El Río Motagua, que atraviesa Guatemala y Honduras, ha sido foco de conflicto entre ambas naciones debido al alto número de residuos que llegan a las tierras hondureñas. En 2020, el conflicto alcanzó su punto culminante cuando se registraron más de 20 toneladas de desechos en las playas de Omoa. Para solucionar el problema, los mandatarios de ambas naciones firmaron un acuerdo para el manejo de la cuenca.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, quien también ostenta la Presidencia Pro Tempore del Sistema de Integración Centroamericana (SICA), sostuvo una reunión bilateral con su homólogo guatemalteco, Bernardo Arévalo, en la que llegaron a importantes acuerdos, destacando el manejo de la cuenca del Río Motagua.
El Río Motagua, como resultado de la deforestación y otros factores, acarrea decenas de toneladas de basura que desembocan en las playas hondureñas de Omoa, causando malestar y afectando gravemente el turismo de la zona.
A pesar de ello, este rio es de gran importancia para ambas naciones. Nace en el altiplano occidental de Guatemala y se extiende desde allí hasta el Mar Caribe, atravesando una parte significativa del territorio hondureño. En total, su cuenca abarca 17,670 kilómetros cuadrados, compartiendo 15,190 kilómetros cuadrados en el país chapín y 2,480 kilómetros cuadrados en Honduras.
Por ello, los mandatarios firmaron un mecanismo conjunto para el manejo de la cuenca. Con esto, se espera encontrar una solución sostenible, ya que, dentro de la agenda de la presidenta hondureña como líder del SICA, se busca desarrollar mejores políticas ambientales en la región.
El presidente Arévalo destacó: “La amplia agenda bilateral entre nuestros países, Honduras y Guatemala, es muestra del camino recorrido, y su visita es un reflejo inequívoco de la disposición y el compromiso permanente de trabajar juntos para construir un futuro común de progreso y desarrollo».
Asimismo, Arévalo hizo hincapié en los desafíos que enfrentan ambas naciones debido a la vulnerabilidad al cambio climático, destacando la proliferación de incendios de gran magnitud y las devastadoras inundaciones causadas por las lluvias que han azotado a ambas naciones en los últimos días.
Los jefes de Estado también firmaron otro acuerdo que consiste en la creación de un marco de cooperación diplomática, estos acuerdos están destinados a agilizar los mecanismos que faciliten avances en varios temas clave.
La mandataria Castro, por su parte, recordó el sueño del prócer Francisco Morazán por una Centroamérica unida y enfatizó la importancia de seguir trabajando hacia esa meta. «De estas reuniones no solo son de convenios, sino que también podamos decir con mucho orgullo que debemos declarar la región de Centroamérica como pionera en la lucha contra el cambio climático», destacó Castro.
Castro también habló sobre la crisis migratoria, mencionando que los migrantes que ingresan a Honduras deben ser tratados con humanidad. «Migración es un tema que no se puede ver como números, son personas que migran de sus países por falta de responsabilidad, y nos toca a nosotros recibir al transeúnte de una realidad que se vive en sus países», enfatizó la mandataria.
Además de su reunión con Arévalo, Castro sostuvo una reunión con el Presidente de Costa Rica, Rodrigo Chaves, para discutir la reactivación del SICA y participar en una cumbre presidencial al respecto.
«Mi presencia aquí es para lograr acuerdos bilaterales, pero también para poder reactivar el SICA como un mecanismo que nos permita unirnos y enfrentar estos desafíos de manera conjunta», manifestó Castro.
Por su parte, el presidente Chaves mostró su total respaldo a la iniciativa de reactivar el SICA para mejorar el desarrollo de las naciones miembro. «Es el momento de dejar de fijarnos en qué nos separa a los países centroamericanos, y tratar de construir con los puntos que nos unen, que son esos desafíos comunes», declaró Chaves.
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