CIDH PROFUNDAMENTE PREOCUPADA POR AUMENTO DE «VIOLENCIA ESTRUCTURAL» EN COLOMBIA

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), se ha pronunciado nuevamente por la “violencia estructural” en Colombia, llamando a aplicar y fortalecer estrategias integrales para tratar las causas que originan prácticas criminales, de acuerdo a un artículo publicado por la agencia informativa, RT.

Agencias / EL LIBERTADOR

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) reiteró este viernes su «profunda preocupación por el incremento de la violencia estructural» en Colombia, razón por la que llamó al Estado a fortalecer de manera urgente «la implementación práctica y efectiva de estrategias integrales» para transformar las causas que originan esta situación en el país.

La CIDH indicó, además, que estas estrategias contra la violencia deben fundamentarse en las medidas que quedaron establecidas en el Acuerdo de Paz de 2016, para así «dejar atrás miradas belicistas que perpetúan una cultura de guerra» y «fortalecer la presencia integral del Estado en todo el territorio».

El órgano, que resalta datos de la Policía Nacional colombiana sobre el incremento en 14 % de las personas asesinadas durante el 2021, indica que de los 13.708 homicidios registrados ese año, 10.371 fueron con arma de fuego y 8.095 de estos fueron catalogados como sicariato.

Además, precisa que la mitad de los homicidios se concentraron en los departamentos de Cauca, Chocó, Nariño, Valle del Cauca, Antioquía y Norte de Santander, «regiones que se caracterizan por una limitada presencia del Estado y por las afectaciones del conflicto armado».

La CIDH agrega que, en esas regiones, los hechos de violencia «están particularmente conectados con la actuación de grupos armados no estatales», sucesos que afectan «de manera desproporcionada a personas campesinas, indígenas, afrodescendientes, así como aquellas que actúan en la labor de defensa de derechos o con liderazgo social y/o comunitario».

Un caso que la CIDH considera preocupante y que insta a investigar «diligentemente» es la situación del niño Arli Oliver Camayo Chicame, quien fue secuestrado en enero pasado por un grupo armado irregular, tras asesinar a su padre, Albeiro Camayo Güetio, excoordinador de la guardia indígena y líder comunero del norte del departamento del Cauca.

El organismo, que menciona distintos hechos de violencia registrados este año en distintas regiones del país, exhortó al Estado colombiano a investigar todos estos casos «de manera pronta y efectiva», sancionar a los autores materiales e intelectuales y reparar a las víctimas y sus familiares.

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