Los casos de violencia que se han disparado en las últimas semanas, sobre todo en el tráfico con peleas callejeras, están condicionadas con la poca inteligencia emocional y altas temperaturas que, según explica el psicólogo, Warren Ochoa, convergen dentro de la cultura agresiva que impide la capacidad de resolver conflictos de forma racional, algo que considera no es nuevo en la sociedad.
Entre otros factores, Ochoa señala que la falta de horas de sueño, el consumo de alcohol y sus efectos posteriores a la ingesta, la baja regulación de emociones y la incapacidad para lidiar con la frustración, también suman a los casos de violencia entre ciudadanos.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El psicólogo clínico e investigador, Warren Ochoa, ha explicado a EL LIBERTADOR, que los casos de violencia y agresiones reportados en las últimas dos semanas en zonas de tráfico pesado, no son algo nuevo, pero que ahora se han hecho más visibles por la difusión en redes sociales que reproduce la agresividad en una ciudadanía con baja inteligencia emocional.
Y, es que, en las últimas dos semanas, las peleas callejeras entre conductores se han desatado de una forma rara vez vista, alcanzando mucha difusión en redes sociales y hasta medios de comunicación corporativos.
En ese sentido, el experto valoró que estos casos reflejan el notable daño emocional de la sociedad, ya que no es normal que de la agresión verbal –en tránsito– se pase a acciones como la de un individuo que, en el sector del Zonal Belén, intentó sacar su arma de fuego siendo detenido por transeúntes para evitar la tragedia; y, entre otros, el caso de la mujer que con arma en mano amenazó a un limpiaparabrisas en un semáforo del bulevar Morazán.
Ochoa explicó, que lo que impulsa a las mujeres y, sobre todo, a los hombres a comportarse de una manera violenta, es una tendencia fuertemente influenciada por la cultura y la socialización estereotipada en roles del género masculino, ya que se les educa y se les enseña a utilizar la violencia como una expresión natural como hombres, y como una forma de manifestar el desagrado, el enojo y el malestar.
El también académico dijo que no cree que sea un caso de histeria colectiva, sino que al acceder a dispositivos de difusión que convierte a cualquier ciudadano en “reportero” se difunde mucho morbo que influye en un ambiente social o cultural donde “las personas se dejan llevar”.
En su diagnóstico, Ochoa plantea que: “El calor es un factor que incide definitivamente en que se presenten estos estos fenómenos, esto genera, una mayor irritabilidad entre las personas que estén con calor, que estén cansados o que tengan algún tipo de frustración”.
El psicólogo expone que incluso existe un grupo de personas, donde la mayoría son hombres –por un tema de cultura de crianza– que “tiene un bajo coeficiente de inteligencia emocional y, en ese sentido, tienen baja regulación emocional, baja tolerancia a la frustración principalmente esto va a suceder entre hombres por la cultura imperante”.
El experto le recomienda a la sociedad hondureña, que planifique sus viajes con suficiente tiempo para evitar el estrés del tráfico y la irritabilidad, además procurar no realizar demasiadas actividades y evitar agendas demasiado ambiciosas.
Y, de igual manera sugiere: “Entretenerse con música o quizás con algún programa de radio que les ayude a distraerse, dormir de forma adecuada, no consumir bebidas alcohólicas porque éstas vuelven a las personas más irritables en el momento de la ingesta, pero también posteriormente; esto les va a ayudar a autorregularse”.
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