Luego de días de lluvias, que logró disipar gran parte del denso humo de contaminación que reposaba sobre el Distrito Central (Tegucigalpa y Comayagüela), hoy nuevamente la capital hondureña vio el alba entre toxinas, de nuevo la calidad del aire presenta altos niveles de la partícula PM2.5, altamente perjudicial para el ser humano.
Expertos de la salud recomiendan tener muchas precauciones debido a que el hondureño no solo se enfrenta a la contaminación del aire, sino, por la posible presencia de fluidos tóxicos, que se espera se intensifiquen con las lluvias entre mayo y junio, por el surgimiento de enfermedades como el dengue que ha llegado a ser letal.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El Distrito Central, otra vez está cubierto con una densa capa de humo tóxico y con los niveles de contaminación más altos de Centroamérica. Según el portal IQair, la capital hondureña registra una concentración de PM2.5, micropartículas altamente dañinas para la salud humana, 76.7 veces superior al valor guía anual de calidad del aire de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Anteriormente, la concentración de PM2.5 en la capital fue de 50 veces superior al valor guía anual de calidad del aire de la OMS, pero luego de días lluviosos, el ambiente en el Distrito Central comenzó a mejorar y la densa niebla toxica, comenzó a desaparecer, sin embargo, esa realidad duró solo un día.
Además, expertos de la salud alertan a la población a tomar las medidas correctas ante el peligro que representa la llegada de la temporada lluviosa y la contaminación que persiste en el aire, porque se puede desarrollar enfermedades que, de no tener atención, pueden ser letales.
El doctor, Tirzo Godoy, advierte que las primeras precipitaciones suelen ser lluvias acidas, “son sustancias tóxicas que cuando se mezclan con el agua, pues obviamente generan lo que conocemos nosotros como lluvia ácida y eso, obviamente, puede afectar la piel, produciendo dermatosis”.
En tanto, la doctora Melissa Mejía añade que la contaminación elevada, que ya está en la capital, puede provocar una gama de enfermedades, ya que estas partículas son altamente nocivas para las vías respiratorias y pueden generar síntomas como ardor de ojos, irritación de garganta, dolor de pecho, dificultad para respirar y dolores de cabeza.
Mejía aconseja a la población evitar actividades que puedan aumentar la contaminación del aire dentro de casa, como encender velas, quemar basura o fumar; además, sugiere el uso de purificadores de aire y mantener las ventanas cerradas, especialmente durante las horas de mayor contaminación y limpiar la casa, eliminando el polvo que se pueda acumular.
Para aquellos que necesiten salir, es recomendable usar mascarillas adecuadas para protegerse de las partículas en el aire y casos drásticos, para personas que tengan enfermedades de base, cardiopulmonares, deben continuar con su medicación regular y consultar a su médico si los síntomas empeoran.
Esta contaminación también puede traer consecuencias en el futuro al ingresar a la época de invierno, ya que se ha observado gran incremento de zancudos, aunque aún no han comenzado las lluvias intensas, afectando especialmente a niños menores de cinco años, adultos mayores, personas con enfermedades preexistentes y mujeres embarazadas.
El ingeniero ambiental, Guillermo Alfaro, enfatizó que si bien, la lluvia puede aplicar el efecto de fungir como limpiador del aire, la población hondureña no debe adormecerse ante el problema ambiental, ya que el pronóstico para los próximos años es peor.
“Creo que la población lo va a olvidar [tema de contaminación] y lo va a recordar el otro verano, es momento de hacerles conciencia. La lluvia limpiará el aire, pero no se están tomando medidas ni atacando las causas de la contaminación”, concluyó el ingeniero, añadiendo que dos de las causas que las autoridades y la sociedad pueden remediar, son la tala de árboles y los incendios.
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