El analista político José Zúniga cuestionó la función de organizaciones que recibieron fondos de USAID, ya que la entidad estadounidense ha sido catalogada por funcionarios de ese país como una “organización criminal”, además de contar con numerosas denuncias y señalamientos de ingerir en la política de diversos países, desestabilizando gobiernos no alineados a los intereses de EE. UU.
Redacción Central /EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El analista José Zúñiga señaló que la administración del expresidente de Estados Unidos, Donald Trump, prioriza la reducción del gasto en organizaciones que, según su criterio, no han cumplido un papel funcional dentro de los objetivos establecidos.
Recientemente, la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha experimentado cambios significativos en su estructura y operaciones con la decisión ejecutada por Trump, de cerrar la ayuda de EEUU a otros países. Y, en ese sentido, el presidente, junto con el empresario Elon Musk, ha iniciado esfuerzos para desmantelar la agencia, argumentando que es ineficiente y derrochadora.
En este contexto, Zúñiga indicó que USAID ha operado como un instrumento de presión geopolítica en los países donde tiene presencia, buscando desestabilizar gobiernos que no se alinean con los intereses estadounidenses, en lugar de enfocarse en brindar asistencia social a las comunidades más vulnerables.
Asimismo, destacó que, en Honduras, organizaciones como la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) y el Consejo Na cional Anticorrupción (CNA), que reciben financiamiento de USAID, han funcionado más como actores de estabilización social que como entidades de veeduría ciudadana.
“Están estos en la mira de tener que reconfigurarse y ver si realmente están cumpliendo una función social, como en su momento lo entre comillas, lo estaba haciendo USAID”, expresó.
En Honduras, varias oenegés y grupos de sociedad civil recibieron fondos de la agencia estadounidense. Por ejemplo, el Consejo Nacional Anticorrupción recibió –entre 2017 y 2023–, aproximadamente 151 millones de lempiras; mientras que, ASJ, según información en su portal web, recibió hasta 2020 unos dos millones de dólares anuales (51,340,000 lempiras a cambio actual).
El analista planteó interrogantes sobre la función real de estas oenegés señalando la falta de claridad sobre su propósito y el impacto que tienen en la sociedad hondureña.
Además, cuestionó si “realmente la sociedad en estos organismos tiene un beneficio directo o un provecho directo para erogar millones de lempiras de las partidas presupuestarias de cualquier gobierno de turno”.
Zuniga subrayó, por ejemplo, que el CNA no dependen únicamente de los fondos de USAID, sino que también reciben financiamiento del Estado hondureño, en este sentido, instó a la administración de la presidenta Xiomara Castro a reconsiderar si estos organismos cumplen con un propósito social o si, por el contrario, operan como herramientas de presión política.
Finalmente, el experto enfatizó que es fundamental evaluar el papel que desempeñan estas organizaciones y determinar si su función responde a los intereses de la sociedad hondureña o si, en cambio, operan como instrumentos de presión política sobre las administraciones gubernamentales
Deja un Comentario