EL LIBERTADOR, en una entrevista exclusiva con el secretario de Seguridad, Ramón Sabillón, traslada a usted detalles de cómo ha sido la vivencia y el día a día durante casi un mes que el exgobernante Juan Hernández ha permanecido en la prisión del comando “Cobras”, previo a la probable extradición a Estados Unidos. Aquí terminó uno de los funcionarios que más privilegiados ha obtenido con dinero del pueblo hondureño, una muestra y una lección para los demás servidores públicos; JOH es prueba inequívoca que el poder es ilusión de ingenuos, que lujos, viajes, amantes, soberbia y despilfarro son simple estupidez, ahora su realidad es la de prisionero mirando el horizonte incierto.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Sería mal presentimiento o información confidencial lo que llevó a Juan Hernández a esa crónica conspiración contra la Policía Nacional hasta conjurar su poderosa influencia para erradicarla y sustituirla por la Policía Militar. La debilitó en extremo convirtiéndola en negocio y guarida del religioso Alberto Solórzano, pero no pudo borrarla en la Constitución de la República.- Es simbólico, premonición o no, pero Juan terminó encadenado y encerrado donde menos quiso, en el nido de los “COBRAS”, en el abrazo policial del Comando de Operaciones Especiales.
El ahora extraditable por solicitud de Estados Unidos, que lo denomina “narcotraficante de alta peligrosidad”, permanece recluido en una celda de cinco por cinco metros, dentro del Comando de Operaciones Especiales (Fuerte Cobras), donde cuenta con una ducha y un sanitario para satisfacer sus necesidades.
Y así lleva 27 días desde que el lunes 14 de febrero, día del amor y la amistad, Washington le demostró que la relación había llegado a un final sin retorno y los escuadrones empezaron a rodear la casa en la exclusiva residencial Palmeras de San Ignacio, al oriente de la capital hondureña, Tegucigalpa.
Ese personaje que el próximo miércoles 16 de marzo seguramente tendrá la resolución del viaje irregular al norte, no es cualquiera, durante ocho años estrujó a su antojo en un solo puño los tres poderes del Estado de Honduras, hizo y deshizo la Carta Magna, seleccionó cortes, jueces y magistrados; pastores y curas corrían a prestarle el púlpito y el micrófono; hincó empresarios y su capital ocioso, convirtió en mandaderos a periodistas estrellas y sus medios tradicionales se le cuadraban y le hacían valla a militares, políticos influyentes y representantes internacionales.
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Este día ese hombre, únicamente tiene permiso de una hora de sol para que realice sus lentos ejercicios, se le ha concedido el privilegio de escoger el horario para salir al patio, ya sea por la mañana o por la tarde. La que fue primera dama, Ana García de Hernández, negó que se le estuviese otorgando este privilegio, pero la máxima autoridad de la policía afirma que sí.
Pero no siempre fue caliente el verano, durante la estancia legítima e ilegítima de JOH en la administración del Estado, forjó una nación donde siete millones, más del 70 por ciento de la población muere en extrema pobreza; y mientras eso pasa sin escándalo, Juan, cruzó el cielo del mundo como dignatario solvente en el lujoso y acondicionado jet presidencial Embraer Legacy 600-145, más de 60 viajes desde 2014 hasta 2021, según registros preliminares de Periódico EL LIBERTADOR. Cuando se solicitaron datos completos, la autoridad dijo que esa información está clasificada y que es absoluta reserva de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH).
La mayoría de viajes fueron injustificados y sin resultados tangibles para el pueblo hondureño, eran enormes comitivas, donde nunca faltaba Ana García, bajando por la escalinata en noches frías de lugares lejanos, seguida de periodistas, amigos, funcionarios y demás invitados. Los archivos de EL LIBERTADOR dan fe, pues fue el primer medio de comunicación del país que demostró con pruebas que el avión no fue donado por los rufianes de Taiwán, sino que fueron fondos de la Tasa de Seguridad Poblacional, o sea, del sudor de los hondureños se tomaron 300 millones para cumplir las extravagantes peticiones del gobernante, que por cierto, nació y creció en una de las regiones con los índices de miseria más alarmantes de la geografía occidental.
A Hernández en el “Fuerte Cobras” se le permite día de por medio tener la recepción de visita de sus familiares más cercanos, según relata Sabillón, por prescripción médica todos sus alimentos son preparados en su hogar, es decir que no ingiere comida de reos; también recibe visitas de sus abogados, sin embargo, el más constante en verle es su doctor privado que permanentemente está pendiente de su salud.
Durante su estadía en distintos países y parajes exóticos que la mayoría de hondureños apenas conocen por Internet, cine o medios de comunicación, Juan mostraba en sus redes sociales cómo y cuando realizaba sus ejercicios acompañado por un fuerte dispositivo de hombres entrenados en protección de personas “VIP”, uno de los cientos ejemplos son las imágenes y vídeos cuando andaba trotando por las calles de Jerusalén y Washington.
García de Hernández presumía en redes sociales como su esposo, acusado de narcotraficante por la justicia norteamericana que no lo perdona haberle enviado 500 mil kilos de droga y conspiración armada violenta, cómo se pasaba un fin de semana, divirtiéndose al aire libre para tragar oxígeno limpio de las montañas, montando un caballo pura sangre en su finca en Gracias, Lempira, en medio de sus extensos cafetales, tal como en su tiempo lo hacia su hermano “Tony” Hernández, condenado por narcotráfico a cadena perpetua más 30 años de prisión en una cárcel asentada en un árido desierto de Estados Unidos.
Aunque Juan escoge su rutina diaria en los Cobras, la hora en que se levanta y se acuesta, los oficiales de policía ejecutan rondas a primeras horas de la mañana con el fin de establecer que está seguro dentro de la celda, posteriormente le ofrecen una hora para que haga su aseo personal, según explico en exclusiva a EL LIBERTADOR el secretario de Seguridad, Ramón Sabillòn.
Debido a su padecimiento de diabetes, hipertensión y una cardiopatía, se le proporcionan sus medicinas recetadas por su doctor privado, a la hora recomendada por su médico. Es importante señalar que dentro de las instalaciones está la presencia de profesionales de la salud para evitar cualquier eventualidad. JOH en sus publicaciones se mostraba sonriente, mientras en sus horas de comida degustaba platillos típicos hondureños y galletas integrales, empero, la paradoja en este final es cómo explicar el axioma del padre de la Medicina: “Mente sana en cuerpo sano”.
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La señora García confirmó en radio “HRN” que durante el pasado fin de semana, le permitieron a Juan realizar dos llamadas a sus familiares por la muerte de la abuela, donde participó toda su familia. Y también expuso en su condición de esposa: “Estoy segura de que mi esposo nunca ha sido y no es narcotraficante, su trabajo ha sido siempre combatir ese flagelo, lo que estamos viviendo es una venganza orquestada por los narcotraficantes, a cambio de bajar su penas han comenzado a decir una serie de mentiras”.
Para la exprimera dama, JOH desde su paso como presidente del Congreso Nacional ha intentado combatir la inseguridad y delincuencia que vive el país y que aprobó leyes que combatían el narcotráfico, por lo que no encuentra lógico que aprobara leyes en contra del narcotráfico que después lo iban a perjudicar a él.
“Sobrellevamos una prueba. El terror, la persecución, la violencia han marcado nuestra vida en el último mes. Dios ha estado con nosotros. Confiamos en que hay un Dios que nos conoce y que sabe que todas las acusaciones contra Juan Orlando Hernández son una mentira”, añadió durante su entrevista, sin explicar que a su marido no lo reclaman los narcotraficantes, sino el estadounidense Departamento de Justicia.
Honduras ha sido señalado ya no como punto de paso de droga, ha sido declarado un gigante laboratorio productor y exportador de drogas, pero según la que fue primera dama, durante los ocho años de mandato de JOH y debido a su trabajo el país dejó de serlo, pero siendo abogada, tampoco explica que su esposo tenía prohibida la reelección en el cargo y eso se llama delito de traición a la Patria, y por tanto, es un crimen constitucional imprescriptible.
El exmandatario, a menos de un mes de su captura, publicó una foto en sus redes sociales junto a sus dos perros en el verde césped de Palmeras de San Ignacio, con una frase subliminal: “¡FIELES AMIGOS!”, según analistas dirigido a sus acusadores y a quienes lo abandonaron.
Ana García había presentado denuncia por la humillante y denigrante manera en la que JOH fue tratado durante la captura, “mostrado en una tarima como un trofeo”, lo sin sentido, es que es el mismo protocolo que fue utilizado con los 32 narcotraficantes extraditados en su Gobierno.
Como a cualquiera de los 32 extraditados, JOH está recibiendo un trato apegado a las normas de detención; ante las denuncias de su esposa, el secretaría de Seguridad explicó a este rotativo que “ningún derecho se le ha violentado, de hecho, el Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh), está haciendo la inspección y dijo que no había ninguna violación que todas las normas estaban cumpliéndose como dice el reglamento de instalamiento de privados de libertad”.
En su nueva vida bajo arresto, Juan recibe su desayuno a las 07:00 de la mañana, posteriormente, almuerza las 12:00 meridiano y cena a las 05:00 de la tarde, sin meriendas entre tiempos de comida. Las luces se apagan desde las 9:00 de la noche hasta las 05:00 de la mañana, pero Juan tiene la potestad de su horario para dormir, así que, buenas noches.
VEA AQUÍ EL LIBERTADOR IMPRESO, FEBRERO 2022
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