NO HABLEMOS DE LOS 12 AÑOS, MILITARIZACIÓN Y LO QUE NOS DIVIDE

Por supuesto, los delincuentes del poder quieren que no se hable de los 12 años, los incomoda cuando la gente los ve, los juzga y condena, y tiene que ser así porque la ley es buena onda con pocos, estamos llenos de códigos, tiernos con la minoría y la mayoría condenada a cumplir hasta las comas.- Todo lo que nos vuelve desiguales en el territorio hondureño y lo que cada día, desde lejos, nos diferencia en todo ambiente, nos divide como sociedad.

Aquí el criminal se sienta en la silla del tribunal –cualesquiera– y no es una figura literaria ¡es real! Agarraron el presupuesto, las instituciones como propias y pasan abriendo las tapas como ejemplos de santidad; el billete de nuestro lomo sirvió para vives, contratar compañía de hombres y mujeres, conciertos, las embajadas dadas a los tontos hijos, periodistas contratados por 100 mil al mes en las secretarias de Estado. ¿Cómo no estarán molestos?

Es lógico que el poder corrupto que se enmierdó con JOH use sus canales de comunicación (ojo, no decimos que sea periodismo), para levantar campañas dulzonas de “juntos pasaremos del miedo a la esperanza ¡Unidos Somos Mejores!”. ¿El miedo de quién? Que paja, no quieren ir a la cárcel, menos, mucho menos que les quiten el billete en juicio, por eso pelean con garra y colmillos al menos un magistrado en la nueva Corte Suprema.

 

Reflexión
EL LIBERTADOR
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Tegucigalpa. Una joven mujer, tiene en sus brazos a una niña, en su vientre vive otro, la cara se ilumina rojo, amarillo y verde todos los días en el mismo lugar, como jornada de trabajo, como alma en pena; la niña creció y juega en la tierra, entendiendo la vida desde abajo, desde el humo de los carros y los vidrios arriba; la niña aprendió el arte de pedir, tiene unos 12 años y sabe mentir a la perfección; la niña ya no va a pedir al semáforo, se la llevaron a otra esquina, a otra calle de donde nunca más saldrá.- Así como el “eterno retorno” se reproduce el mismo acto, por décadas, por generaciones, de Gobierno a Gobierno.

Estado de calamidad, el mayor ejército del crimen organizado está en las calles, latiendo fuerte en los suburbios de las ciudades sobrepobladas de humanos pálidos y casuchas al borde del abismo, formándose en las rendijas del sistema, resistiendo la muerte, sin educación, salud o muestras de afecto, el cartón como cama, durmiendo como tigre con un ojo abierto “por cualquier cosa”; son los abandonados del sistema, los condenados con juicio y sentencia desde el útero; son los vomitados por los “camisa blanca”, por las viejas elegantes ProVida que hablan por ellos pero no los conocen, les tienen miedo y asco. Son la creación de este sistema de mierda y sus representantes mediocres.

Miles de niños en Honduras son vistos en semáforos pidiendo dinero a cambio de limpiar parabrisas.

El Gobierno responde, siempre responde: militarización, represión, cárceles y así nos han llevado por 200 años ¿Resultados? ¡Claro! Un gobernante cabecilla de la mafia ¡Cuatro años más! Y más miserables y el crimen mejor armado y entrenado.- Un sistema que acumula riqueza en pocos y acumula miseria en muchos; las iglesias se llenan de carros blindados y muros de oro, los crucifijos se venden bien, pero las almas están a precio de ropa de bulto cada lunes, en cada reunión, en cada decisión. Ya ni siquiera se hace el esfuerzo de hablar de “reinserción”, esa es una utopía de soñadores y vendedores de humo. – A los malvivientes hay que darles bala, el pobre es pobre porque quiere. Dice el perfumado con privilegios.- El subdesarrollo está en la mente, repite el Coaching de liderazgo barato, de entrenamiento en habilidades de comunicación que fomentan estupidez, ficción y frivolidad en los hombres y mujeres que deciden por todos los hondureños, por nosotros, hermano.

Como dice el Director Lagos, “mientras una mujer tenga la oportunidad de ir a parir a Estados Unidos y la otra no tiene más opción que hacerlo en la calle, seremos una sociedad dividida. No porque la que salga sea mala, sino porque la que está en el suelo no tiene salidas”.- De eso se trata al final, oportunidades, opciones y alternativas en un pedazo de tierra que juega por ratos a ser democracia, dictadura, un Estado laico o un feudo, una extraña mezcla que se confunde en el infinito arcoíris de colores.- Pero al final, es un grupo de gente pobre buscando sobrevivir, eso es todo.

Los medios de comunicación tradicionales y los conservadores (que son artistas de este gran cagadal, y que deberían estar presos), nos venden la idea que debemos olvidar los 12 años anteriores, los peores en la historia del país.- Pero esos años, se traducen en vidas, tiempo irrevocable, muertes y desapariciones forzadas ¡donde la estructura criminal fue Gobierno! ¡Por Dios! Un niño nació y creció en 12 años, ese mismo hoy mete miedo en algún barrio marginal con rifle en mano y lo único que se puede hacer, es buscarlo y darle un balazo, para que “deje de joder”. Las cárceles se han llenado y hemos tenido que crear otras, más fuertes, más intimidantes ¿y eso funcionó?

Militares en las calles.

Claro que los delincuentes del poder quieren que no se hable de los 12 años, les incomoda cuando la sociedad los ve, los juzga y condena, y tiene que ser de esa forma porque no tenemos justicia, pero estamos llenos de leyes, inútiles en su mayoría y que solo algunos estamos condenados a cumplirlas. Aquí el criminal se sienta en la silla del tribunal –cualesquiera– y no es una figura literaria ¡es real! Agarraron el presupuesto, las instituciones como propias, los fondos públicos sirvieron para vives, contratar compañía de hombres y mujeres, conciertos, las embajadas dadas a los tontos hijos, periodistas contratados por 100 mil al mes en las secretarias de Estado. ¿Cómo no estarán molestos? Es lógico que el poder use sus canales de comunicación (ojo, no decimos que sea periodismo), para levantar campañas dulzonas de estamos seguros de que “juntos pasaremos del miedo a la esperanza ¡Unidos Somos Mejores!”. ¿El miedo de quién?

Si hablamos de grupos armados peligrosos, deberíamos vigilar que hacen las Fuerzas Armadas financiadas por el pulmón infinito del hondureño, ese mago moteado que susurra en los oídos de cualquiera que se sienta en el “Altar Q” y se presenta como excepcionales, el crimen aumenta y el presupuesto para ellos también, se les compran todos los juguetes que desean y cuando se quiere por conveniencia le apagan los radares a los delincuentes, obviamente, protegidos siempre por los Estados Unidos, que son el verdadero Gobierno para ellos, siempre. Hoy anuncian un estado de excepción en los barrios y colonias más peligrosos ¿serán las casas de los que usted y yo pensamos o es donde viven los pobres?

Operativo de Policía Militar creada por el extraditado Juan Hernández.

Y si hablamos de crimen organizado, debemos hablar de una Corte Suprema de Justicia y un Ministerio Público, que tanta es la aceptación del fracaso que son, que tenemos que llamar a otros países para que nos instalen un “juez” externo, porque el nuestro está podrido, no sirve, pero les damos un enorme presupuesto para sueldos, salarios, viáticos, representación y quién sabe cuántas cosas más, tan bueno es el negocio que los más sinvergüenzas, buscan reelección. ¡Maje! Romeo y Micheletti que son las caras visibles de un Golpe de Estado, caminan hablando paja en medios tradicionales, solo para tener una idea de lo jodidos que estamos.

Mientras las verdaderas causas de este desorden bien ordenado no sea abordadas desde lo integral, cada vez tendremos que crear cárceles más grandes, hasta que un día ellos se den cuenta que son mayoría y despedacen lo que quede de país, un sistema de desigualdad solo produce miserables y divisiones; a los “barrios peligrosos” se les manda a que vean rifles en la mañana y en la noche. ¿Qué mensaje se les manda a las personas que viven en esas zonas? Los corazones y fotos retocadas en Twitter no son suficientes.

Comiencen pensando un plan de nación, es hora que la secretaría de Planificación despierte porque ya vamos para el año. ¡Ya son Gobierno muchachos!

¡Despierta humanidad! / Por cierto, hoy se cumplen 81 meses, exigiendo justicia para Berta Cáceres. –Namasté—.

VEA AQUÍ EL LIBERTADOR MENSUAL, OCTUBRE 2022

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