El club más laureado y querido del fútbol hondureño se bajó del alto pódium de su gloriosa historia para comportarse como pordiosero internacional, que lástima mirar sus jugadores abalanzándose sobre la mano que repartía dólares del maletín de un caudillo de Surinam, Ronnie Brunswijk, uno de esos políticos corruptos y criminales que financian espectáculos para manipular y hundir en miseria a sus pueblos.
Ronnie, que repartió dinero a jugadores albos, es buscado por la Interpol por delitos relacionados con el narcotráfico. Y si esto no es tan llamativo, no es el único dato curioso, ya que Ronnie como vicepresidente de Surinam suele estar envuelto en polémicas. Según relatan medios locales, es el padre de 50 hijos y en su juventud estuvo relacionado con el narcotráfico y fue ladrón de bancos.
La declaración de Concacaf del juego Inter Moengotapoe versus CD Olimpia, expone: “Estamos extremadamente preocupados por el contenido de un video que circula en las redes sociales y que plantea posibles problemas de integridad en torno al partido de la Liga Concacaf entre Inter Moengotapoe y CD Olimpia. El caso está siendo remitido al Comité Disciplinario de Concacaf, quien iniciará una investigación formal. Se proporcionará una nueva actualización cuando ese proceso haya concluido”.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. El fútbol, como industria económica del espectáculo de masas, no es una isla en medio de la nada. En Honduras, como todos los sectores, también ha sido invadido por lo indecente, lo indigno y hasta el crimen; las pruebas están ahí y los antecedentes también. Cuando se calla y se asume que tales temas no deben tratarse al aire, sólo se agrava la enfermedad en el deporte que más apasiona y une al pueblo hondureño. Esconder la cabeza en la tierra como el avestruz, no es la solución.
Lo que hoy trasciende al mundo del Club Deportivo Olimpia, no fue la goleada de 6-0 que ayer le propinó en su propio estadio al Inter Moengotapoe de Surinam; tampoco la increíble aparición con uniforme y jugando como titular y de capitán en una competencia oficial de CONCACAF de Ronnie Brunswijk, un hombre de 60 años con enorme barriga, pero, además, vicepresidente de Surinam y presidente-propietario del Inter.
Quería fama y lo logró; este día los principales periódicos deportivos del planeta destacan el voluminoso físico de Ronnie y su obscura hoja criminal. Como suele comportarse la prensa tradicional en todo lado, las imágenes de Ronnie con sus pantalones cortos y la cinta de capitán recorrieron todos los portales de noticias de Surinam. Vestido con el uniforme rojo, se paró en el centro de la cancha y portó el dorsal 61 debido a su año de nacimiento que fue seis meses antes de que se fundara la CONCACAF.
De ese personaje y su abundante fortuna en un país de miserables surgió lo más destacado que este miércoles ha recorrido portadas desde Argentina hasta España, luego del partido que disputó ante el Olimpia, Ronnie llegó al camerino con un maletín negro lleno de dinero y comenzó a repartirlo entre los jugadores y cuerpo técnico del club hondureño. La reacción de la prensa y periodistas internacionales estalló en incredulidad. ¡Nadie impidió tal acción anti deportiva en el camerino del León, nadie?
Ronnie es buscado por la Interpol por delitos relacionados con el narcotráfico. Y si esto no es suficientemente llamativo, no es el único dato curioso, ya que Ronnie como vicepresidente de Surinam suele estar envuelto en polémicas en su condición de alto funcionario y político. Según relatan medios locales, es el padre de 50 hijos y en su juventud estuvo relacionado con el narcotráfico y fue ladrón de bancos.
La administración del Olimpia tendrá que hacer correcciones en su cuerpo técnico y en su propia gerencia, hay evidencia de casos de indisciplina que pasan inadvertidos y que de cuando en cuando emergen al público, por ejemplo, que algunos de sus jugadores cuando están de vacaciones sean reincidentes participando en ligas burocráticas de Estados Unidos, pero en Surinam quedó claro el desorden interno, las tristes imágenes de jugadores albos amontonados, estirando la mano para que Ronnie les diera dólares, es vergüenza.
Ante esto, ya se pronunció la Confederación de Norteamérica, Centroamérica y el Caribe de Fútbol (Concacaf), que es la confederación de asociaciones nacionales de fútbol y máxima autoridad del evento en que participa Olimpia y todos los campeones de esta región. Y, textualmente ha dicho: “Estamos extremadamente preocupados por el contenido de un video que circula en las redes sociales y que plantea posibles problemas de integridad en torno al partido de la Liga Concacaf entre Inter Moengotapoe y CD Olimpia. El caso está siendo remitido al Comité Disciplinario de Concacaf, quien iniciará una investigación formal. Se proporcionará una nueva actualización cuando ese proceso haya concluido”.
Al respecto, la autoridad del Olimpia también ha emitido un comunicado en el que sin ser contundente con las medidas que asumirá por tal infracción de sus jugadores o con los responsables de haber permitido que Ronnie repartiera dinero en el camerino “blanco”, apenas indica que respetan “las leyes aplicables a dichos eventos y quedan atentos a la investigación y al debido proceso que la misma genere en torno al referido vídeo”.
De manera ambigua, con lenguaje que dice mucho sin decir nada puntual, continúa: “Destacando que como parte de sus actuaciones apegadas a la ley ha tomado medidas aplicables al caso para garantizar la integridad de sus actuaciones”. Sin embargo, habría que preguntar a la dirigencia olimpista: ¿Están escritos y a la vista pública el reglamento interno y los valores en la institución? ¿Conoce esos códigos de honor y de conducta el jugador, que le enseñe qué es ser profesional en Olimpia y buen ejemplo de persona dentro y fuera de la cancha? ¿Reciben los atletas conferencias de auto superación? Etcétera.
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