En general las especies que han provocado los ataques están en peligro de extinción o una condición crítica y somos los humanos quienes nos adentramos a sus dominios, explicó el titular del Instituto de Conservación Forestal (ICF), Luis Edgardo Soliz, ante recientes reportes de hondureños afectados por agresiones de animales.
En la gráfica, se muestra evidencia de cómo un grupo de ganaderos asesinó un ejemplar de jaguar en la Moskitia hondureña (2020), al momento que el felino devoraba ganado invasor.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. En los últimos meses, se han reportado en Honduras varios accidentes relacionados con la fauna silvestre, entre los casos más recientes destaca el ataque de dos tiburones a dos hondureños en las playas del país y la supuesta agresión de un felino que acabó con la vida de un menor de edad.
Según el titular del Instituto de Conservación Forestal (ICF), Luis Edgardo Soliz, estos “encuentros” entre humanos y vida silvestre surgen a partir de muchas causas, entre ellas efectos del cambio climático, aspectos relacionados a períodos de reproducción y, sobre todo, cuando las personas se adentran a su hábitat natural, volviéndose vulnerables a ataques.
“En teoría muchos ataques de animales a humanos ocurren por las siguientes razones: cuando entramos a sus hábitats naturales y en horas inapropiadas (de noche o madrugada); cuando las aguas están turbias (en mares); cuando las especies están en períodos reproductivos (están más agresivos); cuando las especies tienen crías (las madres protegen a toda costa su descendencia)”, explicó el funcionario.
Soliz amplió que cuando ocurren fenómenos naturales extremos, las especies son movidas a lugares “no naturales” para ellas y ahí pueden tener contacto con los humanos, en el caso de animales marinos esto se da cuando hay alteraciones graves en la temperatura del agua que causa cambios en los comportamientos de animales.
Otro factor –agregó–, es cuando las especies que forman parte de la dieta de grandes depredadores están emigrando por los motivos antes descritos y, esto genera una reacción en cadena que lleva a los animales a abandonar temporalmente sus espacios naturales.
Por otra parte, Solíz subrayó que la expansión de la urbanización y las actividades agrícolas están invadiendo territorio de animales como el jaguar y otros que son especies fundamentales para el equilibrio en la selva hondureña y esto origina las “interacciones peligrosas”.
“Al invadir su hábitat no solo alteramos su hogar sino también sus comportamientos, volviéndolos más agresivos a veces o sin temor al humano por la cercanía de este último a lugares boscosos o sitios donde naturalmente ocurren esas especies”, recalcó.
“En resumen la expansión de la frontera agrícola, ganadería extensiva y urbanística, y otras las actividades humanas como la explotación de recursos discriminados influyen en la posibilidad de un encuentro, sumado a eso la imprudencia de los humanos no la debemos de desconocer”, amplió el funcionario.
Deja un Comentario