El pasado 22 de agosto, un crimen conmocionó al mundo: la joven ucraniana Iryna Zarutska fue asesinada en un tren de Charlotte, EE.UU. El atacante confesó, a través de audios filtrados por Daily Mail, que el Gobierno había implantado «materiales» en su cerebro y que ellos habían controlado sus acciones cuando apuñaló a la joven.
Agencias y Redacción Central / EL LIBERTADOR
La noche del 22 de agosto, el tren ligero de Charlotte se convirtió en el escenario de una tragedia. Iryna Zarutska, una joven refugiada ucraniana que había escapado de la guerra fue apuñalada mortalmente por Decarlos Brown Jr., un hombre con un extenso historial delictivo y problemas de salud mental.
El ataque, captado por las cámaras de seguridad, se hizo viral en las redes sociales y muestra con crudeza cómo Brown sacó un cuchillo y apuñaló por la espalda a Zarutska, quien se dirigía a su casa después de trabajar en una pizzería. La joven, de 23 años, murió en el acto.
Brown fue detenido en el lugar y ahora enfrenta cargos tanto estatales como federales; además, tenía 14 antecedentes penales y cargos de asesinato en primer grado, y había sido diagnosticado con esquizofrenia.
EL ASESINO DE LA REFUGIADA UCRANIANA PODRÍA RECIBIR PENA DE MUERTE
El Departamento de Justicia de EE.UU. acusó a DeCarlos Brown Jr., de 34 años, por matar a Iryna Zarutska en un tren de Carolina del Norte el 22 de agosto. Podría recibir cadena perpetua o pena de muerte. Tras… pic.twitter.com/bbnGFuICbe
— Clarín (@clarincom) September 10, 2025
Zarutska llegó a Estados Unidos en 2022 huyendo de la guerra entre Rusia y Ucrania. Se estableció en Charlotte junto a su familia; su muerte conmocionó a varias personas y desató muchas críticas sobre lo sucedido.
Refiriéndose a un caso racista y críticas políticas, donde además se ha incluido la pena de muerte, el caso deja al descubierto una problemática profundamente arraigada en Estados Unidos: la violencia y un sistema judicial con muchas fallas.
Audios terroríficos
En un audio del 28 de agosto y difundido anoche por el Daily Mail, se escucha al acusado decirle a su hermana que creía que el Gobierno había implantado «materiales» en su cerebro y que ellos habían controlado sus acciones cuando apuñaló a Iryna.
Según dijo Brown, este supuesto «implante» habría sido el responsable de su reacción violenta hacia la víctima, a quien no conocía.
En la grabación, también puede escucharse que el hombre le dice a su hermana: “Me lastimé la mano al apuñalarla. Ni siquiera conozco a esa señora. Nunca le dije ni una palabra a la señora. Da miedo, ¿no? ¿Por qué alguien apuñalaría a otra persona sin motivo alguno?”.
Añadió en la conversación que deseaba que la policía «investigara» los supuestos «materiales» que lo «controlaban». El agresor se refería a sí mismo en tercera persona.
CNN indicó que, a comienzos de este año, Brown había insistido con un pedido similar. Había pedido a los agentes que investigaran un material artificial que controlaba su alimentación, caminata y habla, según consta en documentos judiciales citados por CNN.
Los agentes le aclararon que «el problema era médico» y él, disgustado, llamó al 911. Brown fue acusado de uso indebido del 911, un delito menor de clase 1.
Al conocerse la noticia, la alcaldesa de Charlotte, Vi Lyles, y la familia del atacante dijeron que el asesinato se debe, en parte, a las fallas del sistema judicial, que permitieron que Brown reingresara a su comunidad teniendo graves antecedentes de enfermedad mental y múltiples condenas por robo a mano armada, allanamiento de morada y hurto grave, reportó CNN.
 
  
  
 



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