La tasa de homicidios para el 2023 fue de 34.5 por cada cien mil habitantes, según datos del Observatorio de la Violencia de la UNAH, lo que significa una disminución de cuatro puntos con relación al 2022. La proyección para 2024 es cerrar el año con una tasa de aproximadamente 26 puntos, la más baja en 20 años.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El Observatorio Nacional de la Violencia (ONV) de la Universidad Nacional Autonomía de Honduras (UNAH) publicó su boletín número 69 sobre Mortalidad y Otros que abarca los periodos de enero a diciembre del 2023, donde destacó la reducción en la tasa anual de homicidios con relación a años anteriores.
La tasa nacional de homicidios para 2023 fue de 34.5 por cada cien mil habitantes (pccmh), según indicó el ONV. En este periodo de tiempo se registraron 3,361 muertes violentas intencionales, mientras que en 2022 fue de 3,664 (303 más que el presente año).
Lo anterior representa una disminución de cuatro puntos en la tasa de homicidios anual que, para 2024 según las autoridades del ONV y la Secretaría de Seguridad, podría cerrar en un aproximado de 26 puntos, la más baja de los últimos 20 años.
“La seguridad ciudadana es un trabajo de todos, todos podemos trabajar para reducir y lo que es una responsabilidad del estado de Honduras en la prevención de la violencia”, afirmó la directora del ONV, Migdonia Ayestas.
En lo que va del 2024, la tasa de homicidios se sitúa entre 14 a 17 puntos, según datos preliminares tanto del ONV y la Secretaría de Seguridad, contabilizando alrededor de 1,748 muertes violentas intencionadas (Sepol).
Pasado Obscuro
La violencia en Honduras escaló a tal magnitud que se considero uno de los países no en guerra más violentos del mundo y a pesar de la disminución proyectada en la tasa de homicidios, aún se perfila entre los tres más violentos de América Latina. Ciudades como San Pedro Sula y Tegucigalpa se ubicaban en el ranking de las cinco ciudades más violentas de la región.
Desde la década del 2000 la tasa de homicidios comenzó a crecer considerablemente, para el 2004 se registró una tasa de 30.4 pccmh y el dato creció en los años posteriores.
El golpe de Estado en 2009 fue un punto de inflexión y los años posteriores (2010, 2011, 2012 y 2013) fueron los años más violentos en la historia del país. Solo en 2011 la tasa de homicidios se posicionó en 86.5, de los más altos para un país que no está en guerra.
Para el periodo de tiempo del régimen de Juan Orlando Hernández (2014-2022), la tasa de homicidios permaneció en un promedio de 49.75 pccmh por año.
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