A sus 90 años, don José, está cansado, la fuerza se ha ido; se va yendo de la vida con un reclamo al Poder Judicial y al Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS): “Quién sabe si logre ver de nuevo mi dinero, yo ya estoy viejo, yo pienso que en este país no hay justicia para nadie, más para personas como yo”. Cotizó 50 años al IHSS y, cuando al borde la muerte, necesitó una cirugía no fue atendido; de urgencia fue operado en un hospital privado, esa es la reparación que lleva 13 años pidiendo, pero el IHSS ha gastado fortunas en abogados para no pagarle apenas 100,000 lempiras.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Trece años de larga espera han pasado, y se impone el desaliento, la duda y la impotencia en que si realmente hay justicia en este país. Esos pensamientos invaden la mente del hondureño, José Midence, hoy de 90 años de edad, que ya tiene pocas esperanzas en recuperar su dinero de parte del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS), quien lo obligó a invertir en una urgente cirugía en un hospital privado, ante la indiferencia de no poderlo atender en sus instalaciones.
UN CASO INSEGURO
Pasaban varios meses de 2011 desde que dejaron a don José en espera de un cupo para ser atendido por un urólogo del IHSS, tendría que ser intervenido de urgencia por el cáncer de próstata que padecía, según notificó al Seguro Social un médico internista privado, donde no se mostró con la misma premura, hasta que don José no pudo más, la mañana del 21 de junio de ese mismo año, su salud empeoró al grado que tuvo que ser remitido de urgencia al mismo centro privado donde meses atrás le habían diagnosticado la enfermedad, de inmediato quedó interno para ser operado al día siguiente, ya que su situación era critica, de muy posible muerte, si se posponía más el ingreso al quirófano, y ya no había mañana.
SALVACIÓN PRIVADA
La operación médica fue un éxito, no hubo complicaciones, pese a que se trataba de una persona de avanzada edad, en ese entonces de 77 años, sin embargo, para don José, la buena respuesta a la cirugía no le levantó el ánimo, pues quedó “sin un cinco” en los bolsillos por el pago que hizo al hospital donde fue operado y, que sin duda, le salvó la vida.
Este hondureño que ahora tiene 90 años de edad, tuvo que disponer de los ahorros de toda su vida, producto de la jubilación de 50 años de trabajo, para pagar los honorarios al personal que lo intervino, que incluía además los costos de los especialistas que lo intervinieron, más medicamentos e instalaciones del hospital, entre otros gastos, de lo contrario no hubiera recibido atención inmediata, porque la enfermedad avanzaba rápidamente provocándole otros daños a su salud y, como consecuencia, había perdido la alegría de vivir por dolores y sangrado por la uretra durante la noche. En el IHSS apenas le instalaron una sonda por la uretra que con el paso de los días le provocó infección. Todo eso lo sabía los médicos indolentes que lo miraban en el IHSS.
DURA INJUSTICIA
De la demanda interpuesta al Seguro Social en junio de 2011, don José ha recibido varios fallos en su contra y solo uno a su favor, lo que no tiene otro nombre que infame injusticia, ya que la administración del IHSS, en lugar de admitir que maltrató a este jubilado, a través de sus apoderados legales, introdujo un recurso de apelación –y eso han hecho en más de una ocasión— , tanta es la injusticia de las autoridades de ese instituto que ha pagado a su cara legión de abogados sumas millonarias para defender el caso, una ironía total, comparada con la paupérrima cantidad que se le debe cancelar al jubilado don José por no haber sido atendido cuando lo necesitó, de acuerdo a negligencia médica demostrada.
CARTA A MARIO ZELAYA
Con la esperanza de hallar una solución a su problema, antes de entablar la demanda al IHSS, don José envió una carta a Mario Zelaya, el entonces director del IHSS y protagonista del escándalo de corrupción más tenebroso de todos los tiempos contra esa institución –que actualmente guarda prisión en el primer batallón de Infantería, por la estafa de unos seis mil millones de lempiras.
Según firma de recibo, Zelaya recibió la misiva del jubilado el 25 de junio de 2011, la que obviamente ignoró, no estaba pensando en el bienestar de los afiliados al IHSS y sin rodeos le negó el derecho de devolverle los costos de operación que el anciano invirtió de sus ahorros. Pero a la vez que se ensañaba con un obrero que cotizó 50 años al IHSS, no tenía ningún empacho para drenar a manos llenas miles y miles de millones para el crimen organizado que rodeaba su administración.
CORRUPCIÓN SORDA
Don José narra en su carta dirigida a Zelaya, que a mediados de mayo de 2011 le diagnosticaron cáncer de próstata en un hospital privado de Tegucigalpa, enfermedad que lo tenía al borde de la muerte, y que los médicos que lo atendieron en el IHSS fueron incapaces de precisar, limitándose únicamente a la colocación fallida de tres sondas urológicas en la Sala de Emergencias, lo que le provocó una infección letal y la bajada abrupta de los glóbulos rojos.
Explica en su carta, que en el hospital privado lograron estabilizarlo, remitiéndolo de nuevo al Seguro Social para una intervención de próstata urgente, petición que no fue tomada en cuenta por las autoridades encargadas y le dieron cuatro meses de espera para ser atendido. Fue a mediados de junio de 2011 que su salud volvió a recaer y se vio en la necesidad de internarse en el mismo hospital privado para ser operado de urgencia.
MÉDICOS SIN ÉTICA
En la demanda entablada contra el IHSS por don José, acompañado de su familia, Mario Zelaya al ser denunciado, de acuerdo a investigaciones, sobornó algunos médicos del Seguro Social para que comparecieran ante el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Tegucigalpa, aseverando que el señor Midence, en efecto, sí había sido atendido en el Seguro Social y, cuando estaba próximo a ser operado, se había fugado de las instalaciones de ese centro hospitalario.
El expediente presentado por la defensa del IHSS recaba firmas que, según indagaciones, fueron falseadas por los médicos cuestionados y que atestiguan el registro del ingreso del paciente, el día y hora que supuestamente ingresó al Seguro Social y que un día después se fugó con su bata de interno. Eso jamás pasó.
“NO ESTOY LOCO”
“Ni que estuviera loco, solo los locos de Santa Rosita se escapan, una persona cuerda no va a huir de una operación, sabiendo que es para su bien. Estos del Seguro me están tomando como si yo fuera demente, al decir que preferí gastar mi dinero en una clínica privada que operarme en el Seguro Social”, subraya molesto el anciano.
LEITZELAR PERVERSO
El caso de don José Midence está metido hace 13 años en el Juzgado de lo Contencioso Administrativo de Tegucigalpa bajo el expediente N° 0962013-16, sin que avance a su favor, ya que las autoridades del IHSS, a través del régimen de Mario Zelaya y después bajo la vitalicia y millonaria Junta Interventora, que estuvo en el Seguro Social devengando altos salarios durante siete años de la dictadura Hernández, que integraron German Leitzelar, Vilma Morales y Roberto Salinas, se negaron rotundamente a devolver el dinero a que derecho el jubilado.
Una conducta perversa de los interventores considerando la fortuna que en salarios y demás ingresos ya se llevaron a la bolsa mediante un trabajo que era temporal y pasaron dos Gobiernos de Honduras, sin llevar a la cárcel a ninguno de los estafadores del IHSS.- La maldad de la administración del IHSS contra don José, contradicen las políticas y el sentido de su existencia, donde establece que todo paciente que por causas o efectos ajenos a su voluntad, busca atención médica en otras clínicas y hospitales privados, el Seguro Social debe retribuirle lo invertido una vez comprobado el hecho, y en el caso del entrevistado, cumple todos los requisitos exigidos por la Ley del IHSS para que le devuelvan su tan devaluado dinero.
OTRA APELACIÓN
Don José, está cansado y ya casi sin fuerzas, ha contado a EL LIBERTADOR todo lo que ha tenido que hacer durante estos trece años y todavía sigue esperando que el IHSS le devuelva lo que es suyo, alrededor de 100 mil lempiras, que corresponden a los costos de operación y hospitalización de esa cirugía que le salvó su vida.
“ Quién sabe si logre ver de nuevo mi dinero, yo ya estoy viejo, yo pienso que en este país no hay justicia para nadie, más para personas como yo”, expone con desencanto el anciano.- Don José fue un fiel cotizante al Seguro Social por 50 años consecutivos (1957-2007 ) y a su avanzada edad y con los padecimientos propios de sus años, ha tenido que afrontar las distintas estrategias inhumanas de la administración del IHSS a través de sus feroces e insaciables abogados para no reconocerle su indemnización.
Actualmente el expediente de José Midence se encuentra en suspenso, luego de que este año, 2024, la Corte de Apelaciones anulara nuevamente la sentencia, “La apelación de las autoridades del Seguro Social, hizo que la Corte de Apelaciones devolviera el expediente al juzgado de origen, por lo que estamos esperando de nuevo la sentencia”, afirmó Pedro Fúnez, abogado de don José.
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