La madrugada del pasado miércoles la reportera de Al Jazeera de Palestina, Shireen Abu Akleh, murió a causa de un ataque armado del Ejército de Israel en Yenín (Cisjordania); la noticia consternó al mundo tras el informe de autoridades palestinas que acusaron a militares por ejecutarla “a sangre fría”.
Y la indignación del pueblo palestino y gremio periodístico del mundo aumentó, luego que ayer uniformados israelíes reprimieran salvajemente a ciudadanos que participaron en la ceremonia fúnebre de la comunicadora llegado a un punto donde su restos estuvieron a nada de caer al suelo.
Agencias / EL LIBERTADOR
Militares israelíes irrumpieron de forma violenta los actos fúnebres de la periodista de Al Jazeera, Shireen Abu Akleh, asesinada el pasado miércoles en un ataque armado en Yenín (Cisjordania); el suceso causó conmoción en el mundo por el trato cruel de los uniformados a ciudadanos palestinos que rendían homenaje a la reportera.
La justificación del Gobierno de Israel fue que los ciudadanos palestinos ondearon banderas de su patria en Jerusalén, algo que es “prohibido” y actuaron para dispersar a la multitud.
El ataque de los uniformados israelíes se caracterizó por el uso desmedido de fuerza, llegando a un punto de irrespeto a los restos de Abu Akleh pues en el enfrentamiento los agentes casi provocan que el féretro de la periodista caera al suelo.
El incidente se produjo en la salida del hospital francés en el barrio de Sheij Yarrah (al este de la ciudad). En varios videos girados en redes sociales se apreció el momento donde los militares llevaron el ataque hasta el círculo de personas que cargaban el ataúd.
Tras el suceso, los restos de la periodista fueron trasladados hasta Puerta de Jaffo en la conocida “Ciudad Vieja” de Jerusalén, donde fue sepultada junto a sus padres en el cementerio protestante del Monte de Sión.
La diputada palestina y portavoz oficial de la Delegación en el Proceso de Paz, Hanan Khalil Ashrawi, lamento vía Twitter las acciones de los uniformados: “Las fuerzas israelíes asaltando un hospital, golpeando a los dolientes y evitando que lleven el ataúd de Shireen a su lugar de descanso final es horrenda. Ahora están rodeando el coche fúnebre habiéndolo separado de los dolientes, quienes también están sitiados”.
Shireen Abu Akleh perdió la vida tras recibir un disparo certero en la cabeza mientras daba cobertura a la operación del Ejército israelí.
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