Han pasado más de cuatro años desde la muerte de Hilda Hernández, hermana del extraditable Juan Hernández, en un suceso extraño que, en medio de amenazas, se clasificó como “secreto de Estado”, según denuncian familiares de las demás víctimas.
Los padres de la extinta capitana del Ejército, Patricia Valladares, quien sirvió como edecán de Hilda, han referido que ante sus quejas por conocer si se trató de un accidente o un atentado, recibieron comunicaciones de Casa Presidencial: “Usted tiene que cerrar la boca”.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Padres de la extinta capitana de infantería de las Fuerzas Armadas de Honduras, Patricia Valladares, quien fuera edecán de Hilda Hernández, hermana del exgobernante Juan Hernández –que afronta un proceso de extradición por narcotráfico–, tras poco más de cuatro años han roto el silencio para denunciar las amenazas de la dictadura.
Valladares acompañó a Hilda Hernández (exsecretaria de comunicaciones) en un viaje en helicóptero hacia el occidente del país, la aeronave se estrelló en un sector de la montaña Yerba Buena en Francisco Morazán cobrando la vida de todos los pasajeros.
El suceso ocurrió un día antes que el entonces magistrado del extinto Tribunal Supremo Electoral (TSE), David Matamoros Batson, en extraña cadena nacional (grabada) declarara ganador de elecciones 2017 a Juan Hernández, con la ilegal reelección.
A más de cuatro años del extraño suceso, hoy los familiares de la capitana han ganado valor para cuestionar los informes dados por el alto mando militar.
“Le voy a hablar como madre, siento que me la asesinaron. Yo no estoy engañada de que fue un accidente porque hay muchas cosas que no van dentro del caso”, aseguró Dora Isabel Rubio, madre de la capitana.
La familia ha denunciado que se movieron en busca de respuestas porque se les dio muy poca información sobre el lamentable suceso y sólo recibieron advertencias desde el Gobierno.
Según relató, una noche le llamaron desde Casa Presidencial para decirle: “Señora no hable, usted no tiene nada de qué hablar, usted tiene que cerrar su boca, usted tiene cuatro miembros más en las FFAA… podría ser peligroso”.
Las amenazas se produjeron un mes después, luego de que la madre de Patricia Valladares buscara a doña Elvira, matriarca de los Hernández para obtener ayuda e información sobre la muerte de su hija.
“He escuchado muchas cosas y creo que ya es tiempo. Lo que creo es que la orden de no dar información, la dio don Juan Orlando Hernández”, lamentó.
A la fecha los padres de Valladares dudan que se tratara de un accidente, ya que nunca se les presentó informes y pruebas de ADN u otros estudios que los convencieran de que su hija pereció en un atentado o accidente o si los restos que descansan en el sepulcro pertenecen a la capitana.
“Mi frustración es venir aquí todos los fines de semana y ver esta tumba y no sé si realmente vengo a ver los restos de mi hija, porque a nosotros no nos dejaron ver nada”, aseguró Óscar Valladares, padre de la castrense.
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