La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, destacó durante su participación como presidenta pro tempore de la CELAC en el aniversario del Parlamento Latinoamericano y del Caribe, la necesidad de combatir el neocolonialismo y promover la integración de América Latina ante desafíos globales y regionales.
Redacción Central / EL LIBERTADOR*
Ciudad de Panamá. La mandataria hondureña, Xiomara Castro, culminó su participación en la Asamblea Ordinaria del Parlamento Latinoamericano y Caribeño (Parlatino), que además celebró su 60 aniversario de fundación que se celebró en su sede en Panamá.
Y, en su calidad de presidenta pro tempore de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), la jefa de Estado de Honduras, hizo un llamado enfático a la unidad regional como respuesta a las crecientes amenazas del neocolonialismo, la injerencia externa y los desafíos económicos y sociales que enfrenta la región.
“Debemos rechazar las nuevas formas de sometimiento del neocolonialismo expresado a través de la infame injerencia, la desestabilización y las guerras psicológicas”, afirmó Castro, recordando el histórico rechazo del Parlatino al golpe de Estado en Honduras en 2009, cuando la institución expulsó a los golpistas que validaron el derrocamiento del entonces presidente, Manuel Zelaya Rosales.
En su discurso, la presidenta Castro trazó un paralelismo entre las luchas actuales y las batallas históricas lideradas por figuras como Francisco Morazán y Simón Bolívar.
Además destacó que las divisiones políticas y económicas fomentadas por potencias extranjeras continúan afectando la independencia y soberanía de las naciones latinoamericanas.
“El mandato hoy es de unidad, es de impedir que nuestras democracias sean tuteladas desde afuera para perpetuar el capitalismo y su modelo extractivista”, resaltó.
La presidenta hondureña también elevó al debate la devastadora brecha social que atraviesa América Latina, agravada por modelos económicos impuestos desde el exterior.
Señaló, además, que en el continente, a pesar de contar con vastos recursos naturales, es la región más desigual del mundo. “Nos vendieron que privilegiar a los grupos económicos y sus alianzas público-privadas era la panacea para desarrollar nuestras naciones, pero el resultado ha sido mayor inequidad y corrupción”, denunció.
Castro llamó a fortalecer la CELAC como el organismo clave para liderar la agenda integracionista, proponiendo la creación de un pacto latinoamericano y caribeño que impulse la protección medioambiental, el uso de energías renovables y la resiliencia climática.
“Debemos alcanzar acuerdos para defender los principios de autodeterminación e independencia y poner fin a los bloqueos y sanciones unilaterales impuestas por Estados Unidos”, afirmó, refiriéndose al embargo contra Cuba, Venezuela y Nicaragua como actos de “barbarie”.
Durante su ponencia, también se refirió a la crisis humanitaria en Haití, Castro enfatizó la necesidad de una respuesta unificada que respete la soberanía del pueblo haitiano. Propuso la creación de un fondo de emergencia regional para atender la situación, destacando la responsabilidad colectiva de los países miembros de la CELAC.
La presidenta hondureña cerró su intervención condenando la violencia global y abogando por la paz en Palestina, Líbano y Ucrania. Además, resaltó el legado integracionista de José Cecilio del Valle y reafirmó su compromiso con la unidad regional. “CELAC es el organismo que mayor posibilidad y visibilidad tiene para defender la agenda integracionista latinoamericana y caribeña”, concluyó Castro.
El discurso de la mandataria mantuvo un fuerte componente histórico y de determinación, posicionando a Honduras y a la CELAC como líderes en la construcción de un futuro próspero y solidario para América Latina y el Caribe.
*Mauricio Rodríguez, enviado especial de EL LIBERTADOR
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