Hace unos días se realizó el Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) o Foro de Davos, donde un grupo de millonarios pidió que los más ricos del mundo paguen más impuestos para reducir la desigualdad y contribuir al desarrollo mundial.
«Esto no altera nuestro nivel de vida, ni le quitará nada a nuestros hijos, ni hará daño al crecimiento económico de nuestras naciones. Sin embargo, conseguirá convertir la riqueza improductiva en una inversión para el futuro de la sociedad», cita la petición.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. «Nuestra petición es simple: les pedimos que pongan impuestos a la gente como nosotros, los más ricos de la sociedad», cita la carta que firmaron 250 millonarios y que presentaron ante los magnates del mundo durante la Cumbre de Davos en Suiza.
Dentro de los 250 millonarios destacan la firma de una de las herederas de la dinastía Disney y también filántropa, Abigail Disney; también Valerie Rockefeller, miembro del famoso clan familiar de Estados Unidos; y los reconocidos actores, Simon Pegg y Bryan Cox, entre otros.
«Esto no alterará de forma relevante nuestro nivel de vida, ni le quitará nada a nuestros hijos, ni hará daño al crecimiento económico de nuestras naciones. Sin embargo, conseguirá convertir la riqueza improductiva y extrema en una inversión para el futuro de nuestras democracias», cita la carta.
Según el medio de comunicación británico, The Guardian, nuevas encuestas revelan que un 74 por ciento de los “superricos” apoya el aumento de impuestos a clases privilegiadas, de esta manera ayudar a la crisis sobre el costo de vida y mejorar los servicios públicos.
La encuesta fue aplicada por la agencia Survation, donde tomó de muestra a más de dos mil personas de países integrantes del G20, grupo que reúne a las economías avanzadas y emergentes más importantes del mundo, como Estados Unidos, Alemania, etc.
Los encuestados poseen más de un millón de dólares (aproximadamente 24 millones de lempiras) en activos invertibles (depósitos, acciones, fondos de inversión, efectivo y bonos), excluyendo sus propiedades muebles, lo que sitúa a estos ricos en el cinco por ciento con más patrimonio.
«Estamos viviendo una segunda ‘Edad Dorada’. Los multimillonarios utilizan su extrema riqueza para acumular poder político e influencia, socavando al mismo tiempo la democracia y la economía mundial. Ya es hora de actuar. Si nuestros cargos electos se niegan a abordar esta concentración de dinero y poder, las consecuencias serán nefastas», declaró el actor ganador del premio Emmy, Bryan Cox.
En Honduras, esta revolución aún no se ha plantado, sin embargo, ya hay mecanismos como la Ley de Justicia Tributaria que busca quitar privilegios a las familias más ricas para aumentar la recaudación pública y seguir invirtiendo en políticas de desarrollo social.
“Yo no veo por qué no aprobar una ley (de justicia tributaria) que es necesaria para asegurar ingresos y que esos ingresos sean bien utilizados, para seguir invirtiendo en infraestructura en el país que es necesario y generador de empleo, y así también como en la parte social, hay necesidad de más hospitales”, dijo la reconocida empresaria Juliette Handal.
El 2024 enfrenta el reto, según autoridades promotoras de la ley, para que los que más generan ingresos, también paguen impuestos y unirse a esta revolución en el mundo.
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