¡ANA EN LA TV! VIVIDORES DE HONDURAS Y “EL HONDUREÑO ES PENDEJO”

A la clase política del país le pasa exactamente lo que sucedió con el sindicalismo, no hubo renovación, los jóvenes se amarraron a los pilares de las instituciones para no soltarlas nunca, sin poder hablar o pensar, una conducta enferma, perezosa y maledicente como actúan los ancianos, arrastrados por la inevitable bancarrota de la vejez; los “jóvenes” de la política hondureña nacieron mentalmente viejos, sin brillo y sin vida como esa mirada perdida de los muertos.

Incomoda a las cucarachas todo lo que huela a cambio, se mueven en el subsuelo de ideologías de hambre, mensajeros enlatados del norte que, apenas les dan un carro, un viajecito a Washington o un plato de comida, los hace mansos y juiciosos, muy obedientes; en esos cuerpos no se formaron la rebeldía y la dignidad donde brilla el amor propio y la virtud, esos grandes atributos inmortales, huyeron desde que estaban en los humillados vientres de esclavas.

Reflexión

EL LIBERTADOR

redaccion@ellibertador.hn

Tegucigalpa. –Gracias a ustedes importante medio de comunicación, el más visto en Honduras ¡Que nosotros hicimos crecer con bondadosos aportes! Siempre están aquí para nuestras reacciones –¡No! Excelentísima primera dama, usted sabe que este es su canal (guiño) y todos nosotros respiramos para servirlos –Tan lindos estos muchachos, no olvidan la “vida mejor”, je,je,je; como les decía mi esposo que está preso injustamente en los Estados Unidos, envió un audio súper importante para que Honduras escuche el clamor de ese “héroe patrio”, victima de las mentiras- ¡Última hora! ¡Última hora! –se tropiezan todos en el set de invitados—el mensaje de este “Voldemort” hace que los Mortífagos en todo el país, se llenen de pasión y sientan que, otra vez, pueden volar hacia el poder como huidizas nubes negras.

La clase política tradicional en Honduras, no ha muerto, sin embargo agoniza, hacía afuera, los indicadores sociales y económico de país, no admiten dudas de su incapacidad para crear condiciones en 200 años que hiciera a los hondureños sentirse orgullosos de su patria. Fueron inútiles para forjar un ideal de grandeza y de solidaridad social en ellos mismos y en la población, y ese sentido, sentimiento de pertenencia como Nación; pero, hacia adentro de sus estructuras, no hubo un relevo generacional, ya los nuevos nacieron torcidos y viejos, escuchan un Kilvett hablando atropelladamente de un “Comunismo” que no tiene ni la más remota noción del “Materialismo Científico, ni qué diablos repite como lora, este muchacho no aspira (guiño) ni a tomar un libro para inaugurar las neuronas; David Chávez se creyó el cuento del Orlandismo y se estancó y en los estancados que solo pudrición añejada reproducen; mientras Tommy cree que a alguien le importa sus delirios de que somos Cuba, Venezuela o Nicaragua, aunque al final terminan autoexiliados, ahí. La población hondureña cree en quien les resuelve, y ustedes han fracasado. Solo en la mente risueña de Maribel o Marlon se cree que el partido Liberal aún significa algo, Yani lo abandonó con hábil olfato y queridos: nadie cede el caballo ganador. 

En la grafica, el empresario Yusuf Amdani recibe el premio «El Forjador»

Pero no hablamos de los efectos, sino de las causas, la clase política en Honduras pasa exactamente lo que sucedió con el sindicalismo, jóvenes que se amarraron a los pilares de las instituciones para en su vejez no soltarlas, sin poder hablar o pensar, pues no es una vejez sana y virtuosa; sino enferma, perezosa y maledicente. La típica conducta de las personas mayores, sufriendo la natural e inevitable bancarrota de la vejez, estos “jóvenes” de la política nacieron mentalmente ancianos, sin brillo y sin vida como los tristes ojos de los muertos. Son como serpientes saliendo del hoyo, se enrollaron entre ellos, se susurran las mentiras y se toman el veneno, sin saber de quién es la cola que muerden; por eso no es sorpresa que aún hoy, la voz más poderosa de la débil oposición aun sea Juan Orlando, es patético, genera un poquito de lastima, pero eso tampoco es el análisis de fondo, eso apenas nos marca el ocaso de los dioses, de los que alguna vez se sentaron en el Olimpo del poder político y qué, sino es por la vía militar, jamás volverán a probar la ambrosía.  

Diputados nacionalistas, en el centro, el parlamentario Mario Pérez.

Sin embargo, no es cualidad única la miope visión política, es más bien una conducta aprendida, algo heredado en los cromosomas de los tradicionales: la ironía de los grupos de poder, vivir de Honduras y no en Honduras, tomar la población como una vaca de ordeño hasta matarla o al menos volverá demasiado flaca como para que pueda tener independencia, ese desinterés en esta población los ha llevado a los excesos más despreciables y justamente ese descuido hizo que un partido como Libertad y Refundación llegara al altar Q, no es casualidad que la oligarquía hondureña y colombiana sean las más violentas y atrasadas del continente. La gente no importa, mientras los presupuestos sean nuestros, es la máxima.

Imagen del diputado liberal, Marlon Lara.

La producción insípida no es tan interesante como captar las remesas de los pobres que es un negocio maravilloso, aquí se dan paja entre ellos entre premios inventados y sin méritos, esos que “forjan” miseria y ni siquiera conocen el país, pues viven en Miami, por eso la única posición “patriótica” que han tenido es estar en contra de las ZEDEs, pero no por un acto de amor, sino de viveza, comprendieron que más allá de estas montañas hay buitres más grandes que ellos, con una visión predadora capitalista que no entienden y les da miedo, terror que nace de la sensación de perderlo todo, donde entre amigos se llaman “empresarios” pero finalmente son apenas centaveros miopes con una ciudadanía atrapada y sin salida en las redes, claro no sin el interés de los Estados Unidos, que si bien no le importa el poder local, lo usan, humillan y les es útil.

Los diputados liberales José Saavedra y Mauricio Villeda leyendo la Constitución de la República.

Esa flojera por el dolor de los demás, la falta de empatía y de inteligencia, pues también esto se puede medir desde los negocios, los expone tontamente a perderlo todo, por eso tiemblan que se hable de “Foro de São Paulo” poderosos intelectuales que entienden cómo puede una patria ser libre y, eso, asusta a los vividores que solo han visto un territorio sin soberanía. Claro, luego están los demás que son los gatitos hacía abajo, los que están por estómago en contra de todo lo que huela a cambio, incómodas cucarachas que se mueven en el subsuelo de ideologías de hambre, mensajeros enlatados del norte que, apenas un carro, un viajecito a Washington o un plato de comida, los hace mansos y juiciosos, muy obedientes, en esos cuerpos la rebeldía no nació, huyó desde que estaban en los humillados vientres de esclavas.

Por eso el Orlandismo a pesar de todo, es la única “corriente” de pensamiento de la oposición, tendrían que volver a nacer para construir algo nuevo y ser un peligro electoral (siquiera); mientras el poder en Honduras no vea que esta es una población que puede vivir bien de forma integral, solo ponen en riesgo su bienestar. Avanti.

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