no es un movimiento por la fe, sino, político, hoy lo sabe bien Cossette. Aquel siervo de Cristo ocultaba algo debajo de las prendas de lana de oveja y no era amor, era codicia. En una habitación luminosa, seis sillas dispuestas de roble, enorme comedor y solo la silla a la cabeza vacía, de pronto entra aquel hombre del que emanaba la misma paz de los iluminados ¿Siddhartha ya en su ascenso a Buda? ¿O Elías en carruaje de fuego ascendiendo al cielo? —¡Buenos días Pastor Evelio! —los presentes ahí rápido se regocijan en la presencia del divino–. Se sienta, como quien va a repartir el Espíritu Santo y vomita: No vine hablar de religión, hablemos de política quiero ser presidente de Honduras. En el nombre del Padre, del hijo y del Espíritu Santo. Amén.


La pobreza en Agua Zarca, departamento de Lempira, es generalizada, desnutrición, bajos ingresos y dependencia de la agricultura, terreno fértil para las visiones adanistas o mesiánicas de los que logran salir de ahí, quien hoy porta trajes de 5,000 dólares (los más prudentes), así lo vivió, quizá es el hambre que berrea o la falta de nutrientes en el cuerpo. El tercer hijo de Prospero Reyes y Clementina Hernández, cuenta que un día antes de cumplir los 18 años, como profecía divina, vio que tendría una vida abundante como Torquemada y descubrió el Evangelio del Reino de Dios, creyó estar destinado a algo grande. Allá en una galaxia muy, muy, muy lejana, por su lado, el emperador Sheev Palpatine, nació en el planeta Naboo –una tierra de paz–, en la ciudad de Theed, dentro de una familia noble y adinerada, su padre, Cosinga Palpatine, era un aristócrata severo y controlador; su madre, más pasiva y distante, desde joven, Sheev sintió repulsión por la hipocresía y la rigidez moral de su familia, brillante, frío y calculador, destacó por su capacidad anómala para manipular. Ambos desde jóvenes, creyeron ser llamados por un ente superior a una actividad “divina”. De alguna forma, ambos lo lograron. Y a ambos la ambición los llevó a traicionar a sus maestros, Reyes al nazareno y Palpatine a Darth Plagueis, un sabio que creía en el balance entre el bien y el mal como algo natural.


En medio de los desaparecidos y el humo de la década de 1980, la tierra del banano, las apuestas y fe, vivía una época obscura: «Lo viejo no acaba de morir y lo nuevo no termina de nacer, y en ese claroscuro surgen los monstruos», apunta Antonio Gramsci. Y así nació nuestro pobre pastor, un país en estado frágil, un hombrecillo carismático, hábil en el arte de la manipulación, asegurando tener “revelaciones divinas” para predicar, funda en pequeñas iglesias y auditorios lo que luego sería el imperio “Vida Abundante”, que terminaría lleno de políticos, militares, empresarios y otras “cositas”, un campesino superado.


Su poder fue la palabra, dominó con la retórica de la salvación, orden, pecado, sumisión, patriotismo y la promesa del cielo, una red de influencia espiritual, mutando a escuelas, medios de comunicación, hospitales, banca, ganadería, caficultura y bendiciendo dictadores y narcotraficantes; por su lado Palpatine, se mostró como una figura inofensiva, dedicado al bienestar, usa su imagen pública limpia para ganarse la confianza de colegas del Senado y de los ciudadanos, empieza a sembrar discordia y miedo: la amenaza de los separatistas, los conflictos militares y las tensiones políticas se intensifican, siempre con él como intermediario. Ambos crearon un enemigo para poder controlar, Evelio es el mediador entre la tierra y el cielo, siembra el miedo de perder la “democracia”, el “país” y la “libertad” ¡Casi un prócer! Y el enemigo es el comunismo, la muñeca Matrioshka y, en síntesis, las ideas comunistas de Jesús, entre otras amaras a tú prójimo como ti mismo ¡Aquí no cabe la ley de Justicia Tributaria! Palpatine, plantó la idea de la destrucción de la República Galáctica y que los Jedi eran la amenaza.


El emperador de las galaxias entiende que mantener el terror y miedo en la población es el camino de la dominación mental, es así, que conspira conflictos, divide personajes y atrae socios estratégicos, así asciende al control del poder, se presenta como un “outsider” candidato a Canciller Supremo de la República, uno de esos casos de “no quiero, pero lo tomo” –fríamente calculado– ya en el cargo, comienza a centralizar el poder, debilitando instituciones, acumula poder ejecutivo sin precedentes, bajo el pretexto de proteger la seguridad de la República, manipula a Anakin Skywalker, los Jedi y los senadores para que acepten cada paso que lo acerca a la autoridad absoluta.


Finalmente, cuando declara el Imperio Galáctico, se convierte en Emperador, consolidando su poder total: lo que empezó como influencia política es ahora un control absoluto sobre la galaxia entera. En la década de 2000, cuando Honduras se sumergía en polarizaciones políticas y “Vida Abundante” crecía como corporación financiera y rebaños domésticos, Reyes se convirtió en referente moral y político, desde el púlpito opinaba sobre leyes, elecciones y presidentes, su discurso se alineó con valores conservadores: antiaborto, defensa de la familia “tradicional” y crítica a movimientos sociales o progresistas, sobre todo el fantasma del comunismo como enemigo central, Reagan se quedaba chiquito y la guerra congelaba miles de muertos, los políticos entendieron pronto que una palabra suya podía mover votos. Él se volvió, sin nombrarse así, un actor político de facto, un oráculo del bien y del mal, fue asesor espiritual de figuras de gobierno, bendijo campañas, y su iglesia sirvió de escenario para legitimaciones simbólicas del poder. En Palpatinianas palabras: “No busques el trono… haz que el trono venga a ti”. Algo así como el inconsciente femenino, el poder no se toma, se recibe.


Una vez caídas las máscaras, un Evelio envuelto en el cinismo y con el alma corrupta ríe a carcajadas de los que han perdido la vida con violencia “con gusto participé en el golpe” y muertos “fueron parte del aprendizaje”, un lienzo perfecto para Goya y su Cronos, comiéndose a sus hijos y la sangre corriendo por los colmillos, el pastor que se ha devorado a sus ovejas ya no necesita ocultar lo que es, Evelio pasa de ser pastor a ser símbolo del cristianismo político conservador en Honduras, es una bestia sedienta de sangre que no cesaría de tragarse el Mar Rojo; su poder no se mide en electores, sino en influencia: en miedo, manipulación, en capacidad de moldear discursos desde la “autoridad divina”, el pulpito es toda una campaña nacional. Como Palpatine, no se sienta en el trono, lo sostiene desde la sombra, su estrategia fue siempre envolver la política con el lenguaje de la fe, donde los otros pedían obediencia al Estado, él pedía obediencia a Dios… o a su interpretación de su dios, se cumple la profecía de Cristo: “Vendrán falsos profetas”.


Ambos nacen dentro del sistema, uno político y otro religioso, aprenden a hablar en nombre de la luz mientras expanden su control, crean estructuras jerárquicas obedientes: senadores, feligreses o zombis da igual; todos sirven al trono invisible y ambos legitiman su poder como destino, no como historia de desarrollo popular. «Cuando mires al lado oscuro, cuidado debes tener… ya que el lado oscuro te mira también». Avanti.
PD: Estimados amigos y amigas, que todavía creen en los partidos del enclave Zemurray el creador de la Republica Banaera, lamentamos su falta de comprensión del séptimo arte y la genialidad de Lucas; llama la atención su interés en Star Wars aun cuando ésta no es otra cosa que la historia de Vietnam y su icónica victoria al imperio, hasta en la ficción los derrota el “comunismo” je, je, je.

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