Con referencias a su discurso de 2019, cuando asumió por primera vez la presidencia de El Salvador, Nayib Bukele ha prometido a su pueblo seguir aplicando “medicina amarga”, centrándose en “curar” la economía; además, el gobernante ha pedido que el apoyo a su segundo periodo sea “incondicional y sin quejas”.
Agencias / EL LIBERTADOR*
San Salvador. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, pidió el sábado a la población defender «a capa y espada» cada una de las decisiones que tomará para mejorar la economía de El Salvador en el próximo quinquenio, asegurando que en este tema se requerirá probablemente una “medicina amarga” y, para ello, el mandatario hizo junto a sus seguidores, un juramento de apoyo incondicional «sin quejas».
«Vamos a enfocarnos en los problemas importantes, empezando por la economía. En este nuevo tratamiento, quizás también hay que tomar medicina amarga», dijo Bukele, haciendo referencia a su discurso de 2019 cuando prometió tomar medidas que no serían dulces para la restauración de su nación.
Al igual que en su primera toma de mando, el jefe de Estado celebró la ceremonia en plaza pública del Palacio Nacional, no obstante, en esta ocasión habló a su pueblo desde el balcón central del recinto y no de la escalinata; vestido con un traje inspirado en las ropas del siglo XIX que utilizaron varios héroes de la libertad en América Latina, como el prócer Francisco Morazán.
«El Salvador necesita tres cosas para curarse de la economía: la guía de dios, el trabajo del gobierno y que el pueblo vuelva a capa y espada cada una de las decisiones que se tomen (…) Ya votaron por nosotros. No es suficiente con votar. Es importante apoyar cada una de las decisiones sin titubeos», reiteró el mandatario.
Bukele enfatizó en que es necesario que la población no haga «caso a las voces» que se quejan cuando el Gobierno está tratando de mejorar la situación del país.
Además, rechazó las críticas sobre la burocracia y falta de transparencia en su gestión. «Esa es la transparencia», aseguró, en referencia a la posibilidad de que los salvadoreños pueden salir sin que les pase nada.
El mandatario inició su discurso diciendo que «todos los gobiernos del mundo reconocen a este Gobierno» aunque sus detractores lo nieguen y que la asistencia de misiones internacionales en esta toma de posesión es histórica, entre los invitados y en representación de los hondureños, asistió la presidenta Xiomara Castro, luego que en 2019, Bukele desistiera de invitar al dictador Juan Hernández.
«Este es el momento más importante de nuestra historia reciente. Por fin vencimos el miedo y somos un país verdaderamente libre. La libertad es una de las cosas que más anhelamos los seres humanos», dijo.
Bukele recordó a sus seguidores cómo hace cinco años, les pidió que confiaran en él aunque eso haya implicado una medicina amarga. Así como el doctor les dio la cura del cáncer, «así también este pueblo salvadoreño tomó la decisión de seguir al pie de la letra la receta y juntos nos libramos del cáncer de las pandillas».
*Con información de Diario El Mundo de El Salvador
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