Pobladores y líderes indígenas de La Mosquitia, han expuesto este miércoles que su posición en contra de la carretera ilegal que se ha impuesto entre las Reservas Tawahka y Río Plátano, es porque ésta favorecerá al saqueo y contrabando de recursos naturales.
En entrevista con este rotativo, miembros de la comunidad indígena de la zona, han mencionado que la construcción de esta ruta perjudicará la calidad de vida, ya que se violenta la ley que en 2013 declaró a la Mosquitia como un territorio indígena.
Redacción Central/EL LIBERTADOR
Tegucigalpa. Este día, la Confederación de Pueblos Autónomos de Honduras (CONPAH) y los Concejos Territoriales: RAYAKA, DIUNAT, BATIASTA, BAMIASTA, BAKINASTA del pueblo Miskito y la Federación Indígena Tawahka de Honduras (FITH), han reafirmado su postura en contra de la construcción de la carretera que se edifica en zonas protegidas de la selva.
De acuerdo con estas organizaciones, la carretera es ilegal porque va en contra de los pobladores de la zona, facilita la destrucción masiva de sus recursos naturales y omite el debido proceso de consulta popular del convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), además que violenta la ley aprobada en 2013 por el Gobierno de Honduras, que define a la Mosquitia como un territorio indígena.
A través de un pronunciamiento público, dado en conferencia de prensa esta mañana en un hotel del Distrito Central (Tegucigalpa y Comayagüela), los defensores de la selva expusieron sobre la destrucción que pone en peligro la Reserva de la Biosfera Tawahka y Reserva de la Biosfera del Río Plátano, ambas declaradas como zonas protegidas.
En ese contexto, el presidente de CONPAH, Domingo Álvarez, dijo a EL LIBERTADOR que al referirse a la construcción de la carretera, la palabra “ilegal” lo encierra todo, señalando que es de carácter urgente respetar los acuerdos internacionales que validan los derechos de los pueblos indígenas.
Álvarez cuestionó que aunque Honduras se suscribe a estos tratados, se irrespetan las culturas y sus derechos y lamentó que “miles de culturas se pierden por proyectos donde hace falta primero un estudio ambiental para ver qué efectos trae y realmente qué beneficios puede haber”.
“Nosotros no lo veríamos legal desde cualquier punto de vista porque violentan nuestros principios como indígenas y de las leyes del país. El impacto ambiental está relacionado con todo lo que existe en la zona, nosotros hemos vivido ahí tanto tiempo y gracias a Dios no nos hemos muerto de hambre, cualquier desarrollo que entre allí debe ser consensuado”, amplió.
Además, explicó que la obra se encontraba en la fase de creación terracería que corresponde a los trabajos para drenaje; sin embargo, la maquinaria ha dejado de trabajar, aprovechando lo anterior, ha pedido en nombre de los pueblos autóctonos que si hay autoridades municipales proyectando la carretera deben abstenerse ya que antes hay un pacto para defender el territorio indígena.
De acuerdo con el pronunciamiento público, desde el 2010 se intensificó con saña la destrucción y “colonización” de la Mosquitia, ya que personas ajenas no indígenas, invasores y terratenientes se han apropiado por la fuerza de sus tierras, han devastado cientos de kilómetros de bosque y se han contaminado los ríos, asesinando el ecosistema.
Cabe destacar que tanto la Reserva del Río Plátano como la Reserva Tawahka, están ubicadas en el corazón de la Mosquitia hondureña, ambas forman parte del Corredor Biológico Mesoamericano y abarcan aproximadamente 8,000 kilómetros cuadrados. La región es el hogar de cinco pueblos indígenas: Miskitos, Tawahkas, Pechs e incluso Garífunas.
Además, la zona, según investigaciones, es la morada de la ancestral “Ciudad Blanca”, por lo que se ha denunciado también el saqueo de piezas arqueológicas. Y pobladores que dieron su testimonio en anonimato, por motivos de seguridad, afirman tener miedo de que esta ruta se preste para el tráfico de drogas debido a la poca presencia de defensa del Estado.
A continuación el pronunciamiento completo:
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