El pasado miércoles, una delegación del Gobierno de Estados Unidos, se ha reunido con la Comisión Nacional del Ferrocarril Interoceánico (CONFI), mostrando interés en el proyecto, como ya lo han hecho otras potencias; la historia diplomática entre Honduras y la “gran nación” norteamericana, inició hace casi 200 años, pero a la fecha nunca han mostrado un interés real en beneficiar al pueblo hondureño y su territorio, y, de hecho, ha influido para el grave retraso económico, político y social en la región.
El secretario de la Presidencia, Rodolfo Pastor, recordó que para ejecutar la megaobra, se requiere una inversión de 20,000 millones de dólares, cerca de 500,000 millones de lempiras, ya que “es un sistema de infraestructura que lo que busca es interconectar efectivamente en nuestros puertos en ambas costas”.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El megaproyecto del Tren Interoceánico que planea ejecutar el Gobierno de Xiomara Castro, volvió a ser noticia. Lo anterior luego que la Comisión Nacional del Ferrocarril Interoceánico (CONFI), se reuniera con una delegación de funcionarios estadounidenses quienes manifestaron que su país está interesado en ser inversor.
La reunión se celebró el pasado miércoles en Casa Presidencial y tras varias horas de diálogo, el titular de la CONFI, Héctor Zelaya, destacó que existe mucha expectativa para “hacer realidad el tan anhelado proyecto”, el cual considera pondría un alto a 170 años de corrupción, pues el primer asalto a la república fue el fallido ferrocarril de 1862 que nunca se construyó.
Zelaya recordó que se trata de un proyecto concebido para impulsar un crecimiento económico, “inclusivo y duradero que beneficiará a toda la región centroamericana y marcará un antes y un después en la historia de nuestros pueblos”.
El megaproyecto ya ha sido presentado a al menos cinco naciones, entre ellas, Italia, España, Corea, Japón y la República Popular China, a las que se suma EE.UU. que conoció el plan del Gobierno Castro para desarrollarlo en al menos diez años de trabajo.
Al respecto, el secretario de la Presidencia, Rodolfo Pastor, recordó que la megaobra, que pretende conectar Puerto Cortés con Puerto Castilla, en el norte y, a su vez, con Amapala en el sur. Y además, recalcó que se requiere una inversión de al menos 20,000 millones de dólares, es decir, casi 500 mil millones de lempiras.
Pastor fue reflexivo al mencionar que “para construir todas las etapas y llevar a cabo este tipo de proyectos, se necesita garantizar cierta estabilidad y continuidad, ya que va más allá de los ciclos político-electorales”.
Destacó que la CONFI, se instaló para que se encargue de todo el procedimiento legal necesario para realizar la obra, pero es también su tarea buscar la inversión extranjera, valorando que ningún país –con el contexto económico hondureño– podría por sí mismo construir un megaproyecto de este tipo.
Pastor meditó que el interés de EE.UU., fácilmente conlleva un motivo geopolítico, debido a la marcada competencia con otras potencias, como es el caso de la República Popular China que es emergente.
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