Los historiadores y escuelas de Costa Rica destacando como desagradecidos se rehúsan a contar la historia real de Francisco Morazán, que no dudó en gastar hasta su propio dinero para liberar de la opresión y de la ignorancia al pueblo costarricense.
Grupos de poder conservadores de ayer y del presente se oponen a que la verdad sea explicada y así pedir perdón a Centroamérica como corresponde a toda nación civilizada, por el vil asesinato, sin juicio, de Morazán, cuya grandeza de pensamiento siguen sin admitir las élites la región que por intereses mezquinos han hecho del istmo varios pedazos de tierra empobrecida, incapaz de negociación en bloque frente a las potencias.
Para el historiador y analista político, Miguel Calix, los intentos por contar la historia real de Morazán en el país tico no ha sido fácil, entre las reacciones de algunos costarricenses destaca a uno de sus amigos más íntimos, que le afirmó: “los libros en las escuelas seguirán contando la mentira de Morazán”.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Costa Rica debe pedir perdón. Si la élite política y quienes toman las decisiones en ese país, entienden la evolución de la civilización y los derechos humanos en el siglo XXI, al menos tienen que ofrecer una explicación y un perdón a Centroamérica por el crimen de lesa humanidad contra Morazán, por cuyo progreso y unidad fue ejecutado el 15 de septiembre de1842; se mató al genio y al hombre visionario que, de sobra, está demostrada su razón en el proyecto de integración del istmo, ahora más vigente que nunca.
Centroamérica desunida no pesa ni vale para las grandes potencias y sus intereses globales. Morazán lo supo hace dos siglos. Declaró: «que al asesinato se ha unido la falta de palabra que me dio el comisionado Espinach, de Cartago, de salvarme la vida”, escribió en su histórico testamento horas antes de la ejecución a las 6:00 de la tarde en la plaza mayor de San José. Esa noche llovía y el odio enfermizo contra el héroe fue más allá del crimen, por orden superior el cuerpo permaneció más de dos horas sobre el lodo. Y, también sentenció con indignación: – (…) mi muerte es un asesinato, tanto más agravante, cuanto que no se me ha juzgado y ni oído”.
DEBEN HACERLO
La tesis es apoyada por diversos historiadores que abordó EL LIBERTADOR, uno de ellos, el académico y analista político Miguel Calix, que también cuenta con conocimiento amplio sobre el país centroamericano donde el prócer fue fusilado. Para Calix, el panorama es claro y sentencia: “Deben hacerlo”, Costa Rica debe pedir perdón.
La vergüenza por el delito cometido contra el legendario paladín es como un bozal que redarguye a los historiadores ticos para contar la vida y tragedia de Morazán en su país. “Yo digo en mis libros, que a los historiadores de Costa Rica les da pereza, término que ellos usan a diario: «nos da pereza estudiar ese periodo de Morazán»”, explicó el académico.
Calix añade que hay un mal fundamento educativo cuando se enseña y se estudia la vida de Morazán en el país tico, lo que deriva en que se creen estigmatizaciones y menosprecio acerca del que fue presidente de la extinta República Federal de Centro América.
AYUDA DE PRIMERA
Esta mala recepción histórica sobre Morazán surge porque los historiadores costarricenses únicamente se valen de una sola fuente, Ricardo Fernández Guardia, quien escribió un solo libro sobre el paladín en Costa Rica.
“Este individuo era tataranieto del primer asesor que tuvo Morazán, que yo lo llamo en mis libros un «individuo traidor» a Morazán y como don Ricardo Fernández Guardia es el mejor historiador de Costa Rica y los ticos solo leen eso”, añadió Calix. Además de eso, el analista cuenta que para que Morazán pueda ser enseñado a la cultura tica de forma íntegra, como fue realmente, es necesario una reforma educativa, lo que podría dar pie al primer proceso de disculpas: enseñar la historia correcta del paladín.
“El mejor amigo costarricense lo tuve en Washington en un curso del Fondo Monetario Internacional, él vivía en Heredia, yo visite varias veces a este individuo y estando ahí me dice «Miguel te quiero decir que ya tienes convencido a los dos primeros costarricenses sobre cuál es la verdadera historia de Morazán, pero el problema es que mi esposa, que es profesora de la secundaria, tiene que seguir enseñando el libro de don Ricardo Fernández Guardia» me dijo mi amigo”, explicó Calix.
APUESTA EDUCATIVA
Miguel Calix afirma que la oligarquía mantiene ignorante al pueblo costarricense sobre la historia del gran paladín. Morazán poseía un pensamiento revolucionario, visto poco en épocas donde los oligarcas oprimían severamente a los menos favorecidos, a los desprotegidos.
Calix explica un poco del ideal morazánico, y ejemplifica que para el prócer, niño y niña tenían los mismos derechos y debían -obligatoriamente- recibir educación; “42 años después que muere Morazán, al fin una tiquilla [niña] pone los pies en una escuela en Costa Rica”, afirma.
De algo no hay duda, Morazán amaba Costa Rica, dos veces fue traicionado en ese país, sin embargo, su ideal de libertad lo llevo a soportar y entregarse a muerte por cumplir lo que tanto soñaba: una Centroamérica libre, soberana y unidad.
“[Morazán] Murió por darle libertad a Costa Rica, así dice en su testamento y fue traicionado dos veces. Eso dice textualmente en el testamento”, concluyó el historiador.
CAMINO DIFICIL
Morazán tuvo enemigos por todo Centroamérica, dijo el historiador Guillermo Varela a EL LIBERTADOR. “Incluso, gente del bando liberal, por ejemplo, en Guatemala, Morazán peleó personalmente, cuerpo a cuerpo, quince batallas desde pelea en La Trinidad el 11 de noviembre de 1827, hasta la que pierde en la sublevación de San José, que es del 11 al 14 y concluye con su fusilamiento a las tres de la tarde el jueves 15 de septiembre, en lo que hoy es el parque central de San José, Costa Rica”, detalla Varela.
Costa Rica fue el territorio más difícil para Morazán, ahí se encontró con una oposición fuerte de los oligarcas. El paladín recibió la invitación de sus amigos para pelear con el dictador Braulio Carrillo; anteriormente, Morazán pidió asilo a Carrillo debido a la ocupación inglesa a lo largo de lo que hoy es La Mosquitia hondureña-nicaragüense (Este conflicto fue uno de los posibles responsables del único magnicidio ocurrido en Honduras en 1862).
Los diferentes intereses políticos de pequeños grupos empezaron a actuar a finales de la década de 1830, donde los ahora países hermanos comenzaron a separarse de la federación.
“MISIONEROS”
El fusilamiento de Morazán fue el resultado de varias traiciones, según Varela, cuando Morazán llega el 13 de septiembre a casa de uno de sus aliados, pero que había sido vencido una noche antes por los enemigos del prócer, este fue capturado y posteriormente fusilado.
Ambos historiadores confirman que Costa Rica debe pedir perdón a Honduras por los acontecimientos contra el General Francisco Morazán, sin embargo, como explicó Miguel Calix, para que esto suceda se debe reformar la educación sobre la historia del paladín, misma que los grupos de poder del país tico no quieren que se sepa.
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