Entre críticas y elogios, el presidente salvadoreño Nayib Bukele ganó, con más del 80 por ciento de los votos, logrando así su reelección para ostentar el cargo por otros cinco años; la fuerte política de seguridad y, sobre todo, el respaldo de la sociedad, han sido la clave del aplastante triunfo.
Para el analista Joaquín Mejía, la principal diferencia con Juan Hernández, es que Bukele asume con apoyo del pueblo salvadoreño, mientras que el primero, para reelegirse asaltó la Constitución y fondos del Estado, además orquestó un monstruoso fraude electoral en 2017 y permitió la matanza de civiles que protestaron contra esa imposición.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, confirmó sus aspiraciones a un segundo mandato el 15 de septiembre de 2022, durante su discurso por los 201 años de independencia, decisión duramente criticada por la oposición, organizaciones sociales y entes de Derechos Humanos, pero ampliamente avalada por la sociedad salvadoreña.


La figura de la reelección en el país centroamericano ha sido permitida en el país con alternancia entre periodos, es decir, no consecutiva según lo establece la Constitución; sin embargo, la Sala de lo Constitucional, nombrada por la Asamblea Legislativa en 2021 –y en su mayoría integrada por el oficialismo–, aprobó la postulación del mandatario para las elecciones que se celebraron ayer domingo 5 de febrero y que resultó en el histórico triunfo del presidente Bukele con alrededor del 87 por ciento de los votos.
El escenario de reelección, no es desconocido para la sociedad hondureña y, en ese contexto, EL LIBERTADOR se ha entrevistado con el analista y experto en Derechos Humanos, Joaquín Mejía, quien plantea está practica es ya una tendencia en líderes de América Latina.
DE INTERÉS: ENTRE LA POPULARIDAD Y LA POLÉMICA, BUKELE CONTINUARÁ GOBERNANDO EL SALVADOR


Mejía explica que jefes de Estado como Juan Hernández, Evo Morales (Bolivia), Daniel Ortega (Nicaragua), y ahora Buekele, han cometido una serie de infortunios jurídicos pero que, de cierta forma, gozan con apoyo para modificar leyes y reglamentos.
El analista, abogado de profesión, ha hecho hincapié que no se debe confundir el contexto en que fue reelecto Bukele y el caso de Hernández en Honduras, porque su imposición en el poder es concebido como uno de los fraudes electorales más monstruosos en América Latina.
“Obviamente aquí hay una diferencia bastante grande entre ambos casos, porque nadie puede negar que Bukele tiene un respaldo popular y eso sin duda alguna le da legitimidad”, mencionó.
Mejía también explicó que, a pesar de las diferencias, existe ciertas similitudes con lo que hizo anteriormente el exmandatario hondureño, y es que, porque a pesar del agasajo popular del mandatario salvadoreño, “no quita el hecho que la reelección como tal ha tenido una prohibición constitucional y que Bukele, al igual que Juan Orlando Hernández, destituyó a la Sala de lo Constitucional que había antes y colocó a personas cercanas a su gobierno”.


Bukele actualmente es el mandatario del mundo con mayor aprobación, según la empresa de consultoría e investigación de mercados CID Gallup, gracias a sus políticas de seguridad que lograron reducir el crimen generalizado en El Salvador, sobre todo los homicidios, convirtiendo al país centroamericano en uno de los más seguros de la región.
“Yo creo que El Salvador da una gran lección, no solo para Honduras, sino para un montón de países, en el sentido que es que la población está dispuesta a renunciar a los valores democráticas, democráticas y libertades”, concluyó el jurista, siendo enfático en que el sistema político electoral nacional debe discutir sobre la reelección, segunda vuelta y nueva ley electoral, entre otros temas.
Deja un Comentario