En el marco del vencimiento del mecanismo “Título 42” que prohíbe la entrada a Estados Unidos a ciertas personas al suponer un riesgo para la Salud, medida adoptada por el Covid-19, el presidente de ese país, Joe Biden, reforzará con 1,500 soldados su frontera con México, justificando el riesgo de aumento del flujo de migrantes indocumentados, revela la cadena CNN.
Agencias / EL LIBERTADOR
El Gobierno de Biden planea enviar 1.500 soldados adicionales a la frontera entre EE.UU. y México para adelantarse a la afluencia de migrantes que se espera cuando expire la implementación de la autoridad sanitaria conocida como Título 42 la próxima semana, según informaron a CNN fuentes con conocimiento de la planificación.
El Ejército de Estados Unidos ha prestado apoyo durante mucho tiempo al Departamento de Seguridad Nacional en la frontera. En ese sentido, un aumento del personal en la zona no es algo sin precedentes. Actualmente hay unos 2.500 miembros de la Guardia Nacional en la frontera.
Como en ocasiones anteriores, las tropas desempeñarían funciones administrativas y no acciones policiales, aclararon las fuentes. El objetivo de este apoyo es liberar recursos en el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) para que la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EE.UU. (CBP, por sus siglas en inglés) pueda operar con mayor libertad sobre el terreno, añadieron las fuentes.
«A petición del DHS, el Departamento de Defensa proporcionará un aumento temporal de 1.500 militares adicionales, durante 90 días, para complementar los esfuerzos de CBP en la frontera. Estos 1.500 militares cubrirán vacíos críticos de capacidad, como la detección y vigilancia desde tierra, registro de datos y el apoyo a las instalaciones, hasta que CBP pueda atender estas necesidades mediante apoyo contratado. No realizarán ninguna labor policial», afirmó un funcionario estadounidense en un comunicado.
Horas después este martes, el portavoz del Pentágono, el general de brigada Pat Ryder, confirmó que el secretario de Defensa, Lloyd Austin, había aprobado el despliegue.
«El personal militar no participará directamente en actividades policiales. Este despliegue en la frontera es coherente con otras formas de apoyo militar al DHS durante muchos años», dijo Ryder.
El Departamento de Seguridad Nacional también emitió un comunicado confirmando el envío de las tropas. «El personal del Departamento de Defensa (DOD) realizará tareas no relacionadas con la ejecución de la ley, como la detección y vigilancia desde tierra, la introducción de datos y el apoyo a las instalaciones. El personal del DOD nunca ha realizado, ni realizará, actividades de aplicación de la ley ni interactuará con migrantes u otras personas bajo custodia del DHS», señaló.
Las autoridades han observado un aumento de los migrantes que cruzan de manera irregular la frontera entre EE.UU. y México antes de que expire el uso del Título 42, una orden que se invocó al inicio de la pandemia de covid-19 y ha permitido a las autoridades fronterizas expulsar rápidamente a ciertos migrantes. La autoridad termina este 11 de mayo. En los últimos días se han producido unos 7.000 encuentros diarios en la frontera sur de Estados Unidos, cifra que se espera que incremente en las próximas semanas.
En julio del año pasado, el secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, solicitó al secretario de Defensa, Lloyd Austin, tropas para ayudar a la CBP desde el 1 de octubre de 2022 hasta septiembre de 2023. Austin aprobó un despliegue de 2.500 soldados en la frontera, que permanecen allí ahora, y se espera que los 1.500 miembros adicionales se unan a ellos en los próximos días.
La administración del expresidente Donald Trump aprobó aumentos similares de tropas a la frontera. A principios de 2019, más de 3.000 soldados adicionales en servicio activo fueron desplegados en la frontera sur de EE.UU. para reforzar la seguridad, sumándose a los 2.300 que ya estaban allí.
La esperada oleada de migrantes de la próxima semana puede ocurrir en un momento crítico para Biden, quien, tras lanzar su candidatura para 2024, también deberá enfrentar otra posible crisis fronteriza, lo que lo expone a los ataques de los republicanos, que han criticado duramente a la administración y ya están utilizando el tema para oponerse al presidente en las próximas elecciones, y de los aliados, que argumentan que sus medidas para hacer cumplir la ley son demasiado duras.
«Esperamos que aumenten los encuentros en nuestra frontera sur, a medida que los traficantes buscan aprovecharse de este cambio y ya están trabajando duro para difundir la desinformación de que la frontera estará abierta después. El elevado número de encuentros supondrá una carga para todo nuestro sistema, incluidos nuestros dedicados y heroicos trabajadores y nuestras comunidades», declaró Mayorkas el jueves.
«Permítanme ser claro: nuestra frontera no está abierta y no lo estará después del 11 de mayo».
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