El Gobierno de Honduras, en el marco de una nueva estrategia para rescate de la red penitenciaria del país, ha devuelto el control sobre cárceles a las Fuerzas Armadas, con la orden de habilitar como la Isla del Cisne, ubicada a unos 250 kilómetros al noreste del territorio continental, como centro de reclusión de los jefes de estructuras criminales.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Entre las nuevas medidas de seguridad para recuperar el control del Sistema Penitenciario, la presidenta Xiomara Castro ha determinado que las Fuerzas Armadas deberán controlar la red carcelaria y habilitar la Isla del Cisne como una granja penal para cabecillas del crimen.
Lo anterior fue comunicado anoche, luego que Castro convocara al secretario de Defensa, José Manuel Zelaya, y al jefe del Estado Mayor Conjunto, José Jorge Fortín.
Tras la reunión, el Gobierno determinó que la Comisión Interventora del Instituto Nacional Penitenciario (INP) ha sido cancelada, por lo que Julissa Villanueva se reintegra a sus labores como subsecretaria de Seguridad; además, se aprobó ampliar el estado de excepción y ceder el control de cárceles a la Policía Militar de Orden Público (PMOP).
En un comunicado de prensa, el Gobierno dijo que tiene como meta en un año: reclutar, capacitar y formar al menos 2,000 nuevos custodios carcelarios, ya que este será el periodo en que el Ejército estará al mando del sistema de cárceles.
También, se ha integrado una solicitud a la Corte Suprema de Justicia (CSJ), para otorgar medidas distintas a la prisión preventiva a mujeres sin condena y con enfermedades terminales.
A continuación el comunicado íntegro:
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