“Días Trágicos”, es el primer disco de “Pavelín” fuera de “Café Guancasco”, una antología de canciones compuestas antes de integrarse a “la banda de la Resistencia”, tras búsqueda, la obra pasó a un proceso para mejorar la calidad de audio.
Pese a que las melodías fueron grabadas en su adolescencia, Pavelín observa que mantienen la línea social que ha caracterizado su trova, las sonatas ya están disponibles en plataformas digitales: Spotify, Apple Music, YouTube, Deezer, entre otras.
“Quiero concentrarme en la música porque creo que en los últimos años en Honduras me politicé mucho y no me arrepiento de eso, pero he llegado a un momento en que quiero regalarle mi música a la gente”, relata Pavelín.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Honduras se ha convertido en “tierra hostil” para la vida, las artes, la salud, la educación y la dignidad, ejemplo dejó el poeta Edgar Florián, muerto por indiferencia estatal, como miles de hondureños que han perecido por la violencia y la precariedad del sistema sanitario, entre tantas razones.
Esta realidad es remarcada en “Días Trágicos” una oda a la rebeldía hondureña, compuesta por Pavel Núñez (Pavelín), que significa el relanzamiento de su carrera en solitario, cuyo material fue compuesto mucho antes de Café Guancasco.
Hace unos cinco años que a Pavelín ya no se le ve por estas Hibueras, el desempleo y la precariedad del Sistema de Salud –principalmente– le obligaron a migrar, como cientos de miles de compatriotas que buscan una vida digna, un éxodo sin fin.
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PAVELÍN “2.0”
Pavelín ahora radica en Francia, en una región donde Honduras es desconocida, no hay comunidad latina y los vientos de los Alpes le hacen añorar el trópico hondureño. Envuelto en la nostalgia, recordó su niñez, su juventud y cada paso en el movimiento social, de allí salió la idea de rescatar canciones que fueron compuestas antes del nacimiento de Café Guancasco. El populoso trovador ha aprovechado este diálogo con EL LIBERTADOR para abrirse ante el mundo, y confesar que hasta ahora, todas las entrevistas que ha dado han sido perfiladas en lo político, nunca ha contado su historia como tal.- “Días Trágicos”, engloba esa faceta de un Pavelín jovencito, inquieto por la desigualdad del mundo.
NIÑO PRODIGIO
Este álbum, según el propio autor, lleva la esencia de las enseñanzas de sus padres, de cuándo su papá le inculco el gusto por la música clásica, la pintura y la ejecución de instrumentos. Desde los cinco años comenzó con el piano, a los nueve ya tocaba como prodigio “ya era como el niño bufón, llegaban las visitas y me ponían a tocar, me daba pena”. Ahora como padre, es reflexivo al mencionar que ese tipo de crianza no era influencia y control, sino más bien una transmisión de cultura, algo que agrade enormemente. Cuenta que ahora él está transmitiendo lo que sabe al pequeño Hugo, quien está creciendo disfrutando de los “Avengers”, pero también de Charles Chaplín.- Reconoce que fue un “cipote” muy solitario, pero el andar en el movimiento social lo transformó radicalmente, como su música logró transformar a toda una generación.
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SONIDO INSURGENTE
“Días Trágicos” fue creado a partir de canciones remasterizadas, algunas incluidas en el primer álbum de estudio de Café Guancasco y otras que son inéditas. Por cierto, Pavelín reconoce que su carrera musical “despegó” gracias a Karla Lara, “ella es súper famosa, me vio tocar una vez cuando tenía unos 19 años, le gustó como tocaba y me hizo su guitarrista. Ella me dio un gran empujón porque en sus conciertos me dejaba tocar mis canciones”. Al llegar a la universidad, entró a su faceta de activista político y para 2006 ya estaba junto a Pavel Cruz (Pavelón), en composición de himnos que convirtieron a Café Guancasco en “la banda de la Resistencia”, porque en uno de los momentos más crudos de la historia del país, dieron sinfonía para inspirar la lucha social.
INMIGRANTE
Sobre su nueva vida en Francia, menciona que ha aprovechado las dificultades y la soledad para seguir componiendo canciones, pasando a un momento de buscar piezas que se creían perdidas. “Quiero dedicarme a la música, por primera vez en mi vida. Estoy en un momento en que quiero que la gente me recuerde y siga escuchando mi música contestataria”.- Sobre vivir en el “viejo mundo”, dice que no le ha sido fácil, porque para poder tener un ingreso ha renunciado a todo lo que es en Honduras, incluido su perfil academicista, para trabajar de lo que sea. “El sueño europeo no existe, es lo mismo que el sueño americano. Es que hay algo que nunca va cambiar, cualquiera que migra, sigue siendo hondureño, sigue siendo pobre y sigue viviendo la realidad hondureña”.
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JORNALERO
Al respecto, Pavelín renunció –de cierta forma– a sus licencias para ser docente universitario, a cambio de un salario como jornalero, en Francia comenzó siendo botarga (mascota) de una franquicia de restaurantes, “fui un hipopótamo”. En paralelo comenzó a dar clases de español, luego de música y de a poco iba “reactivando” sus ganancias con conciertos; sin embargo, llegó el Covid-19: “La pandemia me mató, perdí siete contratos de trabajo para dar clases”.- Entre los puntos a favor de vivir en el “primer mundo” es que el Sistema de Salud le ha permitido estar bien, pero de igual forma recalca que no tiene la vida resuelta, “y como dice mi madre, uno en sus país vive como rey, aunque esté hecho mierda”. Y sobre la lucha del hondureño, lamenta que estar tan lejos y ver lo que pasa en el país se traduce en impotencia, pero que ésta se redirige a las canciones beligerantes por venir.
Artículo completo en EL LIBERTADOR, edición mensual.
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