¡EXCLUSIVA! FCI LEWISBURG, NUEVA CÁRCEL DE JOH, TAN DEPRESIVA QUE ORILLA AL SUICIDIO

La Institución Correccional Federal Lewisburg se ha convertido en la nueva casa del exmandatario Juan Orlando Hernández (JOH). Fundada en 1932, diversos informes han denunciado las deficiencias operativas dentro del centro penal, incluyendo severos castigos hacia los reclusos por parte del personal de la prisión y la falta de medidas adecuadas para prevenir el suicidio entre los reclusos.

Redacción Central / EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. Un aproximado de 1,128 reclusos se encuentran privados de su libertad en la Institución Correccional Federal Lewisburg (FCI Lewisburg, por sus siglas en inglés), y uno de ellos es el exgobernante hondureño Juan Orlando Hernández (JOH), preso y condenado a 45 años de cárcel por delitos relacionados con el narcotráfico.

Ante la denuncia de su esposa, Ana García, quien afirmó no saber dónde se encontraba recluido el exgobernante, EL LIBERTADOR constató que Hernández fue trasladado a la prisión federal de mediana seguridad ubicada en Pensilvania.

La prisión de Lewisburg, ubicada en Pensilvania, fue fundada en 1932 y es operada por la Oficina Federal de Prisiones del Departamento de Justicia de EE.UU.

La prisión, diseñada por Alfred Hopkins, fue fundada en 1932 y está operada por la Oficina Federal de Prisiones, una división del Departamento de Justicia de los Estados Unidos. Inicialmente, Lewisburg fue designada como una unidad de gestión especial destinada a albergar a los reclusos más violentos y disruptivos en la Oficina de Prisiones.

Sin embargo, a partir de 2021, se cambió de una institución de alta seguridad a una de seguridad media, aunque esto no ha significado que la prisión sea cómoda para sus inquilinos, ya que se han documentado quejas sobre el maltrato que reciben los internos por parte del personal penitenciario.

Originalmente, Lewisburg fue designada como una unidad de gestión especial para albergar a los reclusos más violentos y disruptivos, pero cambió a seguridad media en 2021.

Además, informes del Departamento de Justicia han señalado serias deficiencias operativas, incluyendo problemas en la gestión del personal y la falta de medidas adecuadas para prevenir el suicidio entre los reclusos.

Un artículo publicado por NPR (National Public Radio), reveló que “funcionarios de la prisión utilizaron restricciones como castigo para los prisioneros que rechazaron sus asignaciones de celdas”. Además, “el informe encontró que presos con enfermedades mentales en Lewisburg fueron colocados en confinamiento solitario, a veces por mucho más tiempo de lo recomendado por la política” estadounidense. 

Entre enero de 2022 y marzo de 2024, Lewisburg registró 16 intentos de suicidio, de los cuales siete involucraron a reclusos en celdas individuales durante el intento.

Lo anterior, expuso a que los reclusos se enfrentaran a condiciones precarias, orillando a muchos al suicidio.

De enero de 2022 a marzo de 2024, Lewisburg tuvo 16 intentos de suicidio, de los cuales siete involucraron a reclusos que estaban en celdas individuales en el momento de atentar contra su vida; cinco de estos siete intentos involucraron a reclusos que estaban en régimen de aislamiento cuando intentaron suicidarse.

La prisión no es –generalmente– un lugar de destino para diversos presos, en la mayoría de casos, Lewisburg es un centro de reclusión de transición. Aunque se había informado que Hernández estaría recluido en el Centro de Detención Metropolitano de Brooklyn hasta finales de marzo, todavía no hay información oficial para detallar los motivos del cambio.

Así es Lewisburg:

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