El último incidente contra el conocido periodista y director de Radio Globo, Héctor Amador, ocurrió durante la tarde del pasado martes, minutos antes de que ingresara al programa los “Analistas de la Noticia” que, junto al también comunicador Carlos López, transmite de 3:00 a 4:00 de la tarde desde el bulevar Morazán de la capital hondureña.
Radio Globo es uno de los medios de comunicación hondureños más amenazados en los últimos doce años –precisamente por lo que manda el Periodismo— asentarse en la sociedad y defender lo que conviene al pueblo. En este tiempo terminó en la cárcel y muerto por delitos de injurias y calumnias el exdirector, David Romero, y varios de sus periodistas han sido intimidados con frecuencia, entre otros, Marvin Ortiz.
En las últimas horas, Amador, reconoció la diligencia de la Policía Nacional que al enterarse de la vigilancia del extraño personaje que ya fue identificado, actuó rápido para conocer del caso y recoger videos, pero mira lamentable la conducta del Ministerio Público que desestimó su denuncia y lo remitió al Mecanismo de Protección de Defensores de Derechos Humanos, Periodistas, Comunicadores Sociales y Operadores de Justicia.
Redacción Central / EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Un extraño personaje sobre una motocicleta, acechaba ayer el ingreso a su centro de labores del director de Radio Globo, Héctor Amador. Era evidente que le tomaba fotografías, dijo un conocido del periodista que se hallaba en el sitio. La visita del desconocido se advirtió por eso, nadie lo conoce en el ambiente del edificio donde funciona uno de los medios de comunicación del país más atacados en los últimos doce años –precisamente por lo que manda el Periodismo— asentarse en la sociedad y promover lo que conviene al pueblo.
El último incidente ocurrió durante la tarde del martes, minutos antes que el comunicador ingresara al programa los “Analistas de la Noticia” que se transmite de 3:00 a 4:00 de la tarde desde el bulevar Morazán de la capital hondureña; en ese instante, el sujeto de contextura gruesa procedió a tomar varias imágenes a Amador y fue sorprendido por varias personas que lo increparon del porqué de su acción y se vio obligado a huir del lugar.
Un testigo comentó que el individuo tenía vigilada la rutina del director de Globo, pues se encontraba a la hora en que se registra el cambio de programación y procedió a realizar el perfil gráfico, situación, que para los compañeros del director se asume en este contexto como amenaza e intimidación por las denuncias interpuestas durante los últimos días contra arbitrariedades cometidas por las empresas aseguradoras hacia los clientes de pólizas de seguros.
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No es la primera vez que se pretende atemorizar al personal de la estación luego que se emitieran denuncias que tocan intereses de grupos poderosos y altos funcionarios del Gobierno Hernández y sus nexos con actos de corrupción que han sido silenciados por los medios tradicionales de comunicación vinculados a los intereses del régimen de turno.
Según el portal, «tras revisar tu contenido, nuestro equipo ha determinado que infringe nuestra normas de la comunidad. Por este motivo, hemos retirado los siguientes vídeos los “Analistas de la Noticia” del 4 junio de 2021», por lo que se concluye que la entidad presionó para que se aplicara censura la información obtenida, confirmada y emitida por Radio Globo.
La justificación de YouTube fue que «hemos detectado que hay contenido en tu emisión en directo que podría ser propiedad de otra persona. A pesar de las distintas advertencias que te hemos enviado por el posible uso inadecuado, no has corregido este problema”.
Y agregó el sitio web como excusa: “Es posible que no hayas incluido este contenido de forma intencionada, pero los propietarios de los canales deben supervisar de forma activa las emisiones en directo y corregir cualquier posible problema en el momento preciso».
El Comité por la Libre Expresión (C-Libre) y “Pen Honduras” documentaron ambos hechos, por lo que anunciaron que elevarán las denuncias a instancias internacionales a fin de dejar constancia de la persecución que ya días afrontan los comunicadores de Radio Globo.
“Morir para poder contar, así es el Periodismo en Honduras para los comunicadores sociales que se olvidan de una vida acomodada para entregar al pueblo la información que le permita evolucionar como sociedad hasta el desarrollo económico con dignidad social; este segmento del gremio comprometido con la Nación está en constante amenaza por una élite que está dispuesta a todo para mantener sus privilegios”, escribió Periódico EL LIBERTADOR en septiembre de 2020, en el contexto de asedio y asesinato de periodistas que, expuestos a todo riesgo, se han negado al alineamiento oficial.
En esos días de “mes patrio”, tres impactos de bala quitaron la vida al periodista Luis Almendares en Comayagua. En el norte del país un grupo de reporteros fue agredido por efectivos de las policías Militar y Nacional al momento de dar cobertura al informe de una masacre. En ese periodo, también se atacó la integridad de la comunicadora Thelma Mejía y el “acoso legal” buscaba silenciar al “Perro Amarillo”, Milton Benítez.
Sin transparencia, sin libertad de expresión, sin seguridad a la vida y con desbordante despotismo gubernamental no puede hablarse de país de leyes (república), mucho menos de democracia, éstos son ya términos inintelegibles para la élite política, económica y militar que gobierna Honduras, que guarda silencio tras 12 años de ejecución de periodistas; 83 asesinatos de comunicadores sociales hondureños se registra en el último decenio, de éstos, el 96 por ciento trabajaba en medios alternativos o ejercía en espacios independientes.
Esas cifras mortales espantan, porque desde el golpe de Estado de 2009 hasta este día se hizo habitual hablar de asesinato de periodistas opuestos por su función social al abuso de funcionarios y, en la sociedad hondureña, se volvió rutina hablar de dictaduras militares apañadas por extranjeros y por políticos y empresarios traidores, de hecho, se ve la diferencia y el cambio, entre el año 2000 y 2009 se registró tres comunicadores ejecutados, pero, en la última década sumaron 80 ejecuciones más. ¡Sí que ha cambiado Honduras!
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