La fuerte tendencia política y social que marca la filosofía del Celtic de Escocia y sus fanáticos, es para la UEFA una actividad lesiva, pues ante los canticos y pancartas levantadas en protesta contra la corona inglesa, en el marco del deceso de Elizabeth II, compete una sanción disciplinaria.
El Celtic tiene ADN irlandés, eso da pauta sobre el pensar y actuar de sus fanáticos que adoptaron una visión republicana (antimonárquica) y antifascista, y no es la primera vez que UEFA les sanciona económicamente por manifestarse desde las tribunas.
Redacción central / EL LIBERTADOR
Escocia. El pasado 13 de septiembre, durante el minuto de silencio ordenado por la UEFA en memoria de la reina Elizabeth II, fue ignorado para los fanáticos del Celtic de Escocia que aprovecharon para manifestar su histórico descontento por la corona inglesa, motivo por el cual han sido castigados por el ente regidor del futbol europeo.
El Celtic, fundado por inmigrantes irlandeses y con fuerte tendencia político-social, visitó al Shaktar Donetsc de Ucrania para un encuentro de la fase de grupos de la Champions League, que se disputó en Polonia por el conflicto bélico con Rusia.
El escenario era ideal para hacer manifiesto el disgusto histórico, elevado con el canto: “Lizzie’s in the box”, traducido al español: “Lizzy está en un ataúd”, y además los fanáticos colgaron una pancarta con la leyenda: “Fuck the Crown” (Que se joda la corona).
Según la UEFA, el club merece la sanción de casi 14,000 dólares estadounidenses al “lesionar” la regla 16, sección E de las pautas disciplinarias que establece que los clubes pueden ser sancionados por usar “gestos, palabras, objetos o cualquier otro medio para transmitir un mensaje provocativo que no es adecuado para un evento deportivo, particularmente mensajes provocativos que sean de carácter político, ideológico, religioso u ofensivo”.
Los seguidores del Celtic suelen decir que “el orgullo de Irlanda” juega en Escocia. La entidad de Glasgow fue fundada por el clérigo Andrew Kerins, más conocido como el “Hermano Walfrid”, quien huyó de la hambruna de su natal Ballymote, en la República de Irlanda (Irlanda del Sur).
El “Hermano Walfrid”, fundó el club como un medio para recaudar fondos para los católicos pobres y desfavorecidos, unos inicios que marcaron el carácter religioso y político del equipo.
Y es que en esencia, los hinchas son católicos y republicanos, todo lo contrario que sus vecinos del Rangers: protestantes y monárquicos, club con el que la rivalidad trasciende de lo futbolístico, pues en cada enfrentamiento del “derby” conocido como el “Old Firm” (la rivalidad más antigua del deporte rey), sus fanáticos marcan sus tendencias sociales.
La camiseta con el verde y el blanco y el escudo con el trébol de cuatro hojas del Celtic también representan esos orígenes que sus aficionados han ido transmitiendo a las diferentes generaciones. Ese carácter es necesario para entender cómo actúan en las gradas del “Celtic Park” y cualquier estadio al que vayan.
Pues, la “Green Brigade” –apodo de sus fanáticos– muestra habitualmente banderas irlandesas y, en ocasiones, van más allá, alzando símbolos y cánticos del Ejército Republicano Irlandés (IRA).
Por ello Celtic Park es uno de los estadios más politizados y a lo largo de la historia se han visto pancartas burlándose de la muerte de Benito Mussolini, ya que otra característica de estos aficionados es el antifascismo.
También ondean banderas relacionadas con causas independentistas como las de Cataluña, País Vasco, Kurdistán o Palestina. De hecho, esta no es la primera vez que el Celtic es multado, en un enfrentamiento con el Hapoel Beer-Sheva de Israel, los aficionados llenaron el estadio con banderas palestinas.
En esa ocasión, la “Green Brigade” desde antes de recibir la sanción, puso en marcha una campaña en redes sociales para ayudar al club recaudando fondos y, al tiempo, extender ayuda para la asociación Medical Aid for Palestinians.
La semana siguiente al enfrentamiento con el Shaktar de Ucrania, los aficionados irrumpieron una vez más el minuto de silencio por la reina, levantando la pancarta “If you hate the royal family clap your hands” (Si odias a la familia real, aplaude).
En Honduras, el Celtic tiene una fuerte influencia en los aficionados al fútbol, pues durante ocho años, de 2010 a 2017 y luego de 2018 a 2019, tuvo en sus filas al “catracho” Emilio Izaguirre, quien dejó su huella en 10 trofeos y, en 2011, fue electo como mejor jugador de la Premier League escocesa.
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