BUROCRACIA BLOQUEA TRANSPORTE SEGURO DE UNIVERSITARIOS

La Universidad Nacional, no ha podido ofrecer una solución a su comunidad con un sistema de transporte exclusivo y seguro, ante esta urgencia los estudiantes han encontrado unidades privadas que no son del agrado de transportistas “públicos” que, a través de la violencia y la intimidación, impiden que este servicio opere a favor de los “pumas”.

EL LIBERTADOR se entrevistó con fundadores del sector “alternativo” de transporte, quienes han explicado que llevan 14 años pidiendo apoyo estatal para reglamentarse y que no compiten contra el sector “público” porque no recogen pasajeros en estaciones de la ciudad.

Redacción Central / EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. La Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), aún no cuenta con un transporte exclusivo para sus estudiantes en el ámbito nacional, algunos centros regionales son una excepción por la inseguridad, sobre todo para protección de mujeres.

En Ciudad Universitaria, campus ubicado en el Distrito Central (Tegucigalpa y Comayagüela), capital de Honduras, miles de jóvenes acuden a sus clases haciendo uso del controversial “transporte público”, ya que, aunque está subsidiado por el Estado –que además emite licencias de operación y otros documentos–, lo conforman empresas de capital privado.

Pero este rubro, para muchos jóvenes y ciudadanía en general, es considerado como precario, ya que, aparte de que varias unidades no se encuentran en condiciones dignas –siquiera limpias–, los autobuses y taxis son objetos de asaltos y conductores imprudentes que a menudo ponen en riesgo la vida de los pasajeros cuando “pelean línea” con otras unidades.

En ese contexto, la comunidad universitaria ha encontrado un alivio en transportes privados que hacen rutas especiales y trabajan únicamente con estudiantes o personal de la máxima casa de estudios; sin embargo, estos han sido blanco de la hostilidad del sector urbano que en los últimos días ha emprendido una “cacería” contra estas unidades, poniendo en riesgo la vida de los universitarios.

Por ejemplo, quedó Documentado en videos –divulgados en redes sociales y hasta denuncias del mismo rector de la UNAH, Odir Fernández–, el ataque que sufrieron varias de estas unidades a manos de conductores de rutas urbanas, quienes acusan a esta modalidad de transporte de operar en “competencia desleal” y ser “nocivo” para el transporte público.

Transporte “RTU”
Conscientes de esta necesidad estudiantil por tener un transporte digno, desde hace más de 25 años los hermanos David y Rotnny Ferrera, dieron vida al sistema de transporte universitario RTU, siglas que conforman la ruta de estas unidades: Residencial-Torocagua-Universidad.

Estas fueron algunas de las unidades objeto del “enojo” de los transportistas urbanos, quienes agredieron no solo bloqueando el tránsito, sino también dañando los vehículos e intimidando a los estudiantes hasta bajarlos en plena vía pública.

EL LIBERTADOR contactó a los hermanos Ferrera para conocer los motivos detrás de las agresiones y, según David, uno de ellos es el tema burocrático, pues son preferencia de los universitarios y por eso llevan 14 años buscando los permisos correspondientes ante el Instituto Hondureño de Transporte Terrestre (IHTT), sin resultados positivos.

«En parte tienen razón cuando dicen [el sector urbano] que somos ilegales, pero es porque el IHTT no nos da [los permisos],» explica David. Y un detalle, la preferencia se relaciona a problemas históricos del transporte urbano: asaltos, maltrato a pasajeros, unidades destruidas o sin estándares de aseo, entro otras, según encuesta de este periódico, no respetan siquiera los derechos de adultos mayores o personas con discapacidad.

La modalidad de los RTU está enfocada en el servicio a estudiantes universitarios y personal administrativo de la UNAH, es decir, no suben pasajeros aleatorios como sí lo hacen los “buses de ruta”.

“No estamos compitiendo para nada con la ruta urbana; salimos llenos de la universidad y los pasajeros salen cobrados, no es como que vamos recogiendo personas en el camino”, explicó.

Sin embargo, esta indefinición ha generado conflictos con el transporte urbano, cuyos integrantes los señalan por supuesta competencia desleal; algo similar ocurrió hace algunos años cuando el sector protestó contra “taxis VIP” y plataformas como Uber o InDrive, alegando que quedarían “sin empleo”.

David, denunció que los cobradores y conductores están siendo víctimas de acoso por parte de transportistas urbanos, quienes graban videos y toman fotografías para intimidarlos.

También explicó que en el momento de uno de los tantos ataques, había agentes de policía en un puente peatonal cercano a la UNAH, pero se negaron a intervenir con el argumento de que no podían “abandonar” su puesto. Esta inacción dejó a los pasajeros y al conductor “totalmente a la deriva”.

Además, rechazó rumores malintencionados que aseguran que la empresa paga a los estudiantes para protestar, ya que el día del incidente varios alumnos de la máxima casa de estudios organizaron una protesta para condenar las agresiones contra unidades RTU y otros.

Sobre los ataques, un estudiante que pidió mantener su nombre anónimo dijo a EL LIBERTADOR que “no contar con este servicio estudiantil nos deja expuestos a muchas dificultades: inseguridad, acoso, maltrato y retrasos constantes. Este transporte no es solo un bus, es un espacio seguro que nos garantiza llegar a clases con dignidad”.

La protesta de los estudiantes contó con la participación de miembros del Frente de Reforma Universitaria (FRU), quienes respaldan este transporte alternativo por lo que significa para los universitarios en materia de seguridad y buen servicio.

“Para serle sincero, no nos esperábamos que el FRU nos dieran ese respaldo y esa seguridad y hay que darle gracias al FRU por no quedarse callado, por salir hoy a defendernos y alzar la voz por todos los que usamos estas rutas. saber que no estamos solos, es un alivio”, recalcó.

Por su parte, Rotnny Ferrera compartió la frustración que sienten por la falta de avances en la formalización del sector, ya que han gastado dinero en abogados y trámites, y que ha quedado evidencia que los acuerdos verbales con otros sectores del transporte no garantizan su operatividad.

Asimismo, advirtió que esta situación puede generar consecuencias graves si no se abordan con seriedad; por ello, exige que las autoridades puedan otorgarles los permisos correspondientes para proteger a los estudiantes y conductores.

En opinión de David y Rotnny Ferrera, la preferencia de los universitarios se explica por la atención personalizada, la puntualidad y el sentido de seguridad que no encuentran en el transporte urbano, y señalan que sus unidades cumplen rutas directas y cuentan con reglamentos internos que sancionan a quienes infringen las normas, lo que refuerza la confianza de los pasajeros.