Muchos tratan de mantener viva la figura del principal artífice de proceso unificador de Centro América, asesinado hace 180 años; mientras que los herederos de las viejas oligarquías regionales siguen trabajando para mantener a Francisco Morazán en estatuas y darle honores en actos militares y así ocultar su vigencia, explica en este análisis el pensador hondureño, Gustavo Zelaya.
Desde aquel 15 de septiembre de 1821 a la fecha, sin soslayar los relativos avances económicos y políticos, algo se mantiene con pocas alteraciones: Hay profundas diferencias sociales, el yugo colonial ha sido sustituido por otro mucho más violento y tecnificado en la forma neoliberal del capitalismo, subsisten violaciones a derechos fundamentales y los gobiernos actúan lentos.
Frente a la incultura política, las avanzadas propuestas de Morazán y sus seguidores no tuvieron el impacto necesario por ser poco acordes al momento histórico. Sin embargo, el proyecto federal no surgió de caprichos de Morazán y de Pedro Molina, nació de las circunstancias miserables de la vieja Capitanía General de Guatemala y la pobreza que soportaban grupos urbanos y rurales.
Gustavo Zelaya
EL LIBERTADOR
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El mes de la independencia al menos tiene dos sentidos: por un lado cinco países centroamericanos conmemoran 201 años de la independencia de España, por otro, muchos tratan de recordar y mantener viva la figura del principal artífice de proceso unificador de Centro América, asesinado hace 180 años; mientras que los herederos de las viejas oligarquías regionales siguen trabajando para mantener a Francisco Morazán en estatuas y darle honores en actos militares y así ocultar su vigencia. Esos grupos económico-políticos han hecho todo lo posible por enterrar el ideal morazanista y convertirlo en figura de museo en donde simulan venerarlo cubriéndolo de charreteras militares. De forma brutal enterraron el proyecto inicial de Morazán orientado a la construcción de sistema social que contenía algunos elementos como la unión de la región, como fundamento para superar el atraso colonial y garantizar la soberanía frente a otros Estados.
REGIÓN ATRASADA
En el fiasco del proyecto morazanista contribuyeron las oligarquías locales y otros factores como la debilidad financiera del Estado, la improvisación de los funcionarios, los enfrentamientos con la jerarquía eclesiástica empeñada en profundizar el fanatismo religioso, el atraso material de la región, el insuperable caudillismo, la permanente conspiración de los cuadros coloniales y del imperio inglés que apoyó a los separatistas, la debilidad del aparato militar de la federación; y, posiblemente, frente a la incultura política, las avanzadas propuestas de Morazán y sus seguidores que no tuvieron el impacto necesario por ser poco acordes al momento histórico. Sin embargo, el proyecto federal no fue elaborado de forma caprichosa o a partir de las alucinaciones utópicas de Morazán y de Pedro Molina, sino que tomaron en cuenta las circunstancias miserables de la vieja Capitanía General de Guatemala y la pobreza que soportaban grupos urbanos y rurales.
Desde aquel 15 de septiembre de 1821 a la fecha, sin perder de vista los relativos avances económicos y políticos, parece que algo se mantiene con pocas alteraciones. Hay profundas diferencias sociales, la dependencia colonial ha sido sustituida por otra mucho más violenta y tecnificada que toma la forma neoliberal del capitalismo, persisten violaciones a los derechos fundamentales y los gobiernos proceden lentamente para superar tal situación. Hay datos macabros como el incremento de los femicidios, el desempleo, el despojo territorial, la emigración forzada y otras condiciones profundizadas por el golpe de Estado del año 2009. Y los grupos que controlan el poder económico ni siquiera maquillan tales circunstancias.
POCO HA CAMBIADO
Parece que poco ha cambiado y muestra de ello son las expresiones de Francisco Morazán del 16 de abril de 1833 al dirigirse al Congreso Federal cuando propuso cambios profundos en el sistema de leyes, decía: “El fuego de la discordia ha encendido en todas partes su funesta tea: las desconfianzas se avivan, el espíritu de partido y de localismo no conoce límites; el gobierno ha perdido su nacionalidad; el egoísmo ha tomado el lugar del patriotismo, y una fría indiferencia de los males públicos es el triste presagio de los sacrificios que aún esperan a los centroamericanos.- En tan difíciles circunstancias, en momentos tan críticos ¿A quién deben acudir los pueblos si no es a sus Representantes? Ellos tienen la obligación de procurar su bien, y un derecho para imponer a los partidos y fijar la suerte de la República, acordando una medida grande y nacional que se halle en consonancia con la opinión pública.- Esta se ha declarado a favor de una Asamblea Constituyente; la mayoría de los Estados la solicitan en el Congreso, y los pueblos la esperan con impaciencia.
ZEDE NARCODICTADURA
Esa era una de las herramientas de la revolución morazanista. La norma fundamental. El necesario pacto social como exigencia para la construcción de una sociedad fundada en nuevas relaciones de justicia y equidad.- La versión hondureña del neoliberalismo enseño sus garras alrededor de la década que inició en 1980; se mostró entreguista, inculta, servil y criminal, puso en entredicho los conceptos generados desde las ideas liberales de los próceres independentistas José Cecilio del Valle, Pedro Molina y Dionisio de Herrera como el de Soberanía Nacional, Ley Fundamental y Estado Nacional. El radicalismo neoliberal enseñó su cara expoliadora con el proyecto de las Zonas Especiales de Desarrollo. Pero a pesar de la represión de la narcodictadura, la protesta popular y el triunfo electoral de las fuerzas democráticas en 2021, parece que tal proyecto puede ser derrotado.
El esplendor del colonialismo español provocó que imperios rivales como Francia, Inglaterra y Holanda crearan una figura jurídica que llamaron “Patente de Corso” que autorizaba realizar actos contra países considerados enemigos; así, atacaban y saqueaban ciudades, puertos o barcos entregaban un porcentaje al que otorgaba la patente. Con el tiempo, tales licencias para saquear y matar tomaron otras formas y en pleno desarrollo capitalista fueron denominados enclaves, contratas y ahora, gracias al “generoso patriotismo” exhibido por los políticos en el poder entre 2010 y 2021 desarrollaron algo similar al patente de corso bajo el nombre de Zonas Especiales de Desarrollo o Ciudades Modelo. Son variaciones del fundamento saqueador del capitalismo extractivista.
LIBERTAD ATACADA
Esas formas entreguistas de los territorios proporcionan más elementos para mantener vigente la figura de Morazán, para confirmar que los que adversan un desarrollo nacional que atienda las demandas de justicia y democracia del pueblo hondureño no tienen que ver con etnias o con un país determinado; o como lo afirmó en su época nuestro prócer unionista, “los centroamericanos no son los enemigos de los que han nacido en la península, sino de los que les hacen la guerra y atacan su libertad”.- Contra los enemigos de la libertad y los que reprimen brutalmente es que ha estado dirigida la lucha liberadora del pueblo que se origina en largos procesos con momentos importantes como la lucha antimperialista representada en Froylán
Turcios, Visitación Padilla y Ventura Ramos; en la gran huelga bananera de 1954, en los movimientos insurreccionales de la década de 1980, en la resistencia contra el golpe de Estado de 2009, en la importante protesta de los indignados contra la corrupción de la narcodictadura y en la victoria electoral de 2021 que derrocó a un narcodictador y que se enfrenta a la red criminal enquistada en el aparato de gobierno. Bien decía Morazán: “Los pueblos que han sabido sostener la libertad… sabrán también sostener la integridad de la República”.
IMPORTANCIA DE MORAZÁN
La vigencia de esos ideales se nutre de más elementos teóricos y prácticos nacidos desde el mismo pueblo. Pero la pretensión unionista de los centroamericanos sigue siendo acechada, saboteada, por el servilismo y el sadismo de los grupos oligárquicos representados por los propietarios de las minas, de las telecomunicaciones, por las empresas generadoras de energía y los banqueros que amenazan y conspiran para realizar su demencia neoliberal y hacer fracasar las aspiraciones por edificar una sociedad más independiente, respetuosa, digna, democrática, éticamente superior al neoliberalismo.- La importancia de Morazán en los procesos de liberación de Nuestra América, fue señalada por José Martí de esta forma: “Un genio poderoso, un estratega, un orador, un verdadero estadista, el único quizás que haya producido la América del Centro, el general Morazán, quiso fortalecer a estos países débiles, unir lo que los españoles habían desunido, hacer una república imponente y dichosa de esos cinco estados pequeños y enfermizos. Lo hizo,—pero los pueblos, que están formados principalmente por gentes vulgares, tardan en emprender lo que los hombres de genio prevén.—La política de rivalidades venció a la política de unión: la vanidad de los Estados fue más poderosa que la unión bienhechora. Morazán fue muerto, y la unión deshecha, demostrándose una vez más que las ideas, aunque sean buenas, no se imponen ni por la fuerza de las armas, ni por la fuerza del genio. Hay que esperar a que hayan penetrado en las muchedumbres”
DEMOCRACIA PENDIENTE
Tal importancia se muestra no sólo en el uso de su imagen en movimientos sociales que buscan superar el liberalismo clásico y viejas formas socialistas, especialmente porque las ideas unionistas pueden incorporar contenidos democráticos nacidos de la experiencia de la lucha popular, integrar grupos sociales que ayuden a construir relaciones solidarias, cálidas, respetuosas entre todas las personas.- Pero la reivindicación democrática sigue manipulada por la corrupción de los grupos dominantes y su delirio neoliberal, que arremeten contra los anhelos por edificar una sociedad más digna y moralmente superior a la condición existente, ya está a la vista el ejemplo de la Zona Especial de Desarrollo, el asesinato de mujeres como Berta Cáceres, la activación de la derecha golpista en defensa de su democracia excluyente y la actividad explotadora de los grandes propietarios de empresas energéticas.
IDEAS NO SON MUSEOS
Aunque resulte complejo realizar relaciones sociales respetuosas de la dignidad de la vida y de las diferencias individuales, sobre todo cuando la muerte en forma de pandemia, desempleo, narcotráfico y expulsión de los territorios acecha en las ciudades y en el campo, la posibilidad de un país digno y justo fue indicado por algunos próceres, por ello se requiere conocer y adaptar su legado, sacarlos de museos y cuarteles, discutir el momento histórico de las ideas avanzadas de ese genio poderoso que rechazó la tiranía, garantizó el sufragio, la educación laica, el matrimonio civil y la separación de la iglesia con el Estado; se puede considerar eso y, sobre todo, el símbolo que encarna la estatua de Morazán en el parque central de Tegucigalpa, el que espada en mano señala el horizonte. La espada es el medio, ella indica el rumbo.
1 Carlos Meléndez Chaverri (1996): Escritos del General Francisco Morazán; Banco Central de Honduras, p. 165
1 José Martí. Obras completas; Edición Critica 1877-1878; segunda edición. Centro de Estudios Martianos, 2001; tomo 13. p. 19
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