EL LIBERTADOR, 20 AÑOS: ROMPIMOS EL SILENCIO DE LA PRENSA TRADICIONAL ¡Y AHORA SOMOS MILLONES!

¡Aparecimos una mañana de mayo! Y, había tanto silencio en las noticias de Honduras que nuestro susurro se volvió un grito que sonó en toda la tierra, y por primera vez en la historia surgía un medio en el lado del pueblo hondureño; hasta entonces, el poder económico imponía su realidad y sus intereses sobre millones a través de la prensa tradicional.- EL LIBERTADOR tronó como nota disonante en la armonía de los viejos medios; nuestras portadas saltaron a las calles y los intocables y lo oculto se hizo exclusiva.

La esencia de EL LIBERTADOR es morazanista, los ideales del prócer nos mueven, somos la posteridad que nuestro amado soñó pensando en la juventud, queremos una Honduras moderna y orgullosa para todos.- Este sábado sumamos dos décadas de función social colocando en el centro de nuestras decisiones a los empobrecidos y la población harta de tanta hipocresía e indiferencia del poder que por siglos controla este país; agradecemos a cada persona que en estas dos décadas hizo posible nuestra existencia.

Pero no ha sido fácil, ha sido muy duro, durante 20 años hemos enfrentado saqueos, bloqueos económicos, sabotajes a página web, amenaza de cárcel y atentados a la vida que siguen impunes; durante estos largos años, hemos renunciado a varias ofertas de hacer fortuna que nos daría desde la comodidad de una oficina propia hasta salarios justos para nuestros compañeros; hemos dicho no, porque han querido que renunciemos al Periodismo y a la auditoría social para plegarnos al Gobierno, al capital corporativo o “comunicación oenegé” que goza fuerte financiamiento extranjero.

 

Reflexión
EL LIBERTADOR
redaccion@ellibertador.hn

Tegucigalpa. ¿Qué hace que el esclavo se enamore de la cadena? ¿Qué motiva a los hombres que gritan ¡libertad!? Ese capricho de la naturaleza que crea a algunos seres con alma de servidumbre y a otros con espíritus de rebeldía.- La historia de EL LIBERTADOR no obedece a la voluntad de los héroes dispuestos a sacrificarse por un sueño, sino a hombres que se dispusieron a arriesgar su vida para denunciar lo que todos los demás callaron, aun sabiendo que hundían más el cuchillo en la espalda de un pueblo injustamente humillado y empobrecido de manera fía y calculada por quienes han dominado el poder en esta tierra.- En el primer editorial, EL LIBERTADOR plasmó su camino: “Somos la nota disonante”.

No somos el parto de un laboratorio en Cuba, Venezuela o Estados Unidos como nos han dicho durante dos décadas, es normal la confusión de los desinformados que se preguntan: “¿Cómo puede ser éste un medio de hondureños?”, “¿cómo se mantienen?”, “¿si vienen de la pobreza cómo pueden escribir tan bien?”, “¿no tienen miedo que los maten por lo que publican?”; y no, ésta es una iniciativa ciudadana de un grupo de periodistas hondureños, guiados por nuestro Director-Fundador Jhonny Lagos, es natural que no puedan encasillarnos, ni Periodismo de oenegé, ni corporativo: EL LIBERTADOR, es Periodismo puro y duro.

Una ciudadana protesta en el centro de Tegucigalpa con ejemplar impreso de EL LIBERTADOR.

Cuando nacimos apenas iniciaba la red Internet y la única realidad era la que a su libre capricho y cálculo ideológico de poderosos antisociales exponía la prensa tradicional, ellos decían quiénes eran los “forjadores” y quién el enemigo, alimentados por gobiernos corruptos y empresarios torvos, que se creyeron dueños del país; ¡Aparecimos aquella mañana de mayo! Y rompimos el papel de los tradicionales y, por primera vez, en la historia de Honduras surgía un medio para y desde los hondureños, “transformar una sociedad exige la participación del principal factor de cambios ¡El hombre! La responsabilidad de informar nos exige verdadera mística de trabajo consecuente con los intereses de nuestra nación ¡Esto es EL LIBERTADOR!”. Así iniciamos, desde el primer paso, incomodando a los conservadores (llámese vividores) y animando a otros inconformes a soñar que una Honduras distinta, era posible.

En 20 años, EL LIBERTADOR y su cuerpo humano jamás ha recibido un reconocimiento de Gobierno por su labor informativa, ni siquiera dejarlo entrar a instituciones públicas, y es entendible, incomodamos a unos y asustamos a otros, sobre todo, al abusivo y corrupto; en contraposición hemos sido el único medio de comunicación escrito en el país que la población ha elevado sus portadas frente a los edificios de medios tradicionales y de oficinas gubernamentales.- “EL LIBERTADOR, EL LIBERTADOR”, gritó la gente una tarde mientras levantaban la portada “El Soberano Juzgará” y años más tarde la de “¡Fraude! Nuestra brújula son los intereses sagrados de los hondureños, así lo respalda la historia de nuestro trabajo: denunciamos a los ladrones de Honduras, estuvimos en contra del Golpe de Estado, apoyamos las antorchas, opuestos al fraude y de frente en contra de la reelección y firmes sin titubeos contra el imbécil dictador; sin dobleces, aunque nos costara nuestro propio crecimiento o desarrollo o la propia vida como pasó con nuestro director el 24 de agosto de 2017 cuando la dictadura ordenó el asesinato y fallaron, no por falta de maestría en el crimen, no lo identificaron.

Hondureña lee edición de diciembre 2017, que condena el golpe electoral de Juan Hernández.

Y eso tiene un costo, oficinas saqueadas, bloqueos económicos, amenazas de prisión y concretar atentado contra la vida de nuestro Director Lagos, más de ocho disparos contabilizados y hasta hoy no se encuentran los culpables del asqueroso acto, ¿qué es más valioso que la vida? Y pudiendo renunciar huyendo del país no lo hicimos (no juzgamos a los que se han ido del país, los entendemos), pero no podríamos vivir con la tarea inconclusa, lejos de lo que vive el hondureño, debíamos seguir la ruta que trazamos el 20 de mayo de 2003 y como dijimos en un editorial en 2006: “Llamamos las cosas por su nombre, al ladrón, ladrón…” y no como un acto de inmolación, sino como el papel obligado en esta etapa de la nación que nos tocó vivir y como no nos gustó lo que vimos, lo confrontamos.- Esta Honduras fue la que hallamos y no agrada que en vez de cárcel, los responsables figuren como personajes respetables y sigan robando en rica comodidad y pidiendo más bienes públicos y sangre cuando claman más golpes u otra dictadura.

Nos indignó que el indigente, la madre soltera o el jornalero fueran invisibles, que nadie contara sus historias e ignorar que existen como parte de este territorio; nuestra esencia es morazanista y ese ideal del prócer nos mueve, somos la posteridad que nuestro amado soñó con la juventud; queremos una Honduras con auto determinación, que castigue al traidor, moderna y pueblo orgulloso y oportunidades para todos los ciudadanos, que nadie se avergüence de la nacionalidad, que las mujeres no vayan a parir afuera para sentirse importantes porque sus hijos son extranjeros, o que seamos los más tristes del planeta, abogamos por gobiernos que se preocupen por sus poblaciones y empresarios responsables en sus negocios, donde no se vea al hondureño como una vaca de ordeño para gastar dólares en países extraños.- Queremos que nuestro pueblo sea feliz y, sobre todo, digno. Que nadie pretenda hacer burla de nuestra tierra, que nadie nos joda.

El director Lagos en reunión con Sala de Redacción en meses previos al golpe de Estado 2009.

Agradecemos desde el fondo de nuestro corazón y teclados, a cada persona que durante estas décadas se ha acercado a nosotros de forma honesta, los visibles e invisibles que hacen realidad que sigamos existiendo y que nuestro equipo lleve los frijoles a sus casas; agradecemos sobremanera a los lectores y lectoras que se toman el tiempo para leernos, pensarnos y escribirnos; al político decente que entiende que un país moderno solo puede existir con una libertad de expresión sólida y al empresario con sangre decente que ve una oportunidad para que sus negocios crezcan de la mano nuestra.

Gráfica del director fundador de EL LIBERTADOR.

El hondureño debe tener la certeza que este rotativo seguirá marcando huellas en beneficio de los más necesitados y no de los poderosos, que apoyamos el gran proyecto de una nación de primera y virtuosa, que somos capaces de romper nuestras propias relaciones si van en contra de los intereses sagrados; que mantenemos un periodismo critico y profesional, sin creer en el equilibrio o la objetividad que muchas veces es la capa del mentiroso y el cobarde, como medio de comunicación o se está del lado de los empobrecidos o del poder. No hay puntos neutros.

Posdata: Un agradecimiento especial a Don Oscar y su imprenta en Villa Adela, creyó en un muchacho y le dio fiada la impresión de los primeros 3,000 ejemplares. Don Oscar, se lo dijimos y dónde esté: ¡Lo logramos! ¡Gracias totales! Avanti

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