La condena del Partido Nacional, es internacional. El juicio de Juan Hernández certificó que esa vieja institución ha sido brazo del crimen y que, en 2021, ya ni el dinero del pueblo hondureño le sirvió para sostener el poder; ahora, el proyecto presidencial de Ana García aclara que el Orlandismo y sus delitos no están dispuestos a soltar la “estrella solitaria”; un partido que desde marzo de 2021 no realiza convención; su presidente huye de la justicia y su último líder está en una celda de New York.
Es en este escenario donde los dirigentes nacionalistas, Jorge Zelaya y Roberto Castillo, comparten con EL LIBERTADOR que la depuración de la narco-corrupción es una urgencia si quieren sobrevivir a un escenario electoral complejo y apuntan que las elecciones internas de marzo 2025 son la clave para tener una nueva cabeza que evite la muerte súbita del “partido azul”.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El “Orlandismo”, movimiento de culto del exgobernante Juan Hernández –recientemente condenado por narcotráfico en Estados Unidos–, que absorbió y utilizó para sus fines criminales todo el Partido Nacional de Honduras (PNH), por eso, es el principal responsable la debacle de esa institución política, que hace cuatro años dejó de consultar sus bases a través de la gran convención anual, negando que éste órgano marque la pauta para nuevos liderazgos y salvarse de la muerte inmediata.
En ese contexto, EL LIBERTADOR se entrevistó con dirigentes nacionalistas que se han desvinculado de la ya reconocida fuerza criminal de la entidad, quienes hacen reflexión sobre la condena de Hernández y, sobre todo, del pueblo hondureño que en 2021 buscó una alternativa a la “estrella solitaria”.
Y, es que, los pronósticos para los nacionalistas no son alentadores por la coyuntura actual, pues el presidente del Consejo Central, David Chávez, se encuentra prófugo de la justicia acusado por delitos de corrupción; al mismo tiempo, decenas de alcaldes y diputados están siendo investigados por crímenes públicos y narcotráfico; y, por otro lado, su máxima figura desde el golpe de Estado 2009, ha sido declarado culpable por narcotráfico.
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A criterio del diputado y también aspirante presidencial, Jorge Zelaya, para evitar la catastrófica desaparición como institución política, las elecciones internas de marzo 2025 serán clave para depurarse ya que éstas inciden en el cambio de autoridades institucionales y posicionan a quien será el nuevo candidato donde, el riesgo es alto, porque si gana un referente del “Orlandismo” y se fracasa en comicios generales, la extinción será más tangible”.


“La gente de base y nuestra dirigencia, tienen la gran oportunidad de cambiar el concepto equivocado que se tiene por unas pocas personas que han estado metidas en acciones irregulares, si van a votar por ellos o si quieren votar por ellos, entonces es lógico que el partido va a perder las elecciones generales y ahí sí es peligroso hasta que desaparezcamos”, comentó.
Para el también periodista, la situación del partido no es algo que le extrañe, ya que desde hace varios años advirtió que la actitud de los apegados a la corriente Hernández, están ligados a importantes actos de corrupción y empujaron al partido a una condición crítica.
“Ellos son capaces de hacer alianzas casi para entregar el partido y eso es inaceptable, si nosotros somos 1.3 millones (de afiliados) y ellos ni siquiera son el uno por ciento, entonces que sean juzgados ellos en los tribunales, en este caso, del mismo Estados Unidos”, sentenció.
Zelaya meditó que incluso ese secuestro criminal en su partido es lo que ha impedido una reunión de la Convención Nacionalista, “ya tenemos tres años sin convención ¿se podrá imaginar? Entonces, no sé, el partido ha entrado en una crisis que solo el proceso de las elecciones internas puede hacer cambiar la forma en cómo se está manejando la institución política”.
Al respecto, el también líder nacionalista y coordinador del Monarca, Roberto Castillo, lamentó que aun con una salida electoral es difícil orquestar una limpieza interna si aún hay secuelas del Orlandismo, porque esas figuras se resisten al cambio y que posiblemente reciban “directrices desde Estados Unidos”.
“Me imagino que hay directrices que vienen desde los Estados Unidos, de otros sectores, inclusive de aquí, para que se siga una línea [donde] no se toque a nadie de lo que están ahí [en el partido] acusados de diferentes actos de corrupción o lo que usted quiera ver, como narcotráfico”, cuestionó.
Para el líder de Monarca, el daño al partido político es profundo y como repercusiones las tradicionales convenciones se han dejado de hacer, “fueron todos ellos Ricardo Álvarez, Porfirio Lobo Sosa, Juan Orlando Hernández, fueron las cabezas para controlar a los convencionales y ponerlos en los puestos que deben de estar. Entonces, no convocan a la convención porque también al día de hoy hay gente que no está de acuerdo (en hacer cambios) ya con toda la estructura del ‘juanorlandismo’”.
Castillo argumentó que ve en su partido una base débil, como efecto que su última figura en Casa Presidencial está encarcelado y que su abanderado institucional (David Chávez) sigue prófugo de la justicia nacional, “el daño es bastante grande y, en este sentido, lo que se tiene que hacer es ir depurando el instituto político”.
“Si el partido desea continuar llegando al poder en las etapas de elecciones generales dónde están las presidencias, alcaldes y diputados, con éxito tiene que apartar a la gente, que en ese sentido, han sido ya señalados por la justicia”, sentenció.
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