“A pesar de las condiciones negativas” heredadas de la anterior administración, Honduras ha tenido un crecimiento económico superior al 3.4 por ciento en los últimos tres años, explicó el congresista y economista Hugo Noé Pino.
La gestión económica del gobierno ha sido elogiada por el Fondo Monetario Internacional, lo que a criterio de Pino, “es un mentís para aquellos que hablan de que la economía hondureña es un desastre”.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El vicepresidente del Congreso Nacional y reconocido economista, Hugo Noé Pino, dijo a EL LIBERTADOR que la evaluación positiva del Fondo Monetario Internacional (FMI) sobre las políticas económicas del Gobierno es un “mentís para aquellos que hablan de que la economía hondureña es un desastre”.
Lo anterior, luego de que el director del Departamento del Hemisferio Occidental del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Valdés, afirmó que Honduras se encuentra en una posición sólida para enfrentar la actual coyuntura económica global, gracias a la inversión pública y a la disciplina fiscal implementadas por el gobierno.
“Las cosas se han movido muy bien para el país. Es un ejemplo de un consejo que da el fondo: reparar el techo de la casa mientras hace sol, es decir, aprovechar los momentos de calma e imponer políticas sobre aspectos estructurales y macro”, expresó.
Por ello, el doctor en economía, Hugo Noé Pino, explica que la apreciación del FMI responde a la buena gestión que el actual Gobierno implementa a través de políticas sociales y de inversión pública. “Pese a las condiciones negativas” heredadas de la anterior administración, Honduras ha tenido un crecimiento económico superior al 3.4 por ciento en los últimos tres años.
“Es un crecimiento que ha estado caracterizado por una estabilidad macroeconómica importante, con acumulaciones, la inversión de reservas, estabilidad relativa del tipo de cambio y déficits fiscales bajos. Esto, obviamente, debió haber sido la base para un impulso de la inversión privada mucho mayor de lo que hemos tenido en el país”, amplió el economista.
Otra consideración, según Pino, es que hay puntos débiles en la gestión gubernamental que deben ser considerados, como la baja capacidad de ejecución del presupuesto y la calidad del gasto público. Sin embargo, “esto se da en un contexto en el que la inversión productiva y social hecha por el gobierno de la presidenta Xiomara Castro ha sido una de las más altas en la historia reciente”.
Entre las inversiones que registra el actual Gobierno, destacan la construcción de carreteras, la remodelación del sector salud con ocho nuevos hospitales, así como en materia de energía, invirtiendo en líneas de transmisión, renegociando contratos para ayudar a reducir las tarifas energéticas y licitando nuevas fuentes de energía.
A criterio del economista, esto ha permitido una mayor apertura a la inversión privada, en contraste con la dialéctica de la oposición al Gobierno. Y concluye: “La inversión extranjera en los últimos 20 años no ha sido sumamente dinámica en Honduras; de hecho, desde 2017 se ha registrado una drástica caída y lo que ha hecho el gobierno de la presidenta es establecer aquellas condiciones que son más atractivas para la inversión extranjera”.
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