Un total de 500 familias han sido afectadas en el sector de Santiago, en el municipio de Pimienta, departamento de Cortés, pues las intensas lluvias de septiembre que provocaron desbordamiento del Río Ulúa destruyeron al menos 400 hectáreas de cultivo de banano.
En comunicación con EL LIBERTADOR, representantes de los productores independientes de la comunidad, han revelado que cada hectárea afectada les cuesta un estimado de 246 mil lempiras, es decir que daños totales ascienden a casi 100 millones de lempiras.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Los productores independientes de banano de la comunidad de Santiago en Pimienta, departamento de Cortés, urgen al Gobierno por apoyo para recuperar parte del patrimonio perdido en las inundaciones del pasado mes de septiembre que vulneró a unas 500 familias.
Y es que el desbordamiento del Río Ulúa destruyó más de 400 hectáreas de cultivo en esta zona que significó “pérdida total”, según lo plantea la gerente general de una de las empresas afectadas, Sandra Deras, quien informó a EL LIBERTADOR que: “Las tierras allí están, se debe volver a sembrar, pero se perdieron las plantaciones de las 400 hectáreas”.
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La industrial apuntó que por cada hectárea un productor invierte al menos 10,000 dólares, es decir 246 mil lempiras al tipo de cambio actual del dólar por el Lempira, esto significa que en total se estima un registro de pérdidas que supera los 98 millones de lempiras.
La entrevistada es hija del productor José Deras, quien hasta hace algunas semanas, como iniciativa propia para evitar el desastre, estuvo trabajando en la reparación de los bordos pero fue frenado por las autoridades, confiándole que ese trabajo les correspondía a ellos.
“Nosotros estábamos haciendo el bordo, y ellos –autoridades municipales– nos dijeron que eso no nos correspondía a nosotros, que no gastáramos nuestro dinero, que lo iban a hacer ellos y que las máquinas ya las estaban movilizando hasta la zona”, dijo Deras.
El trabajo de esta familia de productores en el bordo fue parado justo una semana antes de la inundación, en un acto controversial para los pobladores de la zona contra los alcaldes Arturo Castro de San Manuel, quien era el encargado de enviar la maquinaria para trabajar y de Raúl Ugarte de Pimienta, quien sólo envió equipos pequeños, incumpliendo lo prometido desde el impacto de huracanes en 2020.
Según informó Deras, a la fecha las autoridades municipales sólo han lamentado la pérdida económica justificando que “es cosa de la naturaleza y que lastimosamente no pudieron llegar a tiempo”.
En ese sentido se amparan en el Decreto PCM que la presidenta Xiomara Castro emitió a finales de septiembre para que los entes encargados de apoyar a agricultores y ganaderos impulsen el rescate de estos campos bananeros.
Deras destacó que en los últimos días la comunidad ha sido visitada por el Fondo Hondureño de Inversión Social (FHIS) y la Secretaría de Agricultura y Ganadería (SAG) –ambas con facultades para contratar servicios de forma directa– para contabilizar daños provocados a todas las familias que habitan el municipio.
Cabe señalar que de momento la comunidad productora de Pimienta, aún no cuenta con un plan de contingencias para futuras eventualidades de índole ambiental, pues de momento se han centrado en presionar para que se agilice la reconstrucción de los 70 metros de bordos faltantes que rodean las fincas bananeras de Santiago.
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