El número uno de las Relaciones Exteriores del Gobierno, Enrique Reina, respondió a la nueva campaña de la embajadora de Estados Unidos, Laura F. Dogu, quien cuestionó el proyecto de construcción de la cárcel de máxima seguridad en las Islas del Cisne, señalando que su país ya ha intentado tener ese tipo de prisiones; el funcionario argumentó que las realidades de ambas naciones son diferentes.
Además, Reina recordó a la diplomática que EE.UU. instaló un modelo de terror en la cárcel de Guantánamo en Cuba, donde la CIA torturó civiles en el marco de operativos militares de invasión en Afganistán tras los hechos del 9 de septiembre de 2001 y, entre otras, la infiltración mafiosa en sus prisiones.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El canciller Enrique Reina reaccionó a las declaraciones de la embajadora de Estados Unidos, Laura F. Dogu, sobre la construcción de la cárcel de máxima seguridad en las Islas del Cisne, ubicadas en el Caribe hondureño; el funcionario fue enfático que la diplomática no considera que las realidades entre naciones no son iguales.
Y es que, el archipiélago que forma las Islas del Cisne, ha sido una zona estratégica en varias ocasiones, especialmente durante la Guerra Fría cuando Estados Unidos instaló base militar. Ahora, el Gobierno hondureño prevé la construcción de una penitenciaria para albergar reos más peligrosos del territorio hondureño.
Bajo ese contexto, la embajadora Dogu ha dicho que en Estados Unidos se ha intentado mantener cárceles en islas alejadas de la tierra firme, pero que ha sido muy difícil mantenerlas, citando como ejemplo la icónica Alcatraz, “entonces, no sé cómo el Gobierno (hondureño) va a hacerlo, pero es su responsabilidad tomar esa decisión y vamos a ver qué pasa con eso».
Dogu añadió que es muy complicado mantener cárceles de ese tipo porque tienen que movilizar oficiales, comida, mantenimiento, agua, energía y otros insumos.
En respuesta, Reina le recordó a la funcionaria que las realidades entre países son diferentes, por lo que no puede comparar el contexto de EE.UU. con el hondureño y, además, que en ese país las cárceles de máxima seguridad “siguen siendo una realidad”.
El funcionario también recordó que en el pasado EE.UU. adoptó medidas drásticas para combatir la implicación del crimen organizado, “después del 9/11 (atentado a ‘Torres Gemelas’), tomaron medidas drásticas para combatir el terrorismo en cárceles en terceros países, con denuncias de violaciones a los derechos humanos».
La mención de Reina, se adapta al caso de la base naval en la Bahía de Guantánamo en Cuba, donde militares estadounidenses y la CIA la adaptaron como campo de detención para ciudadanos afganos –en el marco de la invasión a ese país y otros– fueron cautivos y torturados desde 2002.
Además de la falta de representación legal, la prisión militar de Guantánamo fue expuesta como un lugar hostil para prisioneros que, sin un juicio o pruebas de ser parte de estructuras terroristas, fueron torturados y expuestos a condiciones de vulnerabilidad, que dejó daños permanentes.
El canciller hondureño subrayó que era de mayor interés para los hondureños que EE.UU. coopere en lugar “que quieran decirnos que hacer, las maras son un problema que les afecta también, hasta en la trata y tráfico de personas”.
“Ya sabemos la realidad de las que hizo JOH (Juan Orlando Hernández) que estaban permeadas y cómo han servido para ser los epicentros del crimen organizado, el aislar tiene su razón de ser. Para que no sean centros de manejo criminal. En tiempos difíciles hay que tomar medidas difíciles”, concluyó.
Sobre este tema, el vicecanciller, Gerardo Torres, dijo en exclusiva a EL LIBERTADOR, que la embajadora Dogu carece de moral para cuestionar las decisiones que se toman en pro de la seguridad de los hondureños, citando también el ejemplo de Guantánamo que, “en territorio que es soberanía cubana, instaló una cárcel en la que ha habido todo tipo de acusaciones de violaciones a los derechos humanos. ¿Quién no conoce la manera en que Estados Unidos tortura?”.
Torres puntualizó que los “gringos” construyeron y desarrollaron Guantánamo contra personas detenidas en la mal llamada guerra contra el terrorismo, donde algunas personas, por simples sospechas, fueron víctimas de torturas y humillaciones.
“Todo eso pasó en la cárcel de Guantánamo, que sigue operando. Es bastante hipócrita señalar a Honduras por hacer un centro que no va a ser como Guantánamo, sino una cárcel donde se respeten los derechos de las personas privadas de libertad, pero rompiendo el control que mantienen sobre esas redes», expresó.
El vicecanciller meditó que no solo en EE.UU. hay “preocupación” o hipocresía por la cárcel en Islas del Cisne, sino también de parte de estructuras criminales en el territorio nacional, “porque obviamente no es lo mismo querer operar en un centro penitenciario que todavía tiene problemas de corrupción a hacerlo en un nuevo sistema de seguridad en donde las personas que sean detenidas van a quedar completamente aisladas”.
Cabe señalar que entre los problemas penitenciarios de EE.UU., ha sido muy sonado casos donde la mafia llegó a controlar sitios para albergar a sus jefes con total comodidad, incluso desde hace varios años han afrontado serios problemas por la red de contrabando que sostienen grupos organizados como la hermandad aria, entre otros.
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