En los últimos 80 días, la Secretaría de Salud ha identificado que 919 hondureños dieron positivo al virus del Covid-19, las cifras han evidenciado un rebrote “sin control” a partir del periodo comprendido del 30 de mayo al 11 de julio; lo anterior, para el experto infectólogo, Tito Alvarado, se asocia puntualmente a que la ciudadanía ya no está interesada en completar el esquema de vacunación por la suspensión de “urgencia sanitaria”.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El pasado 5 de mayo, la Organización Mundial de la Salud (OMS), notificó que el virus del Covid-19 ya no era una “emergencia sanitaria”, instando a los gobiernos mantener esquemas de vigilancia y algunas medidas de control para la nueva normalidad; sin embargo, poco más de dos meses después, Honduras vuelve a enfrentar altos índices de contagio.
Y es que según datos de la Unidad de Vigilancia de la Secretaría de Salud (Sesal), entre el 25 de abril y el 11 de julio (77 días), se ha identificado un total de 919 casos positivos del virus; de igual manera, se confirmó 78 hospitalizaciones y ocho personas muertas a causa del virus.
Los datos revelan que entre el 30 de mayo y el 11 de julio, la positividad aumentó en 234% con relación al periodo comprendido entre el 25 de abril y el 29 de mayo. La respuesta inmediata de Sesal ha sido insistir a la sociedad hondureña a completar su esquema de vacunación y retomar el uso de mascarilla en espacios saturados, entre otras.
Al respecto, EL LIBERTADOR se ha entrevistado con el especialista infectólogo, Tito Alvarado, quien evalúa que el Covid-19 ha quedado como una endemia en varios países y que Honduras presenta casos porque el nivel de cobertura de la vacuna “no es lo que se esperaba”
Explica que varios países de Europa e incluso Estados Unidos, no tienen problemas con “rebote” de la pandemia, porque sus estándares de vacunación son elevados, pero que en las condiciones de Honduras se debe tomar cautela y siempre utilizar la mascarilla, “en sitios donde hay multitud de gente y particularmente dentro de los hospitales, en el cine y otros”.
El especialista asocia que el tema de vacunación es la clave por la que actualmente el país afronta un rebrote, y lamenta que si se considera que la sociedad hondureña promedia baja escolaridad, más las condiciones sociales, al observar que ya no hay alerta por Covid-19, se ha generado una “bomba de tiempo”, ante un relajamiento con medidas de bioseguridad.
En ese sentido, extiende que Sesal debe presionar para que la ciudadanía se aplique la vacuna contra el virus para aumentar la cobertura y que se incluya el esquema completo con la dosis bivalente.
Además, insta a considerar mecanismos de atención para otras patologías de temporada como la influenza, cuyos síntomas son similares al Covid-19 “se ha disparado mucho es virus y por eso verá a mucha gente que, como ya no hay alerta, ya no usa las medidas de bioseguridad y ahí capta uno cualquier otra infección respiratoria alta”.
El experto cuestiona que en principio no se debió eliminar la regulación para el uso de mascarilla, ya que muchos no han completado su esquema de vacunación y considerando la variante ómicron que es más contagiosa.
Sentencia que lo anterior, “es un problema y hay que tener mucho cuidado porque se le dice a la gente que es su voluntad (usar mascarilla y vacunarse), pero es importante que lo haga porque si no va a captar cualquier otro virus y el riesgo es mayor”.
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