“Espero que la gente de Honduras me perdone a mí, perdone al país, por cosas que, de verdad, no tendrían que haber ocurrido”, así reaccionó el entrenador, Luis Fernando Suárez, ante el condenable acto de racismo que sufrió el atacante hondureño, Rubilio Castillo, durante el “clásico del eje cafetero” en Colombia, entre Deportivo Pereira y Once Caldas.
Redacción centra / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Durante el partido entre Deportivo Pereira y Once Caldas de la primera división colombiana, el legionario hondureño, Rubilio Castillo, fue víctima de insultos racistas por parte del jugador Joel Contreras, según el relato del catracho, el incidente ocurrió tras una falta en la que fue derribado, mientras permanecía en el suelo, Contreras se acercó y le dijo: “Levántate, simio”.
El hecho ha generado indignación, y el técnico del Deportivo Pereira, Luis Fernando Suárez –exseleccionador de Honduras–, expresó su rechazo ante lo sucedido, “tengo dolor de país, en este momento. No puede ser que nosotros hagamos esto que hicimos hoy. Lo que el chico le dijo a Rubilio no puede ser, después yo veo a la hinchada aplaudiendo la salida de ese muchacho como que hubiera hecho lo mejor… ¡Me duele el país, de verdad!”.
El entrenador recordó su paso por Honduras y enfatizó que fue recibido con respeto, por lo que le resulta inaceptable que Castillo haya sido tratado de esa manera, “me trataron bien. Llega él y lo primero que le dicen es que es un simio… ¡Dios mío! Es una situación en la cual nos toca pensar en qué estamos… ¿En qué país estamos? ¿Qué estamos haciendo nosotros?”.
Suárez criticó la indiferencia con la que suelen abordarse estos temas en el fútbol: “Ahorita se hablará de una situación, del resultado, de un error del arquero, de esto, de aquello… ¡Y lo demás queda! Lo más importante queda ahí, en el olvido”.
El estratega además, en nombre del pueblo colombiano, pidió a los hondureños que le perdonen a él y al país, “por cosas que, de verdad, no tendrían que haber ocurrido”.
La Federación de Fútbol de Honduras (FFH), expresó su profunda indignación y condeno el acto de racismo, señalando en comunicado oficial que en la vida “no hay cabida para la discriminación en ninguna de sus formas”.
“Reiteramos nuestro compromiso con los valores de respeto e inclusión que promovemos como miembros de la FIFA, y nos mantenemos inquebrantables en la defensa de los valores de respeto, equidad e inclusión que rigen nuestra disciplina”, dicta el documento.
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