¡CUÁL DEMOCRACIA! ARDE LOS ÁNGELES EN PROTESTAS SOCIALES Y REPRESIÓN DE TRUMP

Miles de ciudadanos protestan desde el pasado viernes en Los Ángeles en contra de las redadas migratorias y detenciones por acusaciones de violar las leyes de inmigración. Para disuadir a las multitudes, además de las violentas represiones, el presidente Donald Trump envió a la Guardia Nacional.

Agencias / EL LIBERTADOR

La ciudad de Los Ángeles, California, ha sido la sede de violentos enfrentamientos entre manifestantes en contra de la política antinmigrantes que ha promovido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y fuerzas de seguridad incluidos miembros de la Guardia Nacional.

Las protestas están marcadas por incendios, saqueos, ataques contra los uniformados y el uso de la fuerza contra los manifestantes, lo que provocó el despliegue de 2,000 soldados de la Guardia Nacional.

La decisión del mandatario se impuso sobre la autoridad del gobernador de California, el demócrata Gavin Newsom, quien calificó la medida de «provocación deliberada».

En la última semana, al menos 118 inmigrantes fueron arrestados en operativos realizados en varias partes de la ciudad. Esto generó un ambiente de tensión cuando multitudes se congregaron frente a negocios que presuntamente iban a ser blanco de redadas.

Según la oficina del alguacil del condado de Los Ángeles, los manifestantes se tornaron «cada vez más agresivos, lanzando objetos y mostrando comportamientos violentos», lo que obligó a la policía a emplear gas lacrimógeno y granadas aturdidoras.

QUÉ LOS PROVOCÓ

Las protestas empezaron el pasado viernes en las ciudades de Paramount y Compton, en el condado de Los Ángeles (California), después de que agentes del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) realizaran redadas migratorias y detenciones por acusaciones de violar las leyes de inmigración.

Las protestas están marcadas por incendios, ataques contra los uniformados y el uso de la fuerza contra los manifestantes.

En las imágenes desde el lugar se observa cómo los participantes en los disturbios quemaron numerosos coches. Se reportan casos de vandalismo y saqueos.

El domingo, una multitud se dirigió a la autopista 101 de Los Ángeles y detuvo el tráfico en ambas direcciones. Posteriormente los manifestantes lanzaron piedras y otros objetos hacia los coches policiales que se desplazaron al lugar. Todavía la carretera sigue cerrada.

En paralelo, el jefe del Departamento de la Policía de Los Ángeles, Jim McDonnell, declaró que los agentes están «bajo ataque», denunciando el «repugnante» nivel de violencia. Indicó que los participantes en la protesta arrojaron cócteles molotov, material pirotécnico y piedras contra los uniformados.

Para hacerse con el control de la situación, que era caótica, la Policía y la Guardia Nacional emplearon gases lacrimógenos y balas de goma. Además, la Policía local prohibió a los ciudadanos reunirse en el centro de Los Ángeles.

Aproximadamente 60 personas fueron detenidas el pasado domingo, señaló McDonnell, que se suman a las decenas de arrestados de las jornadas anteriores.

DESACUERDO CON LAS AUTORIDADES LOCALES

Mientras tanto, el gobernador del estado de California, Gavin Newsom, se opuso al despliegue de la Guardia Nacional y solicitó a la Administración federal que retire a las tropas que «ilegalmente» desplazó a la urbe, argumentando que está «vulnerando la soberanía estatal».

El gobernador alertó que «la decisión de desplegar la Guardia Nacional sin la capacitación ni las órdenes adecuadas corre el riesgo de agravar seriamente la situación». En su opinión, no es necesario esa fuerza en Los Ángeles, y «hacerlo de esta manera ilegal y durante un período tan prolongado constituye una grave violación de la soberanía estatal».

Newsom anunció que demandará a Trump por el despliegue de la Guardia Nacional. «Comandar la Guardia Nacional de un estado sin consultar al gobernador de ese estado es ilegal e inmoral», declaró.

Por su parte, Tom Homan, el llamado ‘zar de la frontera’ y encargado de las deportaciones masivas de la Administración de Donald Trump, advirtió el pasado sábado de que la aplicación de las leyes migratorias continuará «todos los días» en Los Ángeles e insinuó que incluso funcionarios, como el gobernador Newsom y la alcaldesa de la ciudad, Karen Bass, podrían enfrentar arrestos si interfieren a los agentes en el terreno.

Newsom, en respuesta, desafió a Homan a detenerlo. «Es un tipo rudo, ¿por qué no lo hace? Sabe dónde encontrarme […]. ¡Arréstenme! Acabemos con esto, chico rudo. Me importa un bledo, pero me importa esta comunidad», respondió.

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