Cifras oficiales revelan que hasta el 13 de julio, 1,957 hondureños han sido asesinados, el dato representa 256 casos menos que 2021; sin embargo, la sensación de inseguridad es latente en la sociedad pues el crimen organizado sigue operando con una fuerza que pareciera imparable, ante eso, distintos sectores de opinión de la sociedad hondureña, demandan al Gobierno Castro replantear el combate al crimen en todas sus formas y, sobre todo, que los responsables sean duramente castigados.
Prueba de lo anterior es que en lo que va de 2022 ya se han ejecutado 24 masacres (asesinatos de dos personas o más), sólo una menos que el año anterior que al 20 de junio documentó 25 homicidios múltiples.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Los homicidios y la violencia en general, son más que cifras. La sociedad hondureña, que aspira a ver una nación pacífica y salir del pesimismo y la infelicidad acumulada, sigue viviendo entre luto, sangre y balas, la “fiesta” de “cifras verdes” que presentó el Gobierno entre febrero y junio se montó sobre 1,410 asesinatos, en total, en lo que va de este 2022 ya son 1,957 personas ejecutadas.
El dato anterior, en comparación a 2021, último año de la dictadura de Juan Hernández –extraditado en abril pasado a Estados Unidos–, sólo muestra una reducción de 256 casos, por bajas en la incidencia criminal entre febrero y junio.
Sin embargo, las cifras del Sistema Estadístico Policial (Sepol), apuntan que en enero hubo 51 homicidios más que el año anterior y para julio el crimen volvió a repuntar, pues en sus primeros 13 días ya habían sido ejecutadas 173 personas, 29 más que el mismo periodo de 2021.
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Llama la atención que en seis meses de 2022, la tasa de homicidios diarios promedio en ocho por cada 24 horas, no obstante, en primeros 13 días del actual mes subió a 13 por cada día.
Otro flagelo que tiene espantados a los hondureños es el de masacres, pues en lo que va del año ya se documentan 24 homicidios múltiples, contabilizando crímenes donde tres o más personas perdieron la vida y, el año pasado hasta el 20 de junio se contabilizó 25 de estos sucesos.
Al cierre de julio de 2021, el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH), registró 30 masacres que dejó un centenar de connacionales muertos; En este 2022, en 14 días se contabilizaron cinco masacres y la suma total de víctimas en los 24 casos asciende a 92.
La madrugada del pasado jueves, cuatro jóvenes fueron ejecutados por un escuadrón paramilitar vinculado a la Mara Salvatrucha (MS) –de acuerdo con la Policía– cuando salían de un centro nocturno en la capital Tegucigalpa, las víctimas eran Said Lobo, hijo del presidente Porfirio Lobo (2010-2014); Luis Zelaya, sobrino del general Romeo Vásquez; Norlan Rivera, conductor y guardaespaldas de Said; y Salomón Vásquez, amigo de Said y Luis.
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Por este crimen, la Policía Nacional ha reportado la captura de seis sospechosos, además de la incautación del vehículo utilizado para el transporte de los sicarios.
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