Un nuevo tiroteo se registró hoy en la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Grand Blanc, Michigan, donde una persona perdió la vida y otras nueve resultaron heridas. El templo religioso fue incendiado por el atacante, que fue abatido por las autoridades locales.
Agencias / EL LIBERTADOR
La mañana del domingo, la tranquilidad de la comunidad de Grand Blanc, Michigan, se vio interrumpida tras un ataque contra un templo de la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. El hecho dejó un muerto, nueve heridos y provocó un incendio de gran magnitud.
Las autoridades confirmaron que el atacante, un hombre de 40 años originario de Burton, fue abatido por la policía local. Según el oficial William Renye, el individuo estrelló su vehículo contra la iglesia antes de abrir fuego contra los asistentes.
El incendio, que se presume fue provocado por el atacante, alcanzó la quinta alarma y obligó a una amplia movilización de bomberos. La estructura de la iglesia sufrió un colapso parcial y se teme que pueda haber más víctimas entre los escombros.


La localidad de Grand Blanc, situada a unos 13 kilómetros de Flint y 80 kilómetros al norte de Detroit, cuenta con alrededor de 8,000 habitantes. El suceso generó alarma en una comunidad acostumbrada a una relativa tranquilidad.
Los equipos de emergencia solicitaron evitar la zona para facilitar las labores de rescate. Bomberos y personal sanitario enfrentaron dificultades debido a la escasez de recursos locales, mientras combatían las llamas y atendían a las personas heridas.
Testigos relataron que algunas víctimas permanecieron atrapadas dentro del edificio cuando las llamas se propagaron rápidamente. Videos compartidos en redes sociales mostraron columnas de humo que se alzaban sobre la estructura incendiada.


El ataque ocurrió en la iglesia ubicada en McCandlish Road, rodeada por césped y estacionamientos, cercana a áreas residenciales y a otra congregación cristiana. Al momento del hecho se desarrollaban actividades de culto dominical.
Hasta ahora no se ha confirmado la identidad del agresor ni la cantidad exacta de feligreses presentes en la iglesia durante el ataque. La policía mantiene abierta la investigación y no descarta nuevas revelaciones sobre el caso.


Las autoridades habilitaron centros de reunificación en el pabellón al norte y en el teatro Trillium en Holly y McCandlish. El objetivo es apoyar a familiares y sobrevivientes mientras se recopila información sobre las víctimas.
El representante John James expresó solidaridad con los afectados a través de redes sociales. Mensajes de apoyo circularon entre líderes comunitarios y políticos, que calificaron el hecho como una tragedia para Michigan.
Por su parte, el presidente Donald Trump reaccionó en Truth Social. “El sospechoso está muerto, pero aún hay mucho por saber. Este parece ser otro ataque dirigido contra los cristianos de Estados Unidos”, escribió el mandatario.
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