Al menos 150 activistas sociales del medioambiente han sido ejecutados en territorio hondureño en los últimos 12 años, el panorama continúa cruel y hostil contra valiosos defensores de la vida; en las últimas horas, pobladores de Gracias, departamento de Lempira, denunciaron el homicidio del querido activista social, José Antonio Cortés, conocido como “Toñito”.
El crimen ocurrió a las 2:49 de la madrugada del pasado martes, mientras conducía una moto-taxi de tres ruedas por la salida que va de Gracias, cabecera departamental de Lempira, hacia las comunidades de Equelacasque y Altos de Guanteque, zona situada 425 kilómetros en el occidente de la capital hondureña.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Pobladores de la aldea el Mejocote y del municipio de Gracias, en Lempira, han comunicado a EL LIBERTADOR el lamentable asesinado del destacado ambientalista, José Antonio Cortés, mejor conocido como “Toñito”, un personaje muy querido en su localidad donde también destacó por humildad y servicio al prójimo.
El crimen ocurrió durante la noche, mientras conducía una moto-taxi de tres ruedas por la salida que va de Gracias, cabecera departamental de Lempira, hacia las comunidades de Equelacasque y Altos de Guanteque, según confirmó Canal 31, medio que transmite a través de la red social Facebook a los habitantes de esa zona, situada 425 kilómetros en el occidente de la capital hondureña.
Según imágenes del comunicador social, Marvin Pérez, que transmitió en directo desde la escena del crimen a las 2:49 de la madrugada del pasado martes, el cuerpo quedó tirado en la obscuridad, a orilla de una solitaria y polvosa calle de tierra; en principio, se desconocía el nombre de la víctima, pero horas después se comprobó para dolor de la comunidad que se trataba de “Toñito”, de inmediato las redes sociales se inundaron de reacciones de repudio, indignación y lamentos.
En el reporte entregado a este periódico no se específica las circunstancias en las que se ejecutó el crimen, ni presuntos hechores; sin embargo, Honduras registra más de 150 ejecuciones de defensores de los recursos naturales y la vida.
“Toñito” fue sepultado este miércoles en su comunidad de origen, despedido en una larga caravana de vehículos que dan fe del cariño de los habitantes del occidente del país con el activista social, “no es dinero que mueve al pueblo, sino la humildad”, dijo otro activista ambiental del occidente hondureño que este día entregó la trágica noticia a EL LIBERTADOR.
Una investigación especializada de este rotativo, confirmó que Honduras es uno de los países más peligrosos para defender la vida, el medioambiente y la libre expresión; en los últimos cuatro años el Comisionado Nacional de Derechos Humanos (Conadeh), documentó 334 denuncias sólo de ambientalistas.
Además, la organización de protección de Derechos Humanos, Global Witness, documenta datos desde 2012 y su evidencia señala que a medida se intensifica la crisis climática “también aumenta la violencia contra quienes protegen su tierra y nuestro planeta”.
Un informe de 2020 hace hincapié en que “ha quedado claro que la explotación irresponsable y la codicia que impulsan la crisis climática también están impulsando la violencia contra las personas defensoras de la tierra y del medio ambiente”.
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El año pasado en Honduras fueron asesinados 17 defensores del ambiente, siendo uno de los principales cinco países con incidencia criminal contra los protectores de los ríos, la selva y las montañas.
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