El líder indígena, comunicador social y defensor de los recursos naturales, Pablo Hernández, fue ejecutado ayer en su comunidad “Tierra Colorada”, ubicada en San Marcos de Caiquín, departamento de Lempira, ubicado a 298 kilómetros al occidente de la capital Tegucigalpa.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Pablo Isabel Hernández, un líder indígena, comunicador social y defensor de los derechos humanos, fue asesinado en el departamento de Lempira, en el occidente de Honduras, informó el Comité de Familiares de Detenidos Desaparecidos en el país (COFADEH).
De acuerdo con la organización, el asesinato ocurrió la mañana del domingo 9 de enero, cuando Hernández se dirigía de su casa a la iglesia, en la comunidad Tierra Colorada, en el municipio de San Marcos de Caiquín.
«Desconocidos le infirieron por la espalda —según versión preliminar— tres impactos de arma de fuego, a unos 800 metros de su vivienda, donde habitaba con su esposa y tres hijos menores», dice el texto del COFADEH.
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En otra nota de prensa, la organización indica que apenas a las 03:00 de la tarde llegaron los agentes de Medicina Forense para el respectivo levantamiento del cuerpo, que durante las horas de espera fue custodiado por familiares, amigos y vecinos de la comunidad.
Amenazas previas
Hernández tenía 34 años y era un activo defensor de los derechos humanos y de los bienes comunes de la naturaleza, ejerciendo como presidente de La Red de Agroecólogos de La Biosfera ‘Cacique Lempira Señor de Las Montañas’. Además, impulsaba la Universidad Indígena y de los Pueblos, era dirigente político en la oposición hondureña desde el golpe de Estado del 2009 y dirigía la radio comunitaria Tenán, ‘la voz indígena lenca’.
Desde COFADEH indican que en reiteradas ocasiones Hernández denunció amenazas contra su vida. Concretamente, sostienen que hubo persecución y ataques de estigma y de odio por parte de las autoridades del municipio de San Marcos de Caiquín.
Al respecto, se hicieron las diligencias correspondientes para solicitar medidas de protección. Una de las últimas fue presentada el 16 de marzo de 2021, tras ser amedrentado por defender los derechos humanos, el agua y la tierra.
Una investigación de EL LIBERTADOR, documenta desde 2010 al menos 160 crímenes contra defensores de la vida y los recursos naturales, y, desde el asesinato de la mundialmente reconocida ambientalista, Berta Cáceres, se han perpetrado más de 40 ejecuciones.
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