Hay un nuevo escándalo en la “Santa Sede”, denuncia en este articulo la defensora de la iglesia, Martha Alegría Reichmann, luego que el papa Franscisco imputara por «cisma» y de «apostasía» al arzobispo Carlo Maria Viganò (der.), a quien le agradece entre otras cosas por alzar la voz contra el excardenal hondureño, Oscar Andrés Rodríguez, al conocer la traición a doña Martha y su esposo.
“¿Por qué razón están siendo perseguidos prelados hasta de avanzada edad que han tenido una vida ejemplar sirviendo fielmente a Cristo, amados y respetados por sus feligreses como fieles pastores, mientras que los lobos disfrazados con piel de oveja, como Rodríguez Maradiaga?”, cuestiona la escritora hondureña.
Martha Alegría Reichmann
EL LIBERTADOR
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Hace unos 800 años, Jesús le pidió a alguien que construyera, o mejor dicho, reconstruyera la iglesia: San Francisco de Asís. Un día, mientras oraba en la iglesia de San Damián, San Francisco escuchó a Jesús hablarle desde el crucifijo: “Ve, reconstruye mi iglesia que se está cayendo”. Francisco pensó que Dios quería que él reconstruyera físicamente el edificio de la iglesia que se estaba derrumbando, por lo que comenzó a reparar la estructura. Con el tiempo, Francisco se dio cuenta que Dios quería que él reconstruyera toda la Iglesia en todo el mundo a través de la oración, la pobreza y la paz.
Hoy un falso Francisco hace completamente lo contrario, destruir la Iglesia de Jesucristo desde adentro.
El mundo católico conservador se encuentra conmocionado e indignado por un nuevo acto de injusticia que se comete dentro del Vaticano ejecutado por el papa Francisco.
Después de que se han venido cometiendo tantos actos de atropello e injusticia contra cardenales, obispos y sacerdotes por el solo hecho de defender la moral dentro de la doctrina de Cristo, han sido castigados con la destitución nada menos que por orden del mismísimo papa Francisco.
Las últimas víctimas de este tremendo acto dictatorial han sido el cardenal estadounidense Raymond Burke con residencia en Roma quien a sus 75 años fue despojado arbitrariamente de su apartamento y de su sueldo quedando sin protección alguna.
De igual manera fue destituido arbitrariamente el obispo de Texas Monseñor Joseph Strickland a sus 65 años de edad, sin derecho a defensa y sin acusación justificada habiendo tenido, igual que Burke, una vida ejemplar.
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También el obispo de la diócesis de Arecibo (Puerto Rico) Monseñor Daniel Fernández fue destituido con la colaboración del cardenal hondureño Oscar Andrés Rodríguez Maradiaga.
Y es que queda claro que Rodríguez Maradiaga y el papa Francisco están confabulados para que prevalezcan los curas gay dentro de la Iglesia Católica. Sus actuaciones lo han ido demostrando a través del tiempo.
Ahora, el nuevo escándalo es contra el poderoso Arzobispo Carlo Maria Viganò de 83 años imputado por el delito de «cisma» y de «apostasía». En resumidas cuentas, igual que los miles de prelados destituidos en el mundo, su «delito» consiste en sacar a la luz la verdad, actuar conforme la doctrina de Cristo defendiendo la moral y ser fiel a su sacerdocio.
El arzobispo Viganò, ex-nuncio en Washington, considerado un gran baluarte y defensor de la fe, ha manifestado que considera la acusación como un honor. Tiene toda la razón en afirmar tal cosa porque ser perseguido por defender la fe, es un honor y un privilegio.
Mateo 22, cita: Y seréis odiados de todos por causa de mi nombre; pero el que persevere hasta el fin, ése se salvará.
En esta ocasión el mismo Secretario de Estado Pietro Parolin y de manera personal, ha manifestado que lamenta mucho este caso porque «siempre» apreció al arzobispo Viganò como un gran trabajador muy fiel a la Santa Sede, siendo en cierto sentido un ejemplo. Cuando fue nuncio apostólico trabajó extremadamente bien. «No sé qué ha ocurrido», reconoció.
Apostasía es la negación, la renuncia, la abjuración de la fe.
El arzobispo Viganò ha hecho todo lo contrario, ha defendido, ha luchado en defensa de la fe y por eso quieren desprestigiarlo y aniquilarlo.
Esto es absurdo, injusto e inhumano y los católicos dormidos cuando deberíamos estar protestando frente a todas las iglesias del mundo guiados por líderes religiosos alzando el grito: ¡Viva Cristo Rey!
Pero no, más bien todavía hay algunos, que se creen católicos, piden la bendición del malévolo Rodríguez cuyas bendiciones no son válidas porque él no representa a Dios sino a satanás, porque se posicionó al lado de los infieles a Cristo.
Es evidente que en la Santa Sede se está librando una batalla entre el bien y el mal, una verdadera guerra civil comandada por el papa Francisco calificado como un verdadero TIRANO imponiendo leyes heréticas y siendo un miembro del diabólico Nuevo Orden Mundial.
Quiero manifestar que como persona, como mujer y como católica, me siento inmensamente honrada por el hecho de que en sus denuncias ante el mundo, en dos ocasiones el Arzobispo Carlo Maria Viganò se refirió a la terrible traición cometida a mi difunto esposo y familia por parte del cardenal Oscar Andrés Rodríguez refiriéndose a él como un ser despreciable que «denigra a los demás para salvarse él mismo».
Además tengo el grandísimo y especial honor que este valiente hombre de Dios que ha luchado de frente como aguerrido soldado de Cristo, fue quien me honró escribiendo el magnífico prólogo en la edición de mi libro «TRAICIÓNES SAGRADAS» en inglés y luego otro prólogo para la edición en italiano.
Últimamente él se había manifestado abiertamente y de frente contra el papa Francisco por imponer el documento Fiducia Suplicants donde el papa autoriza la bendición a la UNIÓN de parejas del mismo sexo.
Y es que ya ha quedado suficientemente claro, que se puede dar la bendición individualmente a un homosexual o a un grupo de ellos, pero aceptar, y lo que es peor, «bendecir» la UNIÓN entre parejas del mismo sexo, es ir frontalmente contra la ley de Dios.
Génesis 1:27: Creó, pues, Dios al ser humano a imagen suya, a imagen de Dios lo creó, macho y hembra los creó.
Ningún papa puede ejercer poder contra las leyes divinas. Quien se atreve es hereje, quien se atreve es simplemente traidor al mismo Dios.
Ningún papa es infalible, muchos se han equivocado como seres humanos que son, pero Bergoglio no es que se haya equivocado. No, Bergoglio ha actuado siempre con alevosía y ventaja, y ya con un plan elaborado por la mafia de masones que domina al Vaticano.
Adoptó el nombre de Francisco y renunció a los zapatos rojos para impresionar, para engañarnos haciéndose pasar por pobre y humilde pero en él se escondía el inquisidor que poco a poco sacó las uñas firmando documentos y acuerdos que tienen a la iglesia hundida y fraccionada. Totalmente partida en dos.
Ha traído la desunión y quién verdaderamente ha provocado el «cisma» es él. ¿Cómo es posible que por un lado este papa hable sobre la misericordia y por otro lado sea un implacable inquisidor?
Él habla sobre el amor al prójimo, habla sobre el perdón… lo hace creándose una falsa imagen en la cual tiene sumidos a los fanáticos, a los ingenuos y desinformados; pero los hechos son los que hablan y tienen la última palabra. Los hechos muestran con claridad a un papa duro, déspota, injusto, hipócrita, tirano, hereje y dictador.
Una pregunta interesante es la siguiente: ¿por qué razón están siendo perseguidos prelados hasta de avanzada edad que han tenido una vida ejemplar sirviendo fielmente a Cristo, amados y respetados por sus feligreses como fieles pastores, mientras que los lobos disfrazados con piel de oveja, como Rodríguez Maradiaga, aborrecido y repudiado por los hondureños y amado solo por los gays y su grupo de corruptos políticos, vive como rey en su lujosa residencia custodiado día y noche por soldados bien armados?
La respuesta es muy sencilla: porque está protegido por Bergoglio, porque son del mismo corte, porque se tienen «agarrados» el uno al otro y porque han trabajado codo a codo en las malditas reformas que están destruyendo a la iglesia.
Por esto yo en este momento ratifico lo que he mencionado en otras ocasiones: Bergoglio y Rodríguez pasarán a la historia como los Judas del siglo XXI porque traicionaron a nuestro Señor Jesucristo.
Despierten católicos dormidos porque nos toca armar un ejército de oposición a esta barbarie. Este es el momento de sacar a la luz nuestra fe y nuestro amor a Dios. Salvemos con valor a nuestra Iglesia.
NOTA: Las declaraciones expresadas en este artículo son de exclusiva responsabilidad de su autor y no representan necesariamente el punto de vista de EL LIBERTADOR.
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