¡EXCLUSIVA! MÁS DE 14,000 HECTÁREAS DE PRODUCCIÓN ARRASADAS POR “SARA” EN SUR HONDUREÑO

Aunque los registros aún son preliminares para los industriales sureños, han mostrado su preocupación con EL LIBERTADOR, porque todo indica que el impacto de la tormenta “Sara” ha sido enorme en el aparato agropecuario, así ha dicho el director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industria del Sur (CCISUR), Carlos Zelaya.

Redacción Central / EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. El sur de Honduras fue una de las zonas más afectadas por el paso de la tormenta tropical Sara, debido a las lluvias y la acumulación de agua en los ríos de la región. La información facilitada a EL LIBERTADOR por la Cámara de Comercio e Industrias del Sur (CCISUR), aunque los datos son preliminares, todo apunta que el impacto destructivo ha sido enorme en la producción agropecuaria de la zona.

En principio, el director de los industriales sureños, Carlos Zelaya, estima que al menos 14,600 hectáreas de producción agrícola y acuícola fueron destruidas por las inundaciones, lo que se traduce un fuerte golpe para la economía de la región y, en general, para la producción nacional.

Según la Cámara de Comercio, hay dificultad para acceder a ciertos lugares que permanecen inundados a un nivel considerable, como es el caso del municipio de Marcovia, en el departamento de Choluteca, donde alrededor de 10,000 personas resultaron damnificadas, según confirmó el alcalde de la localidad.

“En los demás municipios del departamento [Choluteca] predominan daños en los cultivos, particularmente en huertos familiares y cultivos destinados al comercio menor y a la subsistencia. Obviamente, esto ha conllevado una reducción en las ventas y en el sector de comercio y servicios”, detalló el ejecutivo de los industriales y comerciantes del sur hondureño.

Los primeros datos recopilados por la Cámara revelan que más de mil manzanas de okra fueron dañadas, que representa pérdidas de alrededor de 5 a 8 millones de dólares. Sin embargo, el producto que más daño sufrió fue la producción de caña de azúcar, que ha registrado daños en aproximadamente 9,000 hectáreas inundadas.

Con relación al rubro de camarón, Zelaya también comentó a este rotativo que no han recibido datos precisos, aun cuando se prevé que al menos 2,000 hectáreas en fincas de pequeños productores pudieron haberse dañado. Esto, según el industrial, alarma mucho al gremio debido a los problemas que enfrentan en el mercado internacional.

Para el sector productor de melón, las dos empresas que constan en la membresía de la Cámara reportan impactos fuertes en sus fincas, pero aún no contabilizan la cantidad de área dañada, pero se está confirmado que los terrenos más perjudicados son los destinados al cultivo y aquellos que estaban en proceso de siembra.

Y, continúa: “En cuanto a los demás productos del agro como chile, ganadería, etc., las estimaciones que nos han dado son de 5,000 manzanas inundadas. Habrá repercusiones bastante fuertes para fines de año en la economía local por este suceso”.

Los industriales sureños aún no se han comunicado con el Gobierno Central para tratar temas de ayuda, sobre todo, para los pequeños agricultores afectados, pero recibieron respuesta positiva a una solicitud que hicieron anteriormente para mitigar el impacto del paso de la tormenta tropical.

“Hicimos una solicitud para que se nos aprobará mecanismos para aliviar las deudas en el sector agropecuario, las que tenemos con los bancos y se nos aprobó el viernes un mecanismo de alivio a deudores; nos dan plazo hasta el 31 de diciembre del próximo año para presentarnos ante las entidades supervisadas, es decir, los bancos”, subrayó Zelaya.

La medida fue adoptada por la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS), cuyo alivio a deudores beneficiará a unos 520 mil hondureños, entre ellos, 62 mil micro y pequeños productores del sector agrícola.

A fin de evitar más daños por tormentas, los sureños de la industria y el comercio piden al Gobierno de Xiomara Castro que desarrolle la construcción de la represa Morolica, que desde hace varios años cuenta con estudios de factibilidad. Y, lamenta: “Somos una industria agroexportadora fuerte, pero cada vez que sucede un fenómeno como este o de menor intensidad, todos los años se tienen problemas [de inundaciones], claro, en escala diferencial. Pero si sabemos que una obra como estas viene a aliviar el problema, ¿Por qué no hacerla?”.

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