MILLONARIA TRANSNACIONAL DE “SOCIEDAD CIVIL”, ASJ, SE CONVIRTIÓ EN AGENTE POLÍTICO

Tanta ha sido la bonanza de esta oenegé que, en 2020, mientras más de 20,000 hondureños morían por la mortal pandemia y por el robo criminal de su socio, el gobierno nacionalista de Juan Hernández, ASJ inauguró su propio moderno edificio con costo cercano a 100 millones de lempiras. Ninguna otra institución sin “fines de lucro”, en la historia de la sociedad civil nacional tuvo semejante salto en bienes y capital, ni influencia en el Estado, ni cobertura mediática, como ASJ.

ASJ puede ser admiración o envidia; los logros que ha obtenido por la potente gestión de fondos con contrapartes influyentes, humillan los negocios y ganancias de miles de empresas privadas, sólo en el periodo 2014-2020 administró 464 millones de lempiras para inversión en programas y proyectos.

En la edición mensual número 170 del periódico EL LIBERTADOR, haciendo uso de sus facultades como auditor social, realizó una radiografía completa de lo que hoy es una de las oenegé que mayor oposición ha realizado contra el gobierno de la presidenta Xiomara Castro, la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ).

Redacción Central / EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. Si usted quiere saber la razón por la que la Asociación para una Sociedad más Justa, representante en Honduras de Transparencia Internacional –ASJ/TI– con sus figuras más visibles, Carlos Hernández y, en su momento, Omar Rivera, opinan, censuran, imponen su criterio e imparten cátedra de cómo dirigir el aparato estatal, en la primera parte de este reportaje se lo diremos.  

El equipo de prensa de EL LIBERTADOR se ha tomado el tiempo de investigar la razón por la que esta organización no gubernamental (oenegé), conocida por sus siglas ASJ, tiene tanta presencia mediática y sus nexos con el régimen de Juan Orlando Hernández, a tal punto que los medios de comunicación corporativos la han bautizado como “la representante de la sociedad civil”, ignorando que otras oenegé, organizaciones sindicales, obreras, gremiales, estudiantiles y empresariales, también representan a la sociedad civil.   

ONG TRANSNACIONAL

La Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) es una organización no gubernamental (ONG) creada en 1998, por los esposos estadounidenses de origen holandés Kurt Alan Ver Beek y Jo Ann Van Engen, así como por Carlos Hernández, definidos como cristianos evangélicos, con el objetivo de “trabajar para una sociedad donde prevalezca la justicia, enfocándose en lograr que el sistema gubernamental funcione y sea justo especialmente para los más vulnerables”.

Juan Hernández, hoy preso por narcotráfico, saluda a la presidenta de Transparencia Internacional, Huguette Labelle, y el director de ASJ, Carlos Hernández.

El 4 de noviembre de 2013, en Berlín, Alemania, ASJ, por medio de su director ejecutivo, Carlos Hernández, dio un salto trascendental al firmar con la oenegé Transparencia Internacional (TI), líder mundial en el combate de la corrupción, un convenio para convertir a ASJ en el capítulo de TI Honduras. De ahí, comenzó a recibir millonarias sumas de dinero de organismos internacionales y de otras fuentes, su presencia se hizo notoria en ámbitos de la vida pública hondureña.   

La Asociación maneja los programas Convenio ASJ/TI/Gobierno de Honduras, Transformemos Honduras, Asistencia Legal Anticorrupción (ALAC), Alianza por la Paz y la Justicia (APJ) y Revistazo.- Tiene oficinas en Grand Rapids, Estado de Michigan con el nombre Association for a more Justice Society (AJS), fundada en el año 2000. AJS se extiende también por Canadá donde está en espera de la personería jurídica.

GOBIERNO DE HECHO

Nueve meses después de haber tomado posesión de su primer período presidencial, el 6 de octubre de 2014, Juan Hernández, firmó con ASJ/TI una carta de intenciones que lleva el extenso y cansino nombre “Convenio de colaboración y de buena fe para la promoción de la transparencia, combate de la corrupción y fortalecimiento de sistemas de integridad”.

Expresa que ASJ tenía la tarea de monitoreo y evaluación sobre los resultados de desempeño institucional y avances en materia de integridad, transparencia y rendición de cuentas en cinco sectores públicos del gobierno identificados como los más vulnerables: Educación, gestión tributaria, servicio de administración de rentas, infraestructura y servicios públicos, salud y seguridad.

Juan Hernández juramentando a a la comisión depuradora de la Policía Nacional, integrado por miembros de las Sociedad Civil y la Iglesia.

Estas instituciones eran las secretarías de Educación, Salud y Seguridad; Coalianza (liquidada) y el Servicio de Administración de Rentas (SAR). El Convenio también autoriza a ASJ a presentar las denuncias de corrupción ante el Ministerio Público.

La ONG se convirtió en un poder de facto, con derecho a fiscalizar las acciones del gobierno, evaluar y recomendar despidos de personal e imponer procedimientos de administración pública.

DONACIÓN ABUNDANTE

El convenio que firmó ASJ/TI para monitorear y evaluar los avances del gobierno en materia de integridad, transparencia y rendición de cuentas, requiere de millonarios recursos, ASJ los tiene, y en abundancia.

Los estados financieros de ASJ publicados al 31 de diciembre de 2018, revelan que la ONG recibe millonarias donaciones provenientes de organizaciones gubernamentales y no gubernamentales de naciones extranjeras, de manera específica de Europa, Canadá y Estados Unidos de Norte América.  

La nada despreciable cifra de 464 millones de lempiras ha administrado ASJ, producto de 26 programas que fueron ejecutados entre los años 2014 y 2020.- En 2017 reportó como gastos de operación y de administración de los proyectos la suma de 111 millones de lempiras.

En 2018 por el mismo concepto erogó 125 millones de lempiras.- En su mayoría los programas están enfocados a los sectores de seguridad y justicia, seguidos por transparencia y desarrollo social.

ONG “INOCUAS”

Por ser una organización cuyos fundadores provienen de iglesias protestantes, no extraña que ASJ/TI reciba fondos de instituciones religiosas, tales como: Word Renew, perteneciente a la Iglesia Cristiana Reformada de Canadá, que sirve de canal para que ASJ-Canadá reciba fondos destinados para el “Proyecto Juventud y Familia de AJS en Honduras”.

Otros consorcios evangélicos como la agencia alemana Kindernothilfe, Proyecto Cornerstone, Proyecto TIM-GEISEE, Agencia Viva Dinamarca (DANIDA), colaboran financieramente con ASJ en programas destinados a niños y jóvenes en estado de vulnerabilidad. De la agencia DANIDA administran un proyecto por 283 mil dólares, que equivalen a siete millones de lempiras.

NO TAN INOCUA

ASJ/TI maneja cuatro programas provenientes de la Open Society Foundations (OSF), por un monto global de 475 mil dólares, equivalente a 12 millones de lempiras, afín de incidir en seguridad y justicia y “fortalecer los programas de transparencia de ASJ”.

George Soros.

OSF fue creada por el magnate húngaro-judío y naturalizado estadounidense, George Soros, uno de los hombres más ricos del mundo y conocido porque provocó la quiebra del Banco de Inglaterra el 16 de septiembre de 1992, episodio conocido como “miércoles negro” y de la cual obtuvo mil millones de dólares de ganancia.

Meses después de la histórica quiebra, fundó la red Open Society Foundations, la segunda organización filantrópica del mundo después de la Fundación de Bill y Melinda Gates. Apoyó las candidaturas presidenciales de John Kerry y Barack Obama. Tiene fama de especulador financiero y de conspirar contra gobiernos populares en apoyo a las estrategias desestabilizadoras de EE.UU.

LA GRAN FARSA

Para elegir al Fiscal General del Estado, en 2018 la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) se prestó para montar un teatro que pretendía convencer a la ciudadanía de que se buscaba un Fiscal a la medida de las necesidades de Honduras, para tal fin articuló una campaña mediática que se llamó “Por un Fiscal Cinco Estrellas”, y para que la farsa resultara creíble se utilizó la misma mecánica  para seleccionar los magistrados de la Corte Suprema de Justicia.

El resultado todos los conocemos, Oscar Fernando Chinchilla fue reelecto como Fiscal General, de acuerdo con los deseos del imperio norteamericano –para el periodo 2018-2023–.

El exfiscal general del Ministerio Público, Oscar Chinchilla, siendo juramentado por el anterior titular del Legislativo, Mauricio Oliva.

Parte de la campaña “Por un Fiscal Cinco Estrellas” fue financiada por la Agencia Development Alternatives Inc., Justice, Human Rights and Security Strengtheing (JHRSS) Justice, programa de la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, conocida por sus siglas en inglés, USAID, célebre por intervenir en las formas de gobierno de las naciones e imponer la economía neoliberal. Setenta y cinco mil dólares, o sea, un millón 860 mil lempiras invirtieron para convencer a la ciudadanía que Oscar Chinchilla debía continuar en el cargo.  

NDI APOYÓ A FISCAL

El National Democratic Institute (NDI), en castellano Instituto Nacional Democrático, es otra de las instituciones que contribuyó con 234 mil lempiras para financiar la campaña “Por un Fiscal Cinco Estrellas”.

NDI es una organización no gubernamental estadounidense creada para fortalecer, (intervenir, le llaman expertos en geopolítica), las organizaciones políticas y cívicas, con el cacareado propósito de salvaguardar las elecciones y promover la participación ciudadana.- 

La NDI estuvo presidida por la reconocida política demócrata, Madeleine Albright, la primera mujer en convertirse en Secretaria de Estado de EE.UU. durante el segundo mandato de Bill Clinton. Dejó el puesto en 2022, año de su fallecimiento a los 84 años de edad. 

PLAN COLOMBIA

La Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos y Aplicación de la Ley (siglas en inglés INL), adscrita al Departamento de Estado, es otra financista de ASJ/TI, bajo un programa de cinco años (2014-2019) por un monto de 249 millones de lempiras, unos 10 millones de dólares, destinados a “contribuir a la reducción de la impunidad en Tegucigalpa, San Pedro Sula y Chamelecón”.  

El INL es artífice del Plan Colombia, acuerdo bilateral entre Estados Unidos y Colombia con el propósito de terminar el conflicto armado y crear estrategias antinarcóticos. Según lo expuesto por analistas internacionales el Plan Colombia es una pantalla para implantar bases militares imperialistas dentro del territorio colombiano.

Deja un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada.

error: Contenido Protegido