EMERGENCIA EN “LA TIGRA”, FUEGO YA DESTRUYÓ MÁS DE 300 HECTÁREAS

El Instituto de Conservación Forestal (ICF), ha informado que buscará apoyar a la Fiscalía del Medioambiente con insumos tecnológicos para buscar responsables del catastrófico incendio que desde ayer se combate en el Parque Nacional “La Tigra” en la capital hondureña y que a esta hora de la tarde sigue activo, obligando a decenas de familias a evacuar.

La densa bruma de humo arropó a la capital hondureña y otras regiones colindantes como Corralitos, Carpintero, Casa Quemada; ya provocando severos daños a la salud respiratoria de la ciudadanía y reduciendo fuentes de agua que se han utilizado para apagar el siniestro que ya devoró 300 hectáreas de bosque.

Redacción Central / EL LIBERTADOR

Tegucigalpa. Cada año los bosques hondureños son devorados por mano criminal que, para promover la lotificación de terrenos en proyectos habitacionales, no le interesa arriesgar la salud de millones de personas, mucho menos las especies de flora y fauna. Y este mal, es el que cada año afecta al Parque Nacional “La Tigra” que desde hace décadas es territorio anhelado –y bajo amenaza– por empresarios del sector vivienda que han logrado impunidad.

Desde anoche, el Cuerpo de Bomberos, voluntarios que habitan en el parque y otros organismos estatales, han combatido un feroz incendio que ya consumió 300 hectáreas de bosque y ha obligado a decenas de familias a evacuar; el siniestro, según reporte oficial ya afectó las comunidades de Corralitos, Casa Quemada y Carpintero, además de los efectos sobre el Distrito Central (Tegucigalpa y Comayagüela), bajo la densa capa de humo.

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Foto cortesía Andro Rodríguez.

Según reporte de la Fundación Amigos de “La Tigra” (Amitigra), se ha organizado cuadrillas interinstitucionales: voluntarios que habitan la zona, cuerpo de bomberos y personal del Instituto de Conservación Forestal (ICF); entre otros, están apoyando las Fuerzas Armadas y servidores de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente (Serna/Mi Ambiente), que ya ha anunciado que no emitirá ningún permiso de construcción en las áreas afectadas.

Sobre el tema, el portavoz del Cuerpo de Bomberos, Cristian Sevilla, señaló que los operativos se mantienen haciendo rondas por toda la “línea de fuego”, a lo largo de varios kilómetros y que ya suman más de 30 horas de labores haciendo relevos de personal.

Indicó que si bien aún es muy pronto para determinar si el incendio fue provocado, “dadas las características y que sabemos que el 99 por ciento de los incendios son provocados por pirómanos”.

Sevilla también destacó la dificultad para acceder a la zona y por ello han tenido asistencia de militares, mientras que hay un escuadrón de helicópteros equipados con sistemas de sofocación de incendios, conocidos como “Bambi Bucket” que ya consumió al menos 7,000 galones de agua de cisternas de la Unidad Municipal de Agua Potable y Saneamiento (UMAPS) de la capital.

Por su parte, el titular del ICF, Luis Soliz, indicó que al menos 300 personas están trabajando para liquidar el incendio y dijo que han pedido a la Fiscalía del Ambiente que “nos apoye en hacer las investigaciones, porque nosotros tenemos la tecnología y le podemos decir a través desde donde comenzó el incendio y a qué hora”.

El funcionario destacó que los factores que contribuyen al acto de incendiar los bosques incluyen la falta de educación y conciencia ambiental sobre la prevención de incendios forestales y que desde el 2007, más del 92 por ciento de los incendios forestales fueron provocados por actividades humanas, ya sea por negligencia o por la acción deliberada de incendiarios.

Sobre el proceso de investigación criminal, el vocero de la Fiscalía del Medio Ambiente, Carlos Vallecillo, dijo que habrá pericia en conjunto con la Dirección Policial de Investigaciones, y que una vez controlado el siniestro desarrollaran operativos intensivos para dar con los responsables.

Vallecillo enfatizó que, en caso de identificar al responsable del devastador incendio, éste enfrentará severas consecuencias legales, ya que la pena por incendiar una zona protegida como “La Tigra” se paga con hasta 12 años de prisión.

La devastación en “La Tigra” no solo implica la pérdida valiosa de bosque, sino que también influye en la muerte de una amplia gama de especies animales y, además, trae consigo una creciente afección de enfermedades respiratorias a causa del humo, sobre todo para quienes habitan en comunidades cercanas a la zona de amortiguamiento del parque.

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