Pero como toda novela de crimen tiene mucho suspenso, hemos llegado a un momento interesante, desde hace dos años, el caballo negro y el rojo, han venido gestando en el vientre de la política vernácula una jugada fantástica, no solo es tirar los dados y hacerlos rodar ¡para nada! Ya cansados del jinete bayo o de la muerte, ese azulito pedante y pendejo que ronda las casas presidenciales y se ha enamorado hipnóticamente de la banda presidencial, deberá ser ejecutado.
No se confunda más querido lector o lectora, una movida como esa, no lo beneficia a usted, aunque el 28N2021 vea una mujer sobre el Altar Q, eso ya fue pensado y usted solo es el confeti en la fiesta, el pinito de olor dentro del carro, un adorno sin afecto, eso sí, muy maltratado.
Reflexión
EL LIBERTADOR
redaccion@ellibertador.hn
Tegucigalpa. Juro, los he visto transar la vida en un alucinante tapete de tahúres y buhoneros. Con carcajadas escandalosas firman sobre servilletas en nombre de la paz y de Dios, aunque vistan guerra, hambre y muerte. En las madrugadas, con los ojos hinchados y raíces rojas, toman las manos de todos y declaran quién será rey o esclavo, empresario o mendigo, secretario de Estado o mandadero, ellos reparten el presupuesto y los cargos. Son tres los que deciden hoy por 9 millones de hondureños, más los que huyen por las fronteras. Lo demás, es solo eso, lo demás, los adornitos trémulos en el árbol, pero nadie brilla como la estrella.
Sobre la mesa, los tres montadores espectrales afinan las jugarretas, está el caballo negro que simboliza el hambre, el caballo de la guerra, rojo y, finalmente, pero no menos importante, el caballo bayo que entraña la muerte (irónicamente el color es familia del azul). Estos tres males han cabalgado Honduras por siglos, sin embargo, los representantes actuales, llevan décadas hundiéndonos como sociedad en la peor porquería del mundo, siempre en primera fila para lo dañino y un ultima en lo que nos debería llenar de orgullo. Vividores del tesoro público, que en lenguaje simple es el dolor de lomo de usted que lee y el mío que escribe para mantener todos los días de la vida a eternos politicastros vividores y a sus familias, sus viajes, sus citas de adultos y todo lo que ya sabe. No cumplen un cargo público, son carga pública.
Pero como toda novela de crimen tiene mucho suspenso, hemos llegado a un momento interesante, desde hace dos años, el caballo negro y el rojo, han venido gestando en el vientre de la política vernácula una jugada fantástica, no solo es tirar los dados y hacerlos rodar ¡para nada! Ya cansados del jinete bayo o de la muerte, ese azulito pedante y pendejo que ronda las casas presidenciales y se ha enamorado hipnóticamente de la banda presidencial, deberá ser ejecutado. No se confunda más querido lector o lectora, una movida como esa, no lo beneficia a usted, aunque el 28N2021 vea una mujer sobre el Altar Q, eso ya fue pensado y usted solo es el confeti en la fiesta, el pinito de olor dentro del carro, un adorno sin afecto, eso sí, muy maltratado.
Durante 12 años, la doblada espalda del ciudadano ha crujido en las garras de los que cabalgan esta bestia del hambre, guerra y muerte, durante una extenuante docena de años –a cada minuto— el hondureño ha corrido y corre desesperado por las orillas de su propio país, hacia cualquier otro pedazo de tierra que pueda llamar patria, porque ya esto apesta y es inhabitable ¡es locura! donde un padre con su canasta de donas vaga por el bulevar con su hija de la mano y los niños limpian los vidrios percochosos autos de los indiferentes e iracundos conductores y donde un soldado viola una mujer y la vida se anda en la mano. Nos han construido una sociedad de pacientes psiquiátricos, “Arkham City” es eso, una caricatura en comparación con la hondura de acá.
Pero esta noche el jinete bayo ha caído en la trampa, frente a las elecciones donde manipula con huella electrónica o sin huella, donde piensa que una semana antes quitará a su hombre de paja y se colocará él en papeleta ajena, sueña y sueña con ser presidente otra vez y otra vez, porque en ese mundo de Alicia que ellos han creado, donde el panzoncito corre en calzonetas flojas por todo el mundo, pagado por otros, asume que nunca se va acabar, según él, la “Party” es “Forever” y no se da cuenta que “The Party’s Over”. Los gauchos negro y rojo ya engendraron el plan y aunque le dan cuerda, obviamente, con la venia de los dioses gringos, ya lo han servido. El Consejo Nacional Electoral, no lo dominan los bayos y, es ley, gana quien cuenta. ¿Recuerdan la curva de Batson? Cuando iba el 60 por ciento de actas contadas, “Votos rurales” ordenó que no se contara más, –¿Por qué?, le preguntaron –porque yo digo, respondió con aquella desecha cara agria y humillada.
¡Cuántos imperios hemos visto caer! Cuántos pendejos se han creído dioses en su arrogancia y los hemos visto abatidos, llorando como pequeños buscando el pecho materno, a propósito, ¿dónde está el señor Cruz Ascencio? Que, al llegar a un café, era rodeado por diez efectivos policiales para cuidarlo y corría a los humildes parroquianos que comían tranquilos, ¿recordás Cruz, cómo saltabas en tus raquíticos huesos la victoria sucia de imponer magistrados corruptos? ¿Y luego a los pies de un modesto presentador rodaban tus lágrimas de amargura, miseria y desolación? O primeras damas venidas a menos sobre una patrulla policial ¿Dónde quedan entonces los salones blancos y los trajes de lino crudo importado sin idea de qué es una colección de alta costura? ¿Dónde tanta soberbia? Y entonces recitemos: espejito, espejito ¿Quién será el siguiente en la lista? Diputados hoy, porquería mañana, presidente hoy, juicio mañana.
Pobre el caballo sobre el que se monta el jinete bayo, pobre Partido Nacional, se irá y nunca volverá, las prisiones físicas y mentales serán la única aspiración de vida, viejas enriquecidas con fortunas ajenas, las únicas joyas que les esperan serán grilletes en las pezuñas, sólo espero que mantengan esas sonrisitas estúpidas y el desprecio a los hondureños cuando llegue el momento del juicio, pónganse con cara de muy malos y no vayan a pedir esa paja de “Debido proceso”, porque van a parecer lo que dijo aquel “sociólogo” a sus exalumnos; esperamos que no se quiebren, que no pidan derechos humanos y presunción de inocencia, es más, traten de humillar a los periodistas y camarógrafos diciéndoles: “Es que ustedes tienen que entender la diferencia entre gasto e inversión”; se van a dar cuenta que ya los comunicadores no se quedan callados y buscarán las tomas más espantosas para portada. ¡Ya verán!
Y cuando llegue el momento, dos mujeres saldrán tomadas de la mano y anunciaran el cambio, un nuevo orden que significará lo mismo, pero para otros, ya no para los bayos, mientras los hondureños deberemos seguir caminando, reinventarnos, hasta que un día en el vientre de la sociedad despierte el nuevo hondureño, el gran integrador, el que nacerá para reemplazar al ciudadano de hoy, embrutecido hasta por fútbol de España, narconovelas colombianas y mexicanas, religión amiga del atraso y alcohol. Estamos ya más cerca, la solución no nacerá de los tres jinetes, los tres ya han gobernado y lo único que cambió es el aumento de nuevos pobres y que ahora venden el territorio adentro y afuera.
Al final de esta historia aparecerá el cuarto jinete, el blanco que es el que traerá el progreso, la armonía y el desarrollo (cultural y económico), pero no vendrá vestido de gringo, ni de partido tradicional, tampoco será un mercader de la fe. El domador blanco es Usted, lector y lectora, cuando tengamos el nuevo hondureño, con educación morazanista y pensamiento independentista, muy lejos quedarán entonces: el hombre, la guerra y la muerte. Ya no rugirá allá lejos por sobre el atlante un indignado león, nosotros seremos el león. En aquel momento ahí como sociedad estaremos orgullosos de ser hondureños y los estandartes no estarán rotos, tendremos ciencia, cultura, sentimientos y proyectos de grandeza compartidos e impulsados por todos nosotros, por toda la Nación hondureña.
Mientras eso llega, nos vemos el 28N2021, que será un momento histórico cuando el jinete del caballo bayo cayó en la trampa, en el juego de la irracionalidad del poder y en la ingenuidad de los que nunca tuvieron nada y cuando llegó una oportunidad de ser útiles, terminaron en la basura de cuerpo completo.
DESCARGAR EDICIÓN PDF JULIO ¡AQUÍ!
Deja un Comentario