Ha muerto en Tegucigalpa, este 15 de mayo, a las 5 en punto de la tarde, Víctor Meza L. que ha sido, en el último medio siglo, uno de los intelectuales públicos más comprometidos, un patriota, historiador (del movimiento obrero, del enclave y del sistema político), un investigador de la sociedad y un analista de la actualidad nacional que, en diversos campos académicos y políticos, ha luchado sin pausa ni miedo, para sacar adelante a Honduras.
En los albores de los 1980s, ya había fundado Víctor su opera magna, el Centro de Documentación de Honduras, un centro de investigación y de producción de pensamiento y estrategia. En donde dice, en un artículo reciente Marcio Alfonso Barrientos, se indagaba …a diario sobre el país, en plena época de vigencia de la Doctrina de la Seguridad Nacional, sin miedo.
Este homenaje ha sido escrito por los amigos de Víctor Meza, integrantes de “La Mesa Ciudadana”, entre otros, Salvador Moncada, Thelma Mejía. Edmundo Orellana, Bertha Oliva, Eugenio Sosa, Rodolfo Pastor Fasquelle, Leticia Salomón, Miriam Miranda, Adolfo Facussé, Carlos H. Reyes, Ismael Moreno, Joaquín Mejía y Ramón Barrios. (mesaciudadanahn@outlook.com)
Un niño trajo la blanca sábana
a las cinco de la tarde.
Una espuerta de cal ya prevenida
a las cinco de la tarde.
Lo demás era muerte y sólo muerte,
a las cinco de la tarde….
(Federico García Lorca)
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. ¿Se esperó desde antier, a que estuviera alineada, la nueva transformación para jugarnos la broma? Para acompañar su salida del escenario, la Luna que se asomaba por la ventana, sobre la aldea, fue instruida para escenificar un eclipse total.- Llegó el momento en que solo veíamos el halo profético del cambio de era. En medio de un extraño y profundo silencio, nos estremeció un escalofrío y el astro se tiñó de rojo, con enfado.
Sus amigos entendimos que era él, que iba en ascenso y se interpuso más moreno e insolente que nunca, por un momento, para voltearnos a ver, no se sabe si socarrón o lastimero.- Aunque por castigo de alguna duda, como Moisés, el profeta originario, se fuera, antes de ver su tierra, redimido, según frase de Guadalupe Funes.
Ha muerto en Tegucigalpa, ayer 15 de mayo, a las 5 en punto de la tarde, Víctor Meza L. que ha sido, en el último medio siglo, uno de los intelectuales públicos más comprometidos, un patriota, historiador (del movimiento obrero, del enclave y del sistema político), un investigador de la sociedad y un analista de la actualidad nacional que, en diversos campos académicos y políticos, ha luchado sin pausa ni miedo, para sacar a Honduras adelante.
El líder sindical Carlos H Reyes consigna, fue uno de los más grandes pensadores y luchadores del país. (Acaso porque quien piensa y no lucha vale tanto como quien lucha sin pensar.) Importante al agradecer, recordar de donde salió, sin buscar una heráldica, su trayectoria, y recordar cómo llegó hasta el eclipse.
Acaso habría llegado a San Pedro su padre en uno de las oleadas migratorias de los campeños desplazados de los 1930s, cuando se abandonaron muchas de las fincas. Don Marco Meza, según recuerdan sus amigos, padre de Víctor, era un señor, alto y grueso, un revolucionario de la vieja tradición. Un escritor que publicaba sus notas, habría que buscarlas, en el original El Heraldo, órgano longevo de la Sociedad Cívica y Unionista la Juventud, de 1921.1
La Señora López su madre pudo haber sido una maestra, dedicada a criarlo con sus hermanos. Sabemos que Víctor nació en 1945 y se crío en el barrio de Río Piedras, que no era entonces un barrio popular ni populoso, como los de sus compañeros de colegio, ni aun todavía el barrio burgués que es hoy día, de San Pedro Sula², sino una orilla de la ciudad.
Que ya tenía agua y luz, pero aún era un sitio idílico, umbroso, al pie del Merendó, con un flujo permanente de agua casi siempre fresca y cristalina, resonando entre grandes peñascos que otrora remolcara.
Desde cipote, mucha gente se dio cuenta, que era especial Víctor, pues, que traía aura de luna. La Lupe lo recuerda liderando discusiones en la trucha de Chepe Rivera, donde paraba a tomar un refresco, cuando regresaba del Reyes a su casa. Ahí en el J.T. Reyes recuerda Mario Ramón López, que Víctor le llevaba uno o dos años, y que trataba de convencer a esos liberales irredentos de que leyeran a Gramsci, cuando el golpe contra el Pajarito.
A la sazón, 1960 participaba con brillo en los Círculos de Estudios Marxistas que promovía el profe Dionisio Ramos Bejarano, Primer Secretario General del Partido Comunista.
Hacíamos circular, dice Mario Ramón entre el alumnado especialmente Prisión Verde, Destacamento Rojo y el ensayo mayor, mayo, Camino de la Victoria de Ramón Amaya Amador. Pero no era un muchacho bochinchero, Víctor no buscaba reuniones y no invitaba compañeros a su casa, ni asistía a otras actividades deportivas muy populares. Un poco huraño ya como siempre fue si no había decidido amistarte, y confiaba. A raíz del golpe de octubre de 1963, fundó con varios de sus compas y con no poco romanticismo, su primera revista. (Víctor que fue empedernido editor de revistas. ³) Titulada Revista Maya.
Entendido que los indios somos los herederos de la república bananera. Cuando se graduó como Bachiller con honores a fines de ese año, había sido buen estudiante, destacado por su presencia y su caballerosidad… Sabía, por su padre también algo de la historia obrera y que había que documentar y escribirla. Que habíamos tenido en el 1954, un clímax que no llegó a
Revolución.
Al año siguiente ya había recibido Meza la aprobación de El Partido Comunista para recibir una beca para ir a estudiar a la Universidad de los pueblos Patricio Lumumba, en la Rusia de la apertura de Kruschev. El mismo narraba haber tenido la suerte de los buenos maestros con quienes inicio su amor por Trotsky. Dicen que estudió sociología, lo cierto es que su obra personal publicada es más bien de historia y análisis político. Con Vilma Laínez, El Enclave Bananero en Honduras, 1973, Historia del Movimiento Obrero Hondureño, 1991.
Sin duda pasó por Cuba al regreso. No está claro qué pasó con Víctor desde que salió de la URSS cerca 1969 hasta 1971. Para esta última fecha, apareció en la Universidad Nacional, en el Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales, en cuyo Boletín y la revista de Economía Política, publicaba regularmente ensayos interpretativos. Fue firme crítico del
autoritarismo de todo signo y del militar de la década de los 1970s el cual sometió al recurso extremo de su sarcasmo inclemente. Cuando también surgió (la Universidad se prestaba a eso bajo la rectoría de Jorge Arturo Reina) su amistad con los comandantes del Sandinismo, que estrechó particularmente con Edén Pastora.
En los albores de los 1980s, ya había fundado Víctor su opera magna, el Centro de Documentación de Honduras, un centro de investigación y de producción de pensamiento y estrategia. En donde dice, en un artículo reciente Marcio Alfonso Barrientos, se indagaba …a diario sobre el país, en plena época de vigencia de la Doctrina de la Seguridad Nacional, sin miedo. Inspirándonos valentía. (Se huía así de la UNAH, tomada por el FUUD y el Partido Nacional en 1982) Publicó en CEDOH el Boletín Informativo Honduras de circulación internacional.
Ahí V. Meza coordinó y editó docenas de libros de múltiples autores, sobre temas torales de la vida nacional. Sistema Político y Poderes Fácticos, Honduras, Prensa, Poder y Democracia. Mientras que, convencido de que había que alcanzar a la opinión pública que jamás ha leído un libro, publicaba semanalmente, una pieza de opinión, primero en Tiempo, después en La Prensa y luego en Criterio.hn, desde 1971 ¡hasta la penúltima semana de su vida!
También cayó, como él mismo pronosticó, en la tentación del poder. Víctor que, sin que se le pueda reclamar responsabilidad, siempre influyó profundamente en Manuel Zelaya, aceptó hacer el proyecto del diseño de un Plan de Nación y ser su Ministro de Gobernación, cargo en el que lo encontró el golpe de 2009, y aun semanas después aceptó el reto fallido de negociar con los golpistas. Como también a mediados de la subsiguiente administración en el 2012, formó con Matías Funes y Omar Casco una Comisión que debía depurar la policía, luego de un célebre asesinato que expuso su organización criminal, y fracasó. La historia olvidará a muchos ministros, comisarios y a varios gobernantes que Víctor observó, aun alguno de aquellos con quien colaboró, pero a Víctor no lo olvidará, porque dejó su mano pintada de blanco en la irregular pared de la cueva, para atestiguar que había escapado y explicar cómo.
Quedamos aquí sus amigos y compañeros, sus seguidores y pupilos agradecidos, con Víctor, por el humor con que nos aligeró la travesía y por la seriedad con que -dice la amiga Gómez- te empeñaste en darle sentido a este desorden llamado Honduras. Y retribuimos con nuestra solidaridad a sus deudos, a su esposa y nuestra compañera en La Mesa, Leticia Salomón, a sus hijos, Omar Igor y la Ingeniera Miroslava Meza Salomón, y a sus nietos, Mariana Cecilia, Víctor Omar y Omar Andree.
La Mesa Ciudadana, Honduras 16 de mayo 2022
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1 Esto afirma don Mario Ramón López que fue compañero de colegio en el J Trinidad Reyes, el colegio. Es posible que en el archivo municipal o en el
de Víctor estén algunas de las notas publicadas.
² si no un centro abandonado… ahí había estado en Río Piedras originalmente la ciudad, que se había bajado a su actual centro luego de que llegara aquí
el ferrocarril. El aburguesamiento de Río Piedras quizás comenzó con el establecimiento ahí del Dr. Mario Rivas. Víctor tuvo muchos hermanos por parte
de padre, y la familia Meza ha dejado una variada gama de empresarios sampedranos, uno tiene un bar de buena fama y otro un restaurante con el
apellido, otro Marco Meza famoso es músico renombrado, otro es un agente de bienes raíces en Florida, y un cuarto es dueño de un taller fino de mecánica automotriz. 3 Además de cuadernos y Astrolabio
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